Bahía de Portman-Bateria de La Chapa-Sendero del Cordel a la Cala del Barco-Baterías Cabo Negrete y Monte Cenizas

 

Acceso desde la Autovia AP-7, CT-32 y CT-34; tomando dirección Portman desde La Esperanza N-345; aparcamos en la parte Sur de Portman (37°35'18.27"N 0°51'4.09"W).

Nos dirigimos hacia el Puerto de Portman. 

Las explotaciones de plata de La Unión y de plomo, cobre y estaño de Cabo de Palos, la fabricación de conservas de salazones (garum), así como la industria y comercio del esparto, motivaron la creación de un importante puerto romano en el Mediterráneo (Portus Magnus/Portman).

Rodeando el vallado nos aupamos al dique, observando la avifauna que aprovecha las balsas; 

andar sobre los bloques es algo incómodo; 

después seguimos por la rada pisando arena negra de la Playa de San Bruno hasta Punta de la Cruz, 

rodeamos el puerto deportivo 

y cruzamos por el lateral del restaurante El Cubano, cruzando la pista asfaltada subimos por sendero pateado sobre la Playa del lastre, 

salvando un murete accedemos al Faro de Portman (torre cilíndrica automatizada en 1977, con 8 metros de altura y alcance de 24 Km).

Continuamos a la cercana Batería de la Chapa formó parte del complejo defensivo del Monte de las Cenizas, 

dispuso de cuatro cañones Vickers de 152,4 mm a barbeta (parapetados sin troneras ni merlones, los artilleros tiraban al descubierto) 

bajo la barbeta estaban los depósitos de municiones, a través de los ascensores cuyas estructuras externas permanecen, se subían los proyectiles a las piezas. 

Quedó fuera de servicio en 1994, desmontados sus cañones y vendidos como chatarra, quedaron las instalaciones expuestas al expolio y a la ruina.

Caminamos junto a una protección vallada en madera; 

tomamos en fuerte ascenso, el sendero costero por el acantilado,

 un cartel nos avisa sin prohibir, que la zona es de conservación prioritaria y no debemos pasar, 

pero no encontramos explicación o razón de peso para no hacerlo, ya que conozco este sendero que se está cerrando por la vegetación 

y la erosión provocada por los pocos atrevidos que subimos por aquí, se me antoja algo insignificante ante el desastre consentido por las autoridades a la Peñarroya en la Bahía de Portman.

Vamos ascendiendo laboriosamente y castigados por el fuerte viento, desde El Cordel a la Cala del Barco, escarpado y cambronero pero con vistas de fábula; 

esquivando árboles caídos, abriéndonos paso entre los cerrados arbustos 

y extremando la precaución en un par de pasos no aptos para gente con vértigo; 

alcanzamos las instalaciones de la Batería de Cenizas; fortificación de soporte artillero-costera situada en el Monte de las Cenizas; 

comenzamos por la plataforma de las ahora inexistentes, cuatro piezas antiaéreas dispuestas a barbeta y el polvorín de la Batería Cabo Negrete.

Admiramos los dos cañones Vickers-Armstrongs del modelo 381 mm/45 calibres -quince pulgadas- disparaban un proyectil de casi una tonelada a 35 kilómetros. 

Construida y artillada entre 1930 y 1934, la misión de la batería era proteger la entrada a la Bahía de Cartagena junto a su gemela la Batería de Castillitos, construida dos años más tarde en Cabo Tiñoso, juntas dispararían en fuego cruzado hundiendo a cualquier buque hostil.

Echamos un vistazo

 al paisaje que nos rodea, la Bahía de Portman, el Campo de Cartagena, Sancti Spiritu (el monte del Parque de los molinos eólicos de La Unión) y la Manga del Mar Menor; 

volviendo sobre nuestros pasos 

hacia el almacén de repuestos de la Batería Cabo Negrete,

descendemos por el sendero abrupto y acondicionado con escalones.

Nos llama la atención, dada la sequía, encontrarnos con la abigarrada vegetación a base de palmitos y zarzaparrillas, 

por no mencionar un reclamo religioso fuera de lugar. 

Acabado el descenso sendeamos un tramo a la unión del Barranco de la Culebra y la carretera, 

proseguimos pisteando hacia los estériles de la bahía;

entroncamos con la pista que bordea las balsas de regeneración para la Bahía de Portmán, 

fue la zona más degradada del Mediterráneo por los vertidos, con materiales altamente contaminados (plomo y cadmio) de la explotación minera entre 1956 y 1990.

En 1986 Greenpeace actuó en la zona propiciando que la Peñarroya, cuyo negocio minero ya no era muy rentable, vendiera sus derechos mineros y propiedades a la empresa Portmán Golf. Administración y tribunales justificaron el atentado ecológico, a cambio de beneficios económicos para la zona y sus habitantes dedicados a la pesca. Los trabajos de regeneración no impedirán que el enorme legado patrimonial siga deteriorándose.

Pasamos finalmente junto a la zona baja del lavadero Roberto; 

el mayor lavadero de flotación diferencial de Europa, fue el causante de la colmatación de la bahía, su forma de herradura constituía un sólido abrigo natural como muelle de embarque de las menas.

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