Floración de los almendros en La Murta

Accedemos desde la autovía Murcia-Cartagena RM-19, tomamos la salida 155 dirección Corvera RM-601, pasada la población, en la rotonda seguimos por la RM-E5, entrando por la Plaza Mayor de La Murta, 

giramos a la izquierda aparcando en la explanada delante del Centro de Mayores.

Partimos a pie hacia la Plaza Mayor y su bonita fuente; 

Carrascoy tiene como único núcleo de población la pequeña villa de La Murta, el topónimo de La Murta deriva del arbusto conocido como arrayán; antiguamente en estos territorios pastaba el ganado, se instalaban colmenas, se recogía leña y producía carbón, se extraía piedra, se fabricaba cal y se cazaba. 

La actividad predominante en la zona es la agricultura de secano, (debido a la aridez y escasa profundidad del suelo agrícola) principalmente el almendro, también el olivo y el algarrobo en menor medida.

Enfilando en ascenso por el centro del pueblo a la salida Noreste, 

pista abajo penetramos en el curso de la Rambla de la Murta. 

En esta parte del recorrido se concentran los restos de la red hídrica y resultó decisiva para el asentamiento de los habitantes de la aldea y la explotación agraria del entorno, 

gracias a la riqueza hídrica proporcionada tanto por la Fuente de la Murta, como por las aguas subálveas del lecho ramblero; recursos explotados desde época histórica, cuyo aprovechamiento se refleja en las obras de captación y canalización de aguas, tanto en la propia rambla como en su entorno adyacente.

Cruzamos por un pequeño desfiladero arbustivo de gran belleza e incomodidad, 

donde aparece el Caño de La Murta, 

una presa subálvea donde tenía lugar la captación por filtración de las aguas, derivadas a una acequia que las conducía hasta un molino hidráulico de cubo situado en la margen izquierda de la Rambla de la Murta

 (la fuerza motriz de los molinos harineros del Campo de Cartagena donde se ubica geográficamente esta comarca ha sido tradicionalmente la eólica, no la hidráulica) y finalmente a una balsa donde se abastecían los lugareños.

Pasamos por zona encharcada

 al cruce pistero, por donde salirnos a la derecha, caminando en ligero ascenso hacia las Casas del Barranco; 

pasado el cortijo, tomamos el mantente disfrutando de los parcelados cultivos de almendros en flor, con el zumbido de las afanadas abejas libando el polen de sus flores; 

con la vista puesta en el Cortijo de los Jaimes, torcemos a la izquierda 

hacia la casa 

donde se encontraba el ilustre cochambroso Seat 1500.

Tras ligero ascenso, 

descendemos cruzando pista cadenera de vuelta por el otro tramo de la Rambla de la Murta, que nos queda por hacer; 

realizamos un trecho con un afloramiento de agua que nos embarra a todos, 

alcanzamos el cruce pistero de la ida; 

torcemos por la derecha hacia los innumerables caseríos dispersos del campo y la serranía, donde residen mayoría de sus habitantes: Casa de Las Monjas en ruinas, 

el Cortijo Santa Clara con una alberca circular

 y el Cortijo de La Almazara con aljibe.

Giramos por la izquierda en descenso por pista con excelentes vistas de Carrascoy, 

entroncamos con la asfaltada

 hacia el Cabezo de Los Bolos, pasando junto a las Casas del Molinillo en las Lagueneras

 y entrando en la población: Uno de los humildes personajes en la historia de la aldea fue «el Tío Alonso», maestro cantero. En la noche del 2 al 3 de mayo de 2012 durante el acto religioso de «Vestir la Cruz», el alcalde pedáneo hace estas inquietantes afirmaciones «La gente joven se ha ido» y «las casas se están echando a perder».

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