Los Pájaros-Charcas de Anuros-Sendero del Espino-Coche Azul-Umbrías Santo Ángel-Sendero Cultural-Ermita San Antonio el Pobre

 

Accedemos desde la Alberca por la Carretera del Valle, al aparcamiento del área recreativa de Los Pájaros.

Bordeando el Deposito del Valle, salimos a la carretera al Valle Perdido; pasado el puente, seguimos por sendero a la izquierda,

 rodeando el Centro de Recuperación de Fauna silvestre de El Valle, desempeña trabajos de investigación, recuperación y rehabilitación de especies de fauna silvestre; 

vemos a la derecha un antiguo horno de yeso o calera donde las piedras de yeso (aljez), asociadas a la caliza, se cocían en hornos creando óxido de calcio (cal), mediante la calcinación de la piedra caliza a 900 grados, se trituraba y transportaba para su venta, 

cruzamos la rambla

 y salimos junto a un pequeño refugio

 a la pista.

Cruzamos la pista para continuar monte través 

y seguir el curso del agua 

hacia las charcas artificiales, hábitats de anuros, 

la lista de los anfibios del Parque Natural de El Valle se limita al Sapo común (Bufo spinosus) “el gigante tranquilo” o “sapo espinoso”, es el anfibio más grande de la Región y de España; 

la Rana común (Pelophylax perezi) “una gran nadadora”, es uno de los anfibios más comunes y abundantes en el sureste peninsular, 

el Sapo corredor (Epidalea calamita) “el explorador incansable”, es el anfibio más rápido en tierra

 y el sapo común (Bufo bufo) o sapo europeo; 

acabamos junto al chorro en un entorno de trepadoras, 

torcemos a la izquierda pisteando un corto trecho; pasando frente a una covacha, 

acabando de cruzar la rambla, 

ascendemos por traza paralelo a la carretera del Albergue Juvenil, observando la antigua canalización del puente acueducto entre eucaliptos, empleados por su rápida velocidad de crecimiento y gran volumen de producción de madera en industrias papeleras, madereras o químicas, ya que el aceite esencial de las hojas de eucalipto, es usado como descongestionante nasal y para combatir infecciones respiratorias.

Sin tocar asfalto, cruzamos la valla y ascendemos por la Pista del Relojero; la dejamos para internarnos brevemente por la Rambla del Valle 

y seguir por el Sendero del Espino 

a la carretera al Sequén; 

tras 160 m, a la altura de un poste indicativo, 

continuamos fuera de asfalto por sendero en subida a la cercana bifurcación; por la derecha recuperamos en fuerte ascenso la Pista del Relojero; tras 49 m, derivamos por la pista con cadena de la izquierda y, en la bifurcación con el el “Sendero del Zig-Zag” o de las Caídas, giramos a la izquierda hacia el Cabezo de la Luz y la Cueva Ermitaña de la Cruz.

Vamos muy atentos a descender a la derecha por traza senderil, hacia la ilustre chatarra del Coche Azul, 

un Austin Morris; 

otras tres ilustre chatarras yacen en las yeseras del paraje de la Senda del Ismael en el Valle; 

el Seat 1500 de La Murta

 y el del Collado de los Siete Cucones en la Azohía.

Salimos a la pista Camino del Apóstol en descenso

 y al tramo de asfalto que nos permite tomar la escalinata del Sendero Umbrías de Santo Ángel PR-MU 22; vamos a media ladera, caminando plácidamente por un bello paraje de abigarrada vegetación, alternando las vistas sobre el Santuario de la Fuensanta, el Seminario y el Ermitorio de La Luz; 

entre olivos y algarrobos pasamos delante de la balsa del Eremitorio de la Luz; 

los hermanos de la Luz formaron una cofradía, eran un grupo de anacoretas que se refugiaban en los abrigos rocosos del entorno, subsistían de los productos de sus tierras y de la limosna; más tarde, elaboraban con cacao el “chocolate de La Luz”, pero al aumentar el valor del mismo, lo sustituyeron por las algarrobas, por eso en las terrazas de cultivo externas al convento hay bastantes algarrobos.

Cruzando la carretera a la Balsa del Valle y desde la entrada al Centro de Visitantes de La Luz con sala de audiovisuales, cafetería y espacio expositivo entorno a: "El Valle de los Íberos", "Fortificaciones Medievales y Espiritualidad" y "La Seda en Murcia"; 

nace el Sendero Cultural del Valle por la izquierda, 

orillado a la carretera bordeando el Castillo de La Luz.

En una de las curvas, descendemos por sendero pateado 

hacia las escaleras 

que conducen a la Ermita de San Antonio el Pobre, 

asociada al conjunto de construcciones religiosas que forman parte de Santa Catalina del Monte. Su aspecto actual data del siglo XVIII, según los cánones del barroco popular murciano. 

Se trata de un edificio que consta de iglesia y dependencias para albergue del ermitaño y una cueva excavada en la montaña.

Salimos por la puerta del sendero, no por la entrada de asfalto, enlazamos y ascendemos brevemente por el Sendero del Apóstol, en unos metros lo dejamos para descender por la derecha a una vaguada, con una covachuela, 

una raíz parecida a la silueta de una pitón deslizándose por una roca

 y un círculo de piedras;

nos saca a la pista hacia el Centro de Interpretación; en 75 m, la dejamos por uno de los muchos senderos que se dirigen hacia el Área Recreativa Los Pájaros, 

donde finaliza este agradable paseo.


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