Paso del Toril-Cortijos y Cascada de Hondares-Poza de las Tortugas-Paso del Poyato

Accedemos desde la RM-15 Murcia-Caravaca por la MU 702, pasamos Archivel y el cruce al Campo de San Juan, vamos atentos para girar por la derecha a la altura del Cortijo Pernales (dirección Zaen), enlazamos con la carretera que viene del Sabinar hacia Benizar y aparcamos pasadas las Casicas del Portal, a la entrada del cortijo siguiente.

Partimos caminando

 rodeando el conjunto, 

para seguir hacia el Este la pista en su trasera hacia los campos de lavandas, buscando la cabecera de un pedregoso ramblizo, 

por el que descender siempre a su izquierda; hacia su final, extremamos la precaución

 cuando llegamos al borde del cortado, 

aunque parece que nos hayamos equivocado, seguimos descendiendo en un cerrado giro a la izquierda, pisando lajas de un antiguo sendero colgado del abismo, es el espectacular y fotogénico Paso del Toril, con sus embutidas escaleras de mampostería y masa pétrea impregnada de fósiles.

Continuamos descendiendo por traza senderil esquiva y culebrera bajo los cantiles o cenajos, donde aparecen los primeros bojines, 

hasta enlazar con el final de una pista; la seguimos un tramo, observando un pináculo lejano con forma de perro, 

mientras buscamos un atajo para llegarnos a la entrada del ruinoso Cortijo de Hondares de Abajo;

 admiramos su horno, 

las vistas

 y el almez, 

antes de ir a buscar un paso por el Arroyo de Hondares que hice en bici de joven; se haya invadido por la vegetación y además baja bastante agua; pasaremos por el camino de la pista que vadea por troncos y piedras el arroyo; en la primera curva y monte arriba, enlazaremos con él 

para echar un vistazo al derruido Cortijo de Hondares de Arriba

 y al lejano “fantasma” que nos vigila sin pestañear, tomando el mantente con unas temperaturas impropias de Octubre.

Seguimos pisteando hacia el Sur en ascenso al Collado de los Lobos (1138 m), donde cambiamos a dirección Norte; 

en la bifurcación seguiremos en descenso por la izquierda; en la monótona pista bajo pinar, 

aparte de los bojines, vemos una amanita ovoidea

 y piñas colonizadas por un delicado hongo 

Mycena seynii; 

A 120 m de enlazar con el track de la ida en el arroyo, torcemos a la derecha por pista que se bifurca al pronto, por la izquierda nos conduce al Arroyo de hondares, con vistas de una preciosa chopera

 y una encina monumental; 

la traza se eleva junto al cortado

 donde aparece una pequeña falla de desplazamiento de rumbo o de desgarre; 

le echamos un vistazo

 dándonos la vez de paso debido a la estrechez de sus labios 

hasta su corto pero abrumador final.

Continuamos sendero abajo, enfilando el muro rocoso, 

pronto oímos el rumor de la Cascada de Hondares con su Poza de Las Tortugas, 

esta vez no caen unos chorrillos de agua, 

sino una cortina acuática; 

disfrutamos brevemente de su frescor y belleza, 

cruzamos un rústico puentecillo de troncos y alambre, hacia una pequeña gruta con planta rupícola  y lluvia en su interior, ya que fluye un despeñado hilo de agua.

Entroncamos con la pista, cruzamos una verja y, en el cruce, viramos a la izquierda durante 86 m, es el final de un campo despejado e inicio, junto a los primeros pinos, del camino que han labrado pero que, poco mas adelante, reaparece intacto; en una curva con cambio de dirección, vemos la anterior bajada del Toril; se hace sendero poco antes de un aprisco 

y endurece su trayectoria bajo los cenajos; 

las vistas son estupendas, más aún ante la senda mampostera junto al paredón calizo que representa el Paso del Poyato, 

esculpido camino empedrado usado antiguamente para ir a Moratalla, 

terminado el vertiginoso ascenso

caminamos campo través dirección N.O. hacia la carretera de vuelta al coche, se nos cruza un Sapo corredor (Epidalea calamita) “el explorador incansable”, es el anfibio más rápido en tierra. 

Rematamos la faena en Benizar (Taberna Tau Chen) con la ingesta de productos locales 

y unos deliciosos Coulant de chocolate.

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