Trialeras y Trialerillas por El Valle
Parto desde el Auditorio Victor Villegas por el carril bici de Ronda Sur, me desvío al jardín del infante,
retomo el carril bici; hago foto del Palacete de los Alburquerques
y salgo a la Carretera de Santa Catalina a Santo Ángel;
paso por la Plaza del Charco en subida por el Verdolay, para tirarme por el primer sendero técnico
y cruzar a mi aire la pinada al Área recreativa de Los Pájaros.
Por carril paralelo,
subo hacia el Centro de Visitantes, Centro de Coordinación Forestal y Balsa Redonda de El Valle;
sigo carretera arriba hacia el Sequén; al final del descenso, giro a la derecha por el Sendero del Espino a la Rambla del Valle.
Cambio de dirección en subida por la Pista del Relojero, enlazo con la del Sequén y,
poco mas arriba, me lanzo por la izquierda, en el 3º descenso muy corto y bastante técnico;
salgo a la de subida al Sequén
y de nuevo a la del Relojero; pedaleo hasta coger el atajo a la derecha, para continuar pisteando hacia el Relojero. Voy atento por la izquierda a la 4ª trialera no muy técnica,
desciendo casi a la pista del Relojero, porque sigo el sendero que ataja en subida; me queda el 5º y mas peligroso, el descenso por el cortafuegos;
termina por pista a la izquierda; cruzo la transversal de la Tubería (Camino del Apóstol) hacia el Cabezo de la Luz; voy muy atento, porque no se ve la traza, para atrochar por la derecha y 6ª trialera hacia la ilustre chatarra del Coche Azul,
un Austin Morris;
Entronco con la pista de la Tubería
en largo y pedregoso descenso, tuerzo a la izquierda por la pista asfaltada,
subo unos escalones y continuo por el Sendero Umbrías de Santo Angel PR-MU 22,
bello paraje de abigarrada vegetación con algún repecho duro, alternando las vistas sobre el Santuario de la Fuensanta, el Seminario y el Ermitorio de La Luz;
y un último tramo técnico entre olivos y algarrobos. Los hermanos de la Luz formaron una cofradía, eran un grupo de anacoretas que se refugiaban en los abrigos rocosos del entorno,
subsistían de los productos de sus tierras y de la limosna; más tarde, elaboraban con cacao el “chocolate de La Luz”, pero al aumentar el valor del mismo, lo sustituyeron por las algarrobas, por eso en las terrazas de cultivo externas al convento hay bastantes algarrobos.
Carretera abajo pedaleo hasta el cruce, donde parte un sendero por la izquierda al fondo del Barranco del Sordo, hay que bajarse un par de veces por árboles e imposibilidad de giro;
enfrente de la rambla, sigue sin dificultad reseñable bajo pinar
y después en ascenso hasta cortar la pista de entrada del Seminario Menor de la Orden de los Benedictinos, ahora sometido a reformas para recuperar su uso como centro de formación religioso y acoger el centro misionero Redemptoris Mater; después se hace trialerillo hasta alcanzar la Cruz Blanca del Corazón, muestra de fervor popular.
Cruzando el aparcamiento rodeo el Santuario de la Fuensanta,
cuya construcción empezó en 1694 sobre los restos de una antigua ermita medieval, es de estilo barroco, con dos ángeles sosteniendo el escudo del cabildo catedralicio de Murcia en el portal central y, en el centro, la figura de la Virgen de la Fuensanta patrona de Murcia.
Se encuentra al cuidado de las monjas benedictinas; otras construcciones anexas son la casa del Cabildo con un mirador y el monasterio de las monjas; el origen del culto a la Virgen de la "Fuente Santa", viene de una leyenda que narra la aparición del milagroso manantial que riega el paraje.
Tras disfrutar de las vistas sobre la Vega Murciana,
inicio bajada por un lateral escalonado
hacia las Cuevas
del Tránsito San francisco de Asís
y la del Hondoyuelo, también conocida como de la Cómica Francisca de Gracia, actriz que se retiro a esta cueva como ermitaña, donando sus posesiones a la Virgen de la Fuensanta, cuando el 23 de febrero de 1610, el Cabildo le concedió licencia a la cómica y a su marido para vivir en ella y le dio el título de “santera”;
acabo la bajada por encima de la Fuente Santa
para rodear por sendero Villa Pilar.
Realizo unos metros a la izquierda por dirección prohibida para echar un vistazo a la Finca El Pino (Torre Cierva) desde zona ajardinada;
la historia de esta finca está relacionada con la Guerra Civil, cuando se traslada por motivos de seguridad, El Pabellón Médico del Hospital Central de Aviación de Valencia en 1938.
La casa tuvo visitantes ilustres de la villa, el conde de Romanones en 1934, los hermanos Álvarez Quintero (1930) y gran parte de los alcaldes de toda la Región, junto a diversas autoridades; fue subastada hace años y adquirida por la Fundación Cajamurcia. Ha sido restaurada en su totalidad pero no hay posibilidad de visitarla.
Hago un tramo encementado por el Barranco del Sordo con arte graffitero a lo largo de una pared; los motivos reflejados entre aerosoles, están relacionados diversos temas (cultura, mar, espacio, fantasía o mística);
cruzo la RM-302 de Santo Ángel
para salir a la rotonda hacia Patiño, pero no sin antes rodar por carriles huertanos
paralelo al Reguerón de vuelta a la salida.
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