San Pedro y La Hita

Accedo desde la Autopista AP-7 por la salida 774 San Pedro del Pinatar y Pilar de la Horadada, en la primera rotonda sigo dirección Lo Pagán y recto en la segunda para aparcar en la tercera.

Inicio el paseo al Alba por el carril bici, circunvalando parte de las charcas salineras,

a mi izquierda dejo la Torre del Coto (observatorio),

paso frente al aparcamiento de El Salero y el Centro de Visitantes Las Salinas.

La vegetación sumergida está compuesta por tapetes de cianofíceas, por bacterias y algas unicelulares como la Dunaliella, responsable del color rojizo del agua. A la Dunaliella salina se la conoce por su actividad antioxidante, usada en cosméticos y en suplementos nutricionales como productora de beta-caroteno.

Entro por las Casas de Cotorrillo en ruinas junto a las Salinas de Coterillo;

el Parque Regional de los Arenales y Salinas de San Pedro del Pinatar, un espacio protegido de la Región de Murcia, es un humedal con arenales, un puerto y unas salinas en explotación, situado en la parte norte del Mar Menor. En el parque se pueden encontrar diversos ecosistemas locales: estanques salineros, pinar, carrizal, saladar, dunas y golas o encañizadas.

Recorro en solitario el estrecho cordón dunar

por las Playas de La Llana: Las Salinas,

Barraca quemada

y Punta de Algas

en la zona de las Encañizadas -Son cañas clavadas al fondo, en forma de laberinto donde los peces se quedan atrapados-. Las encañizadas de la Torre y el Ventorrillo, tienen cada una un edificio de dos plantas para auxiliar las labores de pesca y albergar al personal (de acceso con embarcación).

Pedaleo por una estrecha barra de tierra entre el mar y las salinas, observando flamencos

y espumas cargadas con partículas de sal, hacia el Molino de la Calcetera (o Ezequiela);

desde la Playa de la Mota a los baños de lodo y el Molino de Quintín en San Pedro del Pinatar;

continuo por el carril bici de la Playa de Villananitos en Lo Pagán hacia la Puntica.

Se suceden las playas del Castillico, Arcos, Colón y del Pescador camino de Santiago de la Ribera;

voy perimetrando la Academia General del Aire de San Javier;

la misión de la AGA es formar a todos los futuros Oficiales del Ejército del Aire; entre sus activos cuenta con la Patrulla Águila,

siete aviones que realizan diversas maniobras acrobáticas con distintos tipos de formación.

El Mar Menor es una laguna salina costera mediterránea del Sudeste español; cuyos humedales ribereños amenazados por el exceso de edificaciones como la Marina del Carmolí, el Saladar de lo Poyo, las Salinas de Marchamalo o la Playa de la Hita, son Zonas Especialmente Protegidas de Importancia para el Mediterráneo (ZEPIM); estos humedales en entorno de salinas, favorecen la subsistencia de cigüeñuelas, carriceros, charrancitos, garcetas, garzas, alcaravanes, etc.

Se realizaron actuaciones en 2006 para recuperar este espacio protegido de unos 300.000 m², eliminando los residuos, reubicando accesos, acondicionando 2.500 m de sendas, construyendo 750 m con pasarelas de acceso a la costa, un mirador observatorio, zona de aparcamiento y de recreo de 800 m²; dotando la zona de elementos interpretativos y de educación ambiental.

Rodeando el aeropuerto de San Javier en dirección al Camping Mar Menor, giro poco antes de su entrada por un corredor

tomado en parte por el carrizal,

entro en la zona playera del camping,

observando la casona con torreta pintada de azul que lo preside;

tras breve parada en su embarcadero,

disfrutando de la luminosidad, las tranquilas aguas y la ligera brisa marina,

doy la vuelta por las pasarelas de madera,

rodeado por la flora halófita cuya tolerancia o excretando el exceso de sal, les permite reinar en este medio.

Al inicio del Paseo de las Salinas, giro a la derecha en busca de caminos alternativos, que me lleven de nuevo al carril bici de vuelta a San Javier, siguiendo el track de la ida, echando un vistazo a la exposición de aviones del paseo marítimo y,