Sendero Corga da Fecha-Balneario de Lobios
un gallo y sus dos gallinas.
Seguimos a pie 150 m
al cruce donde se oferta la ruta, por
el antiguo trazado de la Vía Romana XVIII que unía Braganza con Astorga,
declarado como Camino Natural del Interior Vila Nova-Portela Do Home-Santa
Comba.
En otros 170 m, dejamos la pista para explorar las ruinas de
la mansión romana de Aquis Originis;
a lo largo de la calzada, una serie de
villas romanas, hostales gestionados por el estado para el descanso de
los viajeros que empleaban las calzadas romanas,
facilitarían el comercio de
materias primas tales como el oro, que provenían de lugares como las Médulas,
en la comarca del Bierzo, provincia de León;
esta mansión, ubicada en pleno
Parque do Xurés (Reserva de Biosfera), a escasos metros del curso fluvial del
Río Caldo y a muy poca distancia del paraje formado por A Corga da Fecha;
el
lugar probablemente fue elegido por que justo allí emanaban aguas termales,
aprovechadas para crear unos fantásticos baños calientes y sistemas de
calefacción que disfrutaban los habitantes de la mansión.
Seguimos pisteando durante 930 m al cruce por el que
volveremos,
cruzamos el Río Corga da Fecha,
afluente de Río Caldo hacia el que
nos dirigimos para echar un vistazo al Muiño do Crego,
volvemos sobre nuestros
pasos unos metros prosiguiendo por la pista, una hornacina nos arranca una
sonrisa, ya que en vez de virgen, hay un hito de piedras en su interior;
subo
trepando por las rocas catarata arriba para hacer buenas fotos,
el entorno es
tan agreste como bonito,
las aguas cristalinas de tono esmeralda invitan al
baño.
Desciendo a la pista pasando entre los operarios de
mantenimiento, se encuentran almorzando en tan idílico lugar;
de vuelta voy
entrando y saliendo a las orillas del Río Caldo entusiasmado con la limpieza de
sus aguas, adornadas de robles y madroños;
en una explanada
se encuentra otro
molino y un área de recreo;
vemos el cadáver de una musaraña, mamífero que caza
su alimento tanto de día como de noche (insectos y sus larvas, caracoles,
arañas, etc.; también de lagartijas, ranas y pequeños roedores),
su vista es
pobre y su vida muy corta (de uno a dos años), se defiende de sus depredadores
produciendo un desagradable olor, desgraciadamente no acaba de funcionarle con
las aves, ya que tienen un sentido del olfato débil; prefiere los lugares con
cierta humedad, terrenos pedregosos y abundante vegetación; se trasladan de un
lugar a otro en fila india con la madre delante.
La diversidad botánica incluye a los abetos que jalonan el
camino, sobresaliendo entre pinos, robles y castaños;
la tranquilidad se vive a
cada paso, mirando entre las trepadoras las pozas cristalinas de reposadas aguas,
estamos solos haciendo la ruta, la temperatura es bastante llevadera,
un
lagarto ocelado nos sale al paso,
las truchas juegan al escondite en el río,
esto es naturaleza en estado puro.
El durmiente balneario nos recibe en silencio,
parece que
somos los protagonistas de alguna peli apocalíptica,
vemos remolinos pero no
hace viento, es en una zona concreta y no es polvo, es vapor de agua; una
salida que desde el balneario se vierte al río;
un cartel nos recuerda que,
carretera arriba hacia la frontera con Portugal y el Parque Natural Peneda
Gêres-Xurés, cosa que veremos mañana cuando hagamos la ruta de la Cascada
Portela Do Home, a la orilla de la carretera se encuentra una cantera de
miliarios;
un miliario o piedra miliar es una columna cilíndrica situada al
borde de las calzadas romanas, para señalar las distancias cada mil pasos (milla
romana, aproximadamente 1480 m.).
Dejamos el solitario Balneario de Lobios,
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