Villanueva de los Infantes monumental

En el centro del Campo de Montiel, al Sureste de la provincia de Ciudad Real, se encuentra Villanueva de los Infantes "El Lugar de la Mancha"

un importante conjunto histórico representativo del barroco y del renacimiento manchego. Destacan numerosos edificios civiles, religiosos, palacios y casas populares de gran belleza; en sus fachadas se conservan más de 250 escudos, 

sus casas solariegas presentan en general, un edificio de planta cuadrangular con patio central en forma de claustro; la portada de la fachada decorada con columnas toscanas y el escudo de armas; en la primera planta las dependencias residenciales.

Partimos desde la rotonda conformada por la Avenida de Las Viñas y el Paseo de las Cooperativas; por la Calle Cruces y Vicario, torcemos a la derecha por Santo Tomás y a la izquierda por General Pérez Ballesteros, donde podemos ver una casa nobiliaria con portal deteriorado

 y el Palacio de los Fontes, fachada que aúna sillares de cantería con paramentos de ladrillo, la portada central presenta almohadillado y placas recortadas, interior estructurado en torno a un patio cuadrado sobre ocho columnas con zapatas;

 al lado, La Alhóndiga, 

construida como pósito y casa de contratación, canalizaba la actividad comercial desde mediados del siglo XVI, hasta que en 1719 se transformó en la cárcel del partido, 

su patio rectangular abierto con dos y tres vanos de medio punto, sobre gruesos pilares cilíndricos con capiteles toscanos; en varios de estos pilares aún se conservan inscripciones de los presos.

Cruzamos delante de la Iglesia de San Andrés, 

fachada de estilo clasicista, con un profundo arco de medio punto que cobija la imagen de San Andrés y el escudo de los Austrias, debida a Francisco Cano, es herreriana; 

seguimos por Ramón y Cajal, Costanillas y Monjas Franciscanas a la Plaza Fuente Vieja, 

rodeando el Convento de Las Franciscanas 

con la Iglesia del Corpus Cristi, fundado en 1521, 

su origen fue un beaterio de clarisas; 

en la fachada destaca el equilibrio de volúmenes; el interior es un sencillo diseño barroco.

Continuamos por la Calle Rey Juan Carlos, 

vemos el Palacio de Buenanoche (siglo XVIII), patronos de la Iglesia de la Encarnación, de estética clasicista su portada adintelada con columnas dóricas y piso superior balconado con pilastras dóricas; 

a continuación la Casa de D. Manolito, llamado así en recuerdo de un propietario reciente, es la casa troncal de los Ballesteros del siglo XVI. 

Perteneció a D. Fernando Ballesteros Saavedra, Gobernador del Campo de Montiel y alcalde esta Villa; fachada de reminiscencias clásicas con héroes de la antigüedad (probablemente Teseo y Hércules) con las armas de los Ballesteros y las de los Muñoz, apellido de su mujer; actualmente es el Centro de Día.

Seguidamente pasamos junto al Palacio de los Ballesteros, 

edificio renacentista del siglo XVI con los muros de sillería, de sus tres niveles, el tercero es una galería abierta con arcos entre pilastras, conserva su escudo de esquina; 

más adelante, nos fijamos en dos escudos presidenciales

 de la portada de otras de las muchas casas blasonadas (nº 10 y 15), 

así como una puerta labrada en madera, 

correspondiente a la vivienda donde nació un personaje ilustre de la Villa.

Nos acercamos a la Plaza Mayor bajo los soportales de acceso, 

de estilo neoclásico; elemento clave del diseño urbano, donde se instalaron las principales instituciones políticas y religiosas; 

de principios del XVII, tiene planta rectangular; 

al sur, amplias balaustradas de madera sustentadas por zapatas; en los otros dos lados una sucesión de arcos de medio punto; a nuestra derecha, la magnífica Casa Rectoral, 

anexa a Iglesia de San Andrés,

 se estructura en tres pisos rematados con un frontón triangular con óculo central, dobles bolas a modo de acróteras y cruz de la Orden de Santiago en el centro; 


enfrente se encuentra el Ayuntamiento; 

alzado en tres cuerpos, el inferior con arquerías de medio punto, el siguiente con balcones y frontón triangular, desde donde las autoridades presenciaban los festejos celebrados en la plaza; 

destaca el escudo que le dio el Maestre a la Villa. 

Al fondo izquierda vemos las cuatro esculturas en bronce a tamaño natural de El Quijote y Sancho, con sus cabalgaduras Rocinante y Rucio, obra del escultor local Juan Antonio Giraldo.

