Fuente del Gusarapo
por la que comenzaré a caminar, siguiendo una canalización de las que descienden por el Barranco del Sordo, recogiendo las aguas de la Naveta, Teatinos y El Cerillar.
Respirando un aire limpio tras las lluvias pasadas, al inicio del aterrazado bosquete de eucaliptos de alto porte por el asfaltado Camino del Apóstol; aparece por mi izquierda la primera covacha,
morada de
peregrinos convertidos en ermitaños, en su búsqueda de aislamiento y meditación
allá por el S. XV.; más tarde fundarían diversas Congregaciones y Órdenes
religiosas en la zona; un mundo espiritual de ermitas, conventos y santuarios
fueron surgiendo en torno a las cuevas y crestas de la zona como la Cofradía de
Los hermanos de la Luz, un grupo de anacoretas que se refugiaban en los abrigos
rocosos del entorno, subsistían de los productos de sus tierras y de la
limosna.
Paso la primera curva junto a un cartel, donde destacar las características rambleras
y poco mas adelante tomo a la derecha el Sendero de la Mina Escondida,
dejo atrás la segunda cueva,
iniciando un acusado ascenso por la ladera del
Barranco del Sordo.
Llegados a una de las muchas curvas del sendero, giro en descenso por una abigarrada y estrecha vaguadilla con altibajos y algún paso aéreo
para alcanzar mi objetivo de este paseo, la entrada a la galería de la Fuente del Gusarapo/Aguas del Buitre, explotada antaño por la familia De la Cierva.
Provisto de frontal, dejo mochila y bastones a la entrada, agachado debido a la altura de 1,60 m por 0,80 m de anchura, aparecen dos pequeñas galerías por la derecha;
cuando llevo aproximadamente 100 m, la galería se bifurca, sigo recto y veo que acaba en unos 25 m; así que tomo el ramal por la izquierda;
en unos 40 m cambia de dirección hacia la derecha, para
estrecharse en 20 m ya en su final, donde apenas consigo entrar en el fondo de
un pozo con 50 m de alto, cegado arriba.
Una vez fuera,
el gps vuelve a tener cobertura; sigo el sendero por la izquierda en la bifurcación, ascendiendo a una cota de 396 m,
donde disfrutar de las vistas sobre la vega murciana;
el sendero desciende para enlazar con la pista de vuelta;
con la vista puesta en la Urbanización Los Teatinos,
llego a la pista asfaltada
y al aparcamiento.
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