Puntas de Calnegre-Calas de Bolnuevo-Trialeras de Puntabela


Accesos: Desde la NA-332 Mazarrón-Aguilas, podemos llegar a Puntas de Calnegre desde el Ramonete o Cañada de Gallego por la RM-D21.
Partimos por la carretera desde Puntas de Calnegre hacia el Ramonete durante 1,3 km, 


giramos a la derecha por pista, 


cortamos la ancha Rambla de Ramonete, 


pasando junto al molino de Parazuelos 



y la Casa de los Tiranos; 


en Morros Negros cruzamos entre cultivos bajo plástico de tomateras 



a la Playa de Percheles, un arenal con forma de media luna y algunas palmeras, que ha suscitado la polémica; el propietario del terreno, con toda lógica, quiere sacar partido de la ocupación de su finca, venía cobrando por estacionar tres y cinco euros diarios (turismos y caravanas); pese a la oposición del alcalde, que lo considera ilegal porque no existe licencia de actividad y el camino de entrada es de servidumbre a fincas; admitiendo que no pondrá impedimento, siempre que presente la documentación pertinente.


Costeamos pasando por el túnel de tarays de la Playa Covaticas, 



seguido del Cabezo de la Pelea; 


cruzamos el encharcamiento de la Rambla de Villalba, 




descendemos a la Playa del Hondón del Fondo; 


faldeando la Sierra de las Moreras, alejándonos de los acantilados que acogen bellas y agrestes calas, salpicadas de rocas con caprichosa apariencia, esculpidas por la erosión que rodean Punta Negra.



Pedaleamos disfrutando de la brisa marina al paso del "cañón rojo" con vistas de la Isla Cueva de Lobos (hasta hace pocos años eran visibles las últimas focas monjes del Mediterráneo), 






hacemos una breve parada cerca del monolito; 




cruzamos la puerta que impide el acceso a vehículos no oficiales y ascendemos la rampa en la Playa del Rincón; girando a la izquierda por la pista asfaltada que nos eleva con grandes vistas del Golfo de Mazarrón.



En la bifurcación, seguimos a la derecha faldeando la Sierra de las Moreras; rodeando Piedra Mala (111 m), descendemos a la izquierda por sendero trialero


 a las ruinas de la Casa de Cueva de Lobos, 


en la bifurcación de senderos, lo hacemos por el más difícil a la derecha, enlazando con la Rambla de Picacho.
Realizamos un tramo de 220 m por la pista principal, para tomar otra pista en desuso a la derecha, nos conduce por sendero, 


cambiando de dirección junto a una pedrera, de nuevo a la pista principal; en 300 m giramos a la derecha siguiendo otra pista, acaba en sendero cuando caminamos por el paraje de Caraleño, 


nos aboca al ramblizo de la finca rural Villa García; 


vemos tres balsas consecutivas, de diferente tamaño y forma; el sistema de abastecimiento de aguas consta de una galería con lumbreras (pozos), conocida como qanat (del árabe "canal") infraestructura hidrogeológica para la captación de una capa de agua subterránea, su succión hacia el exterior y conducción por una o varias galerías de drenaje ligeramente inclinadas y dotadas de pozos verticales de acceso y aireación.



Enlazamos con el track de vuelta hasta la Playa de las Covaticas, 


seguimos pisteando a la derecha mientras rodeamos las ruinas de un caserío a la Carretera de Percheles; 


la seguimos a la derecha 200 m y por la izquierda 300 m, como vamos bien de tiempo, cometemos el error de entrar por el ramblizo en ligero ascenso, pero el lecho de arena y piedra suelta, nos obliga a echar pie a tierra en dos ocasiones (menos al hombre eléctrico que va sobrado de watios), por tanto mi consejo es continuar rectos 150 m enlazando con el track de la ida.


En Morros Negros, ya por asfalto, con vistas de los invernaderos (algunos están siendo reconstruidos, hay sandias destrozadas por el suelo),  


nos dirigimos hacia la Playa del Palomarico en Parazuelos; 



entramos al Chiringuito y cierro el track, 





pero como sigue siendo pronto para que la plancha de la cocina trabaje, acortamos los 1,5 km que nos quedan para Puntas, 


observando la Casa Azul, 


residencia veraniega de Margarita Lozano, 


actriz lorquina adorada por Buñuel y Pasolini; cargada de valores humanos, con su pasión por disfrutar de la vida, al margen de convencionalismos sociales, me siento plenamente identificado.


Nos vamos a duchar a casa de Juan y aperitivar en el Restaurante Calnegre. 



Mi agradecimiento a Juan Guillen por su generosidad 


y a Jose María 


por su valentía, al seguir mi rueda en las trialeras, cosa nada fácil, aunque conlleven algunas heridas de guerra.



Descargar track

Comentarios

  1. Ha sido una ruta amena con grandes y bonitas panorámicas y con algunas trialeras para darle una cierta emoción.
    Muy bien llevada por nuestro monitor Antonio y ccomparida por Juan. Ha sido un disfrute..

    ResponderEliminar

Publicar un comentario