Camino de las Basuras-Miravete Chico-Sendero de los Acebuches-El Puntarrón-Poza del Garruchal

 

Accedo desde Carrefour Infante en Murcia, cruzando los Dolores y San José de la Montaña por la Carretera de Tiñosa, aparco a la entrada de la pista asfaltada de Los Serranos (37°56'55.71"N 1° 3'47.94"W).

Cruzo la carretera del Puerto del Garruchal (paso natural que comunica con la depresión litoral del Mar Menor entre Cabezo Pascual y el Puntarrón), para ascender por la Pista de las Basuras en la Carigüela; 

bordeando el Puntarrón (379 m), 

atajo un trecho por ramblizo, 

cruzo el Barranco de los Garres, 

tomando el sendero de la izquierda y alejándome de la Sierra la Cañisola.

El terreno seco y árido característico de esta zona, a modo de paisaje lunar, tiene su encanto; paso junto a la cornisa de piedra con el extraño fósil descubierto en 2017, 

perteneciente a una especie que habitó fondos abisales a 2000 m; se trata del Paleodictyon, 

un icnofósil que aparecen en sedimentos marinos, cuya geometría consiste en una malla formada por hexágonos.

Sigo a la izquierda en el cruce pistero del Sendero de la Cruz del Bojar, 

observo una impertérrita culebra de escalera (Elaphe scalaris) tomando el sol; 

si pueden llegar a medir 150 cm de largo, esta los cumple de sobra; 

de joven hace honor a su nombre por el dibujo en forma de escalera del dorso, que se transforma en dos bandas longitudinales oscuras cuando es adulta como en este caso. 

Vive en ambientes soleados incluso sube a los árboles -a zamparse los polluelos de los nidos-. 

Es un reptil agresivo que sopla espectacularmente al sentirse amenazado, muere atropellado en carreteras por usar el asfalto para calentarse.

Tirando de mi hemeroteca, he estado dos veces en el Miravete Chico (Cruz del Picacho, 345 m), una el 27/05 2015

 y la otra el 08/02/2019, 

cuando Antonio Paredes nos impartió una clase magistral sobre la cultura argárica en su cima, ya que aquí se erigió un importante poblado perteneciente a la cultura argárica (Edad del Bronce), una de las sociedades de mayor relevancia en la Europa del III y II milenios a. C. 

Ahora han instalado una magnífica plataforma de madera,

 mirador 

sobre las Sierras de Altaona, Cañisola, Mamellones, Columbares, Puntarrón, Cabezo del Buitre, Rambla del Puerto del Garruchal y la Umbría de Los Sánchez .

Volviendo sobre mis pasos en descenso al Barranco de Los Garres, corto la pista y me interno por el Sendero de los Acebuches, 

muy abundantes en el ramblizo por el que discurre encajonado en su primera mitad; 

la otra parte se empina abruptamente 

sin dar tregua 

hasta el collado (264 m) pistero, con los Mamellones y el Pico del Águila al fondo.

Tras pistear 130 metros, tuerzo a la derecha en el siguiente collado (272 m), donde continuar por senda corta y abrupta

 a lo alto del Puntarrón, 

por segunda vez; la primera fue el 23/ 05/2016; 

como pasa el tiempo para los humanos (y se estropean los cuerpos, diría Lina Morgan), 

mientras que resulta insignificante para la falla del Puntarrón,

 que pone en contacto unos conglomerados rojizos (sedimentos continentales de abanicos aluviales, ricos en partículas de hierro oxidados, de hace unos 12 millones de años) a la derecha, 

con unas margas claras (pertenecientes a depósitos marinos profundos) más recientes a la izquierda, 

provocadas por el empuje de la placa tectónica africana sobre la continental europea, dando lugar a dos zonas claramente diferenciadas por el color, provenientes de distintas profundidades.

Con el día despejado y buena temperatura, me deleito con el vasto paisaje que alcanza la vista: 

La Panocha en la Cresta del Gallo, Los Mamellones, Columbares, gran parte de la Vega del Segura, las Sierras de Orihuela y de la Pila, etc.

De vuelta me acerco a explorar, en la cercana Carigüela, una traza montañera, para hacer acompañado y en ascenso mejor de bajarla, otro día será. 

Termino el descenso 

por la pista de Sierra Cañisola, 

saliendo al paraje de La Venta y pista de Los González y Los Pérez.

Continuo orillado por la carretera 

que fue una antigua calzada romana y después una cañada agropecuaria, hasta la explanada del Buho, antigua fuente de información medioambiental y área abandonada; 

desciendo por traza senderil

 a la Poza del Garruchal, 

palabra que proviene de carrizal; en clara alusión a la abundancia de cañaverales que presenta su paisaje; 

retomando el asfalto, camino paralelo a la Rambla del Puerto del Garruchal en dirección al aparcamiento, fin de esta ruta evocadora.

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