Campillo de Adentro-Cuartel de la Guardia Civil de Boletes-Baterías de Castillitos, Jorel y Atalayón

 

Accesos desde Isla Plana o las Cuestas del Cedacero (RM-E22) a Campillo de Adentro, por la carretera a Cabo Tiñoso (RM-E23) aparco en el Bar Cantina.

Antes de cruzar la Rambla de la Azohía, tuerzo a la izquierda por la pista asfaltada, 

con vistas del fortín militar; levantado durante la dictadura de Primo de Rivera en 1924, para acoger a una dotación de carabineros, cuya misión era defender la base naval de Cartagena, estuvo en servicio hasta el año 1993; ahora es propiedad particular.

Se acaba el asfalto, paso junto al aparcamiento del Barranco de Nogueras, en zona de antigua actividad espartera, ahora declarado como espacio natural de la Sierra de la Muela, Cabo Tiñoso y Roldán, catalogada como ZEPA y LIC; 

alcanzo la pista de entrada al Collado del Bolete

 donde coincido con un rebaño de montesas.

La pista se eleva por la falda del Garabitos (489 m), me aproximo a un mirador natural con vistas de la Bahía de Cartagena y Cabo Tiñoso, lugar elegido para emplazar los cañones destinados a cruzar fuegos con Monte Cenizas, creando un arco protector sobre el Puerto de Cartagena.

En el descenso pistero, veo junto a unas albaidas un pequeño cañar 

donde se escucha el rumor del agua, se trata de una pequeña fuente sobre el Barranco de la Pistolera;

la pista zigzaguea en pronunciado descenso al antiguo cuartel de la Guardia Civil de Boletes, rehabilitado y de propiedad privada;

observo los buques que esperan turno debido al tráfico de mercancías del Puerto de Cartagena.

Emprendo la vuelta 

en duro ascenso al collado y posterior descenso

 a la carretera de Campillo de Adentro; en una curva vuelvo a encontrar cabras montesas; 

inicio la subida a la Batería de Castillitos, 

por la estrecha carretera militar de 9 km con amplias curvas y suave pendiente, 

para que pudiese una locomóvil, apodada La Cotorruela, remolcar los pesados tubos de 80 Tm y 17 m. de largo que tenían los cañones; el camino se completa con otro auxiliar para suministrar arena desde Cala Salitrona hasta la base del Cabezo del Atalayón (donde hay una batería desmantelada).



La comisión eligió Cabo Tiñoso (el topónimo Tiñoso, se refiere al espigón montañoso con calvas de arbolado donde se asienta a 146 msnm el faro) para emplazar los cañones, destinados a cruzar fuegos con Monte Cenizas, creando un arco protector sobre el Puerto de Cartagena; 

alcanzo el cruce con la pista mampostera (GR-92) 

que, por la izquierda, irá descendiendo serpenteante por el Cantalar a Cala Salitrona; 

esta vez me toca seguir recto hasta la garita del cuerpo de guardia de la Batería de Castillitos.

Situada a una cota de 250 msnm, su fachada imita un castillo medieval, 

fue construida y artillada entre 1933 y 1936, dotada con dos cañones de costa de la empresa británica Vickers-Armstrong, modelo 38,1/45 cm (quince pulgadas); 

capaces de disparar un proyectil de casi una tonelada a 35 km; 

el traslado de proyectiles desde las chilleras hasta los pozos se realizaba a través de una red de railes; 

su labor era proteger la entrada a la Bahía de Cartagena junto a su gemela, la Batería de Cenizas del cabo Negrete, en un fuego cruzado que impidiese la entrada de elementos hostiles; permaneció en servicio hasta 1994, cuando se procedió a la aplicación del Plan Norte, que buscaba un mayor aprovechamiento de los recursos de las Fuerzas Armadas. Estas construcciones imitan la textura de la roca para mimetizarse con el amplio paisaje.

Me dirijo hacia las cercanas instalaciones de la Batería Jorel a 218 msnm; 

se artilló entre 1933 con cuatro Vickers de 152,4 mm. a barbeta (de los que se conservan tres, la cuarta fue trasladada al Museo de Artillería de Cartagena); 

ya que los pescadores de la zona tenían sus referencias para la pesca del “jurel”, se la denominó “Jorel”; en 1937 disparó sobre los cruceros nacionales Baleares y Canarias; en 1945 recibe la denominación oficial de Batería C-2 y posteriormente declarada BIC. 

El recinto se encuentra vallado con maderas, hay cartelería con avisos de derrumbes o caídas y las entradas a las dependencias se encuentran selladas con paneles metálicos enrejados para evitar accidentes, 

porque ya no queda nada que robar; en vez de rehabilitar y acondicionar en su día evitando el expolio y la ruina.

Retomo el camino de vuelta cruzando la barrera a vehículos y comienzo el ascenso a la Batería del Atalayón 

con grandes vistas 

y mas de lo mismo en cuanto al cierre de aberturas; 

desciendo raudo al cruce con la pista mampostera de la ida, para tomar un sendero a la izquierda, realizando un descenso técnico de nuevo a la pista asfaltada. 

Asciendo 775m para volver a disfrutar de otro descenso técnico por sendero trialero, 

me deja satisfecho de nuevo en el Collado de Boletes de vuelta al aparcamiento.


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