Aranda de Duero monumental

Al sur de la provincia de Burgos se encuentra Aranda de Duero, conocida por su gastronomía, sus vinos de la Denominación de Origen Ribera del Duero y 7 km con más de 120 Bodegas Subterráneas en el subsuelo del casco antiguo construidas entre los siglos XII y XIII; desde la época romana, la elaboración y conservación del vino ha marcado el patrimonio de la ciudad (mosaicos, bodegas, lagares, cubas...); entre su gastronomía destacan el lechazo asado, las chuletillas de cordero y la morcilla de Aranda, variedad local de la morcilla de Burgos.

Desde el Área de Autocaravanas caminamos junto a la fachada de la Iglesia de Santo Domingo de Guzmán, cuya primera partida de Bautismo está asentada en Enero de 1955; en Mayo de 1956 pasa a formar parte de la archidiócesis de Burgos y en 1958 se inaugura el actual templo.

Cruzamos por el Puente Viejo o Mayor, a principios del siglo XIV ya existía este puente medieval, siendo las tropas de Fernando IV las que intentaron derribarlo, en su origen tenía cuatro ojos, 

el actual es una reconstrucción del siglo XIX reinando Alfonso XIII, en la que también se ensanchó, y  se sustituye el antiguo pretil de piedra por la actual barandilla de forja. 

La torre del edificio del Ayuntamiento dar paso a la entrada principal a la villa; el edificio ha sufrido diferentes transformaciones a lo largo de su historia, curiosamente  el Ayuntamiento y su torre aparecen en la novela de Pío Baroja “Con la pluma y con el sable”.

Nos movemos por la Plaza Mayor, lugar de reunión donde celebrar ferias y mercados; aquí levantaron sus residencias importantes nobles castellanos, ubica el Centro de Interpretación de la Arquitectura del Vino; incluye todas las dependencias del Centro y la visita a la bodega de “Las Ánimas”, otra cosa que se encuentra en la Plaza Mayor es el primer plano urbano que se realizó en España. Data de 1503 y se conserva en el Archivo General de Simancas.

Desde la Calle Miel Pasamos por la Iglesia de Santa María la Real, de fachada en estilo gótico isabelino, construida entre los siglos XV y XVI por mandato de los Reyes Católicos sobre una iglesia románica anterior, 

el arquitecto Simón de Colonia, fue uno de los constructores de la Catedral de Burgos; en la parte exterior se ubican los cuatro Padres de la Iglesia de Occidente, San Ambrosio, San Jerónimo, San Agustín y San Gregorio Magno,

 dentro de la iglesia destacan un retablo renacentista del siglo XVI y el púlpito de madera así como la escalera de estilo mudéjar que conduce al coro; la capilla que alberga la pila bautismal, está enmarcada en un pórtico renacentista con decoración de estilo grutesco.

Accedemos por la Calle Santa Ana al Puente de las Tenerías, puente románico de origen medieval que se encuentra situado sobre el río Bañuelos. 

las Tenerías eran los talleres donde se curtían y trabajaban las pieles. Ahora sólo se ve un ojo en el puente, pero en realidad tenía dos. Parece ser que el ojo que ahora está cegado servía para suministrar agua a las Tenerías.

Tras corta rampa rodeamos Iglesia de San Juan, 

situada en un pequeño promontorio, construida durante el siglo XIV en estilo gótico, sobre un templo románico; 

destinado a defender el paso del río Duero como atestigua  la torre fortaleza adosada, fue testigo de importantes sucesos de la villa, como el Concilio de Aranda, que se celebró aquí en 1473; 

el templo ya no se utiliza para el culto, en su lugar acoge el Museo Sacro, una exposición permanente bajo el título “Los caminos de la Luz”, muestra piezas de gran valor del patrimonio religioso de la diócesis de Aranda de Duero.

Vemos la Casa de las Bolas edificio, del siglo XV, objeto de una importante restauración, ha conservado de la fachada originaria el arco de medio punto, la ventana gótica con alféizar de bolas –que da nombre a la casa- y la doble cornisa: la inferior con bolas y la superior con canecillos de madera. La tradición sitúa en esta casa la residencia de Juana de Avís, esposa de Enrique IV, que vivió en la villa entre 1461 y 1464 acompañada de su hija, Juana la Beltraneja y los hermanos del rey: los infantes Isabel -futura Isabel la Católica- y Alfonso. Alberga el Museo con 130 obras donados al Ayuntamiento por el ingeniero de minas Félix Cañada Guerrero, que pasó su infancia en la ciudad. A través de estas obras se aprecia la evolución de la pintura europea desde el siglo XVII al XX.

Por las Calles Palillos y Francesillas

 a la plaza de San Antonio, cruzamos la carretera para acercamos a echar un vistazo a la Iglesia de San Juan de la Vera Cruz, 

templo que alberga en su interior, restos del primitivo retablo del convento dominico del Sancti Spiritus; fue sede del conocido como Colegio de la Vera Cruz, una de las primeras instituciones educativas de la localidad.

Retornamos por la Calle San Francisco buscando la Calle Isilla, aunque ahora es una calle peatonal y comercial, con restaurantes donde degustar el lechazo, antaño era una dehesilla donde pastaba el ganado. 

El crecimiento de la población hizo necesario que el Concejo urbanizara una amplia zona fuera del recinto amurallado. Llegamos a la Plaza del Trigo o Plaza del Pan, 

donde se vendía desde toda clase de cereales; es pequeña y se adorna con una serie de soportales, en el subsuelo de esta plaza se encuentra una de las más importantes bodegas subterráneas, la Bodega de Requejo o Bodega Tierra Aranda; 

seguimos por la Calle Bejar a la Plaza Mayor 

para volvernos por la Calle Postas, donde se hallan un edificio añejo 

y el Teatro Cine Aranda.

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