Embalse de Ojós-Mirador de Bayna-Parque de Las Cuevas-Castillo de Blanca

Acceso desde la autovía A-30 Murcia-Albacete salida 110 a Blanca (RM-553), pasada la gasolinera en la curva junto a una casa amarilla, entramos al Barrio del Café. Aparcamos al final del asfalto (38°10'28.57"N 1°21'18.57"W).

Partimos por el carril junto a la Rambla de San Roque,

vamos rodeando el Embalse de Ojós

disfrutando de su área recreativa y la avifauna;

las perretas corretean sueltas

hasta las plantaciones de Los Toledos;

enlazamos con la calle Alto de Bayna

hacia su espectacular mirador.

Tras disfrutar de las vistas sobre el valle y sierras circundantes,

descendemos

al Parque de Las Cuevas de Blanca y el bonito paseo fluvial del Río Segura;

hacia su final, subimos la rampa

y escaleras al pintoresco lavadero;

a la derecha por la Calle Anguillara Sabazia

llegamos a la Plaza Calvo Sotelo,

donde se inicia el ascenso al Castillo de Blanca.

El castillo se eleva a una altitud de 223 msnm, de la edificación original supuestamente mandada construir por el emir murciano Muhammad ibn Mardanis, el Rey Lobo, se conservan en pie sólo tres torres unidas por dos cortinas, fabricadas mediante un encofrado con mortero de cal y piedra (tapial);

tras la expulsión de los moriscos de 1609, el gran coste que suponía el mantenimiento de esta edificación y la pacificación tras la conquista de Granada, es presa del abandono hasta su posterior restauración.

El laberinto de callejuelas y casa ruinosas nos deja sorprendidos,

máxime con la amenaza de un derrumbe cualquier día;

las escaleras hechas con bordillos sin aristas, facilitan el ascenso hasta la cima,

donde las magnificas vistas sobre la Vega Media nos complace.

Tomamos el mantente y descendemos,

un gato me deja maravillado con una muestra de agilidad, ante la amenaza de las perretas, trepa por la pared vertical de Peña Negra,

roca de origen volcánico sobre la que se asienta la ciudad y origen de su nombre; el cambio de Negra a Blanca, probablemente se efectuara entre los años 1353 y 1362, por la influencia de doña Blanca de Borbón, reina de Castilla.