Dejamos la plaza por la Calle Cervantes, calle principal preferida por las familias de alta cuna, poderío económico y prestigio social; la primera no dispone de información, la siguiente es el Palacio del Marqués de Camacho; la fachada hace esquina, superando los dos cuerpos del conjunto, una pequeña torre sobre pilastras toscanas de piedra en forma cuatripartita, el ángulo se adorna con un bello escudo heráldico esquinado; 

en la esquina con la calle Jacinto Benavente se encuentra la Casa Del Caballero Del Verde Gabán, inspirada en la que perteneció a D. Diego de Miranda, y que según la tradición, aparece descrita por Cervantes en el capítulo XVIII de la segunda parte de El Quijote; 

fue casa de la compañía de Jesús como delata la cruz existente sobre la puerta; en su interior bello patio al estilo castellano, con pórticos sobre columnas toscanas con zapatas; las galerías superiores conservan la estructura de madera; no falta el típico pozo y entrada a la cueva.

Continuamos con el Palacio del Marqués de Melgarejo, fachada clasicista con los emblemas familiares; a destacar su patio principal donde se elaboran los pórticos sobre columnas jónicas y zapatas manieristas; 

posee una imponente escalera imperial del S. XIX en mármol, de arranque único con dos salidas y en el frontal una vidriera modernista con decoración neorrenacentista; 

le sigue la Casa Cuartel de la Orden de Santiago, de 1749, 

según atestigua la inscripción de la fachada, cuya leyenda es la siguiente “Casa del Insigne e Real Convento de Uclés Cabeza del Orden de Santiago...”,  se abre al exterior con una portada adintelada y almohadillada. 

Enfrente otra sin información.

Pasamos junto al Museo de Arte Contemporáneo "El Mercado" en la planta segunda, el museo moderno y funcional que alberga, como exposición permanente, la colección Himalaya de arte contemporáneo español y en la de abajo el mercado de abastos;

 al lado, el Convento de la Encarnación y su fachada-retablo con un altorrelieve de la Anunciación (en la actualidad es un auditorio).

Poco más adelante veremos Casa Palacio de Rebuelta, en principio perteneció a la familia García del Busto, si nos atenemos a las piedras armeras y al escudo tallado; se ajusta a las casas agrícolas de la zona, además de los corrales, posee una bodega de varios pisos.

Decorar las bocas de los desagües de los canales de lluvia, con formas de animales, seres mitológicos o figuras atemorizantes, fieras o seres del inframundo (gárgolas), dan un toque de distinción, aunque su uso tenía que ver con alejar a los demonios y que la población respetase los edificios religiosos.

Seguidamente una casa relacionada con la Orden de Santiago, según su escudo presidencial; 

alcanzamos la Plaza San Juan, con su sencillo monumento a Francisco de Quevedo, escritor español del Siglo de Oro y caballero de la Orden de Santiago, 

fallecido en el cercano Convento de Santo Domingo, junto a la iglesia de Santo Domingo; 

destaca del convento su claustro de ladrillo con arcos de medio punto, donde se mantiene expuesta su celda; 

en la esquina con la calle Frailes, tiene la iglesia una pequeña espadaña lateral con campana.

Volvemos por la Calle Santo Tomás, 

observando el edificio del colegio del Sagrado Corazón de Jesús; 

algunas puertas presentan una decoración fascinante, 

aunque no es el caso de la Cárcel Inquisición; 

la delata su el escudo inquisitorial con los símbolos del Santo Oficio: la cruz, las tibias cruzadas y la calavera; 

a continuación el Oratorio de Santo Tomás de estilo barroco pleno, pequeña edificación de sillares en la parte baja y mampostería y ladrillo en la superior con espadaña, 

junto al mismo, la Casa Palacio del Marqués de Entrambasaguas, portada adintelada enmarcada por columnas dóricas con fustes acanalados, sostienen un entablamento con friso de triglifos y metopas; en la esquina el escudo heráldico de la familia.

Continuamos 

a la Casa de Los Estudios, donde impartió sus enseñanzas Bartolomé Jiménez Patón, insigne gramático. Maestro de Humanidades y Retórica, 

su patio es uno de los más bellos de Villanueva de los Infantes, con las bóvedas de arista y balaustrada de madera de color almagre.

 

Torcemos por Ramón Herrera para ver la Casa del Arco, 

con fachada inscrita en una honda cimbra; en el interior se repite el esquema de casa solariega: zaguán de piedra y patio señorial de columnas jónicas. 

Cruzamos bajo los soportales de la Plaza para despedirnos de esta Villa de hidalgos.

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