Coto Minero del Distrito Gilico-Valentín-Coto Maravillas-Embalse de Argos-Poblado western Rancho Cehegín

Accedo desde la autovía Murcia-Caravaca RM-15, Salida 41 a la Copa de Bullas y por la carretera del Chaparral, aparco a la salida de la aldea de Arroyo Hurtado.

Salgo con 12°(volveré con 26°) desde el final de la calle por la pista de tierra de Los Descepaos, zona del Chaparral; 

rodeando el yacimiento Ibérico del Cabecico del Trigo; 

en el Museo Arqueológico Municipal de Cehegín, proveniente de este yacimiento argárico excavado por Miguel San Nicolás en los años 90, proporcionaron unas sepulturas en vasijas o grandes urnas cerámicas carenadas, hecha a mano, con una copa de cerámica en el interior, que nos remite a los rituales funerarios de la época, donde se localizaban los enterramiento bajo los suelos de las viviendas, hace aproximadamente 3600 años.

Enlazo con la principal al Coto Minero del Distrito Gilico (término municipal de Cehegín). 

Me reciben los edificios, transformador y lavaderos con vistas del gran lago que fue el laboreo a cielo abierto de la mina María, provocado por una gran avenida del Río Quípar en Noviembre de 1988; 

el Pozo Kinito era una mina de extracción mineral a cielo abierto de magnetita, su gran oquedad junto al río Quipar, hizo necesario desviar y canalizar las aguas del río para no afectar a la explotación. El hueco de la mina tiene un volumen de 3.600.000 m³, con una profundidad de 90 m. 

La magnetita (Fe3O4) con un 70% de hierro y propiedades magnéticas se exportaba a Alemania, la guerra mundial de 1914 supuso la quiebra del negocio; acabó el “cable” desmontándose en 1954, fue transportado y reutilizado en las minas leonesas. 

El “cable” (tren aéreo con vagonetas), transportaban el mineral desde el Coto Minero de Cehegín y el Distrito Gilico, hasta la Estación de Tren de Calasparra; 

este último se inauguró en 1908 con sistema Roll, de 15 km de largo y movido por la energía eléctrica del Salto de Cañaverosa.

Tuerzo a la izquierda en la encrucijada pistera, dejando las ruinas del Cortijo de Alonso y cruzando el Río Quipar 

en subida con vistas del Almorchón ciezano; 

rodeado de numerosos vestigios del poblado minero, 

objeto de una ruta por el entorno;

 cruzo la pista del caserío de Gilico; 

abandono la pista principal en descenso cortando el Arroyo de Gilico, 

continuo por la derecha en el cruce de Los Coloraos y,

 tras 1.070 m., giro a la izquierda por la Cañada del Carril; desviándome para echar un vistazo al Pozo Cartagena y retornando a la pista después.

Las crecidas del Río Quípar en este paraje natural amplio de pastos y agro de secano, eran aprovechadas por los romanos para el cultivo de olivo (aceite) y cereal (trigo); testimonio de épocas remotas son la humilde necrópolis en la Casa de la Vereda y de la existencia de un ajuar funerario en el Cortijo de los Panes.

Paso por las casas de la Bodega y la Ñora, donde giro por la izquierda cruzando el Reolid y Valentín; 

a su salida por la izquierda, me dirijo a la rivera del Argos; 

las cañas y el barro me impiden seguir, tengo que rodear un corto trecho para coronar la presa del Embalse de Argos; 

bordeo en ascenso Cabezo Teruel

 y una gran balsa de riego; 

en Pinar Hondo paso por la finca de la Casa de Gitarra, 

después por el Área Recreativa Fuente de Juan González.

Entronco con el Camino de los Baños de Gilico; 

continuo a la derecha alcanzando la encrucijada con la desaparecida Cruz de la Doncella, levantada en memoria de la triste historia de una joven pastorcilla de Bullas, fulminada por un rayo cuando guardaba un rebaño de ovejas; aunque existe otra versión divulgada por los viejos del lugar, donde un lujurioso arriero que se encaminaba a Cieza, perdió el poco juicio que poseía e intentó violarla y ante la oposición de la doncella la asesino. Aunque ya no está la cruz, queda el montículo de piedras que los caminantes colocan en su honor.

Sigo a la izquierda por el Carril Camino al Chaparral, en ligero descenso durante 400 m, 

tuerzo a la derecha entrando en los dominios del Coto Maravillas (masa forestal de 110 has), comienzo una serie de pronunciadas subidas ramperas, culminan en la Casa Forestal el Refugio. 

Desciendo por pista de traviesas al cruce; 

por la derecha voy entrando de lleno en el Parque de Turismo Activo “Coto de las Maravillas” 

de uso educativo, recreativo y turístico, situado entre los ríos Argos y Quipar; 

cuenta con zona de acampada, 3 rutas de senderismo, miradores, aula de naturaleza, aseos adaptados a minusválidos, Kiosko, 

anfiteatro, zonas de barbacoas y juegos, tirolina, tiro con arco y rutas medioambientales guiadas.

Para salir del vallado me desplazo unos metros a la derecha, tomo la pista por la izquierda hacia el Encaramador Pequeño (634 m), sigo recto en el cruce con el Camino de las Casas Coloradas; entre el Alto de la Jabalina (604 m) y la Albaidosa (565 m); giro a la izquierda en el cruce a Los Carrascos por el Camino al Chaparral; en 550 m, viro a la derecha entre cercados (han puesto una cadena) 

hacia el Río Quipar; la pista termina en un abandonado poblado

tipo western o antiguo albergue (Rancho Cehegín),  

sirvió como campo de batalla en partidas airsoft; en el exterior observamos la arquitectura del típico bar del lejano Oeste, 

se asemejan a las que nos tienen acostumbrados los espagueti-western hechos en Almería.

Acabada la exploración de tan insólito entorno, por detrás de las instalaciones, 

cruzo entre el cañaveral 

para enlazar con la pista al Cortijo de Los Carrascos, pero antes he de buscar cómo hacerlo ya que han talado numerosos pinos, con el fin de obstaculizar cualquier paso por el monte bajo al camino asfaltado; 

finalmente lo con sigo empujando la bici; cruzo el río Quipar, entrando por tierras dedicadas en principio al esparto y la vid, ahora son explotaciones de albaricoqueros y melocotoneros, pero hasta mediados del siglo XX estuvieron destinadas al cultivo del arroz; solo me queda cortar Arroyo Hurtado para volver a la salida.



Descargar track

Comentarios