Murcia-Vereda Real-Ermita Virgen de Belén-Base aérea de Alcantarilla-Molino de Los Canalaos

Salgo desde el Auditorio Víctor Villegas de Murcia, 

por el carril bici río Segura arriba, 

desde Puente Inacua hacia la mota del río, giro a la izquierda, cruzando desde Barriomar la carretera de Alcantarilla y el paso a nivel sobre las vías del ferrocarril que están desmantelando; 

tomando el Carril Torre de Los Ibáñez y la Acequia Barreras; 

por los Caminos de Los Partidores y Almarchas, paso Aljucer; desde el camino Viejo de Aljucer, cruzo por la pasarela de El Palmar sobre la autovía, 

rodando junto al Canal del Reguerón, construido en el siglo XVIII, para trasladar las riadas del Guadalentín aguas abajo de la ciudad de Murcia.

Subo paralelo a la carretera de la Paloma RM-611; a la altura de un depósito de agua, junto al jardín de una urbanización en Los Secanos, 

tuerzo por la derecha; pasando bajo la autovía Murcia-Cartagena, accedo a la Finca Mayayo y su eucalipto, el más grande de la Región de Murcia, con 6,40 m perímetro o cuerda y 30 m altura;

 veo una alberca con tortugas en la pista (Vereda Real/Cordel de Los Valencianos), vía pecuaria por la que los rebaños venían desde la Meseta, hacia el campo de Cartagena ejercitando la trashumancia.

Corto la carretera a Torre Guil junto al Club Hípico de Carrascoy 

para alcanzar la pedanía de Cuevas del Norte; 

salgo a la carretera de El Palmar a Mazarrón, la sigo 170 m por la izquierda y giro a la derecha desde el Bar Pitos, cruzo el río Guadalentín (en árabe Oued al Iznain, “segundo río”, o Oued al Lentin, “río de fango”), también conocido como Sangonera; me dirijo rodeado por los campos de cultivo

 a la Ermita de la Virgen de Belén, donde el 8 de Septiembre celebran romería, verbena y chocolatada con churros los librillanos y sangonerenses; 

su espadaña con campana suspendida y coronada por una cruz de hierro, en su fachada lucen unas artísticas farolas y una placa. 

En el interior se conservan las imágenes de San José, un Cristo Yacente y la Purísima, las demás fueron destruidas durante la Guerra Civil. En 1940 se encargó la realización de la imagen de Nuestra Señora de Belén, al escultor murciano Gregorio Molera.

En dirección Norte 

llego a un cruce donde se observan las obras del ramal para la ampliación de la autovía, giro a la izquierda buscando cruzar la Autovia A-7 y seguir por el camino de servicio

 para recuperar mas tarde el camino junto a las vías del ferrocarril 

que han desmantelado

 y bordear base aérea de Alcantarilla; 

veo en acción un “Aviocar”  C-212 (designado militarmente como T-12B) 

asignado al 721 Escuadrón del EA en la sede de la Escuela Militar de Paracaidismo Méndez Parada soltando paracaidistas.

Pedaleo por el carril bici hacia el Polígono Oeste, lo rodeo

 pasando junto a la Voz Negra, donde se encuentra el viejo palacete de la Cuadra 

con la Ermita de la Paz (privado). 

Cruzo la carretera RM-E4 y tomo casi enfrente un carril despejado ahora de maleza

 que bordea la Estación Intermodal de Mercancías en Alcantarilla (Terminal Contenedores Renfe), perteneciente a la red de infraestructuras ferroviarias de ADIF.

Cruzo la carretera de Alcantarilla por el Camino de San Antón 

y la carretera de la Raya hacia las afueras de la Puebla de Soto, se acaba la pista asfaltada en una curva donde hay que tomar un sendero matorralero muy estrecho que atraviesa un par de huertos

 y sale a la pista que rodea el campo de rugby; 

por la derecha hago unos metros por la mota del río; cruzando el siguiente puente por El Soto hacia el Rincón de Beniscornia, 

con el fin de cruzar la Carretera de la Ñora hacia el restaurado Molino de Los Canalaos del siglo XVIII, 

sus instalaciones se transformaron en batán de picar esparto y borra, entre 1802 y 1870; 

junto al Molino Alto en Javalí Viejo, conformaban sobre la Acequía Aljufía, el origen de la Fábrica de la Pólvora de Santa Bárbara.

Vuelvo hacia la carretera de la Ñora, 

tomando enfrente un camino asfaltado por la izquierda del carril bici, rodea unas viviendas y se hace carril 

pasa junto al vallado de una finca donde se observa un castillito privado, la “pequeña disneylandia”, 

me incorporo al carril bici por la orilla del Río Segura, de vuelta al Puente Manterola

 y al Auditorio fin de ruta.

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