Perimetrando las Salinas de San Pedro del Pinatar

Accedemos desde la Autopista de la Mediterránia por la salida 774 San Pedro del Pinatar y Pilar de la Horadada, en la primera rotonda seguimos dirección Lopagán, rectos en la segunda para aparcar en la tercera.

Partimos pedaleando por el carril bici, 

paralelos al canal perimetral que protege las Salinas, 

hacia el Molino de Quintín; 

pasamos junto a la zona de "baños de lodo". 

El lodo es sacado del fondo de la charca; tiene un color gris oscuro y consistencia cremosa, se frota por las diversas partes del cuerpo y una vez seco hay que bañarse en la charca salada. 

Se ha demostrado su eficacia en personas que sufren dolores crónicos y para diversas enfermedades cutáneas.

Seguimos entre la Playa de la Rota 

y las charcas almacenadoras

por la estrecha barra de tierra, 

observando espumas cargadas con partículas de sal, 

hacia el Molino de la Calcetera (o Ezequiela); 

vemos la zona de las encañizadas de la Torre y el Ventorrillo, 

tienen cada una un edificio de dos plantas para auxiliar las labores de pesca y albergar al personal (de acceso con embarcación).

Alcanzamos Punta de Algas, 

lugar en el que confluyen el Mar Mediterráneo y el Mar Menor; en la orilla de la playa observamos grandes masas de Posidonia Oceánica; 

admirando el entorno del Mar Menor, Isla Grosa y La Manga; ubicada en la zona de las Encañizadas -Son cañas clavadas al fondo, en forma de laberinto donde los peces se quedan atrapados-.

Pedaleamos con dificultades por la playa de costa baja y arenosa, del Parque Regional de los Arenales y Salinas de San Pedro del Pinatar, 

un espacio protegido de la Región de Murcia, un humedal con arenales, puerto y salinas en explotación situado en la parte norte del Mar Menor. En el parque se pueden encontrar diversos ecosistemas locales: estanques salineros, pinar, carrizal, saladar, dunas y golas o encañizadas. En 1998 fue designado como ZEPA y es Lugar de Importancia Comunitaria, formando parte de la Red Natura 2000.

La variedad e importancia ecológica de los hábitats que se desarrollan en estos espacios incluyen Pastizales y Estepas salinas, Matorrales de enebro, Matorrales halófilos y Praderas de Posidonia oceánica. Existen charcas almacenadoras, calentadoras y cristalizadoras, según la concentración de sal y profundidad.

Seguimos por las Playas de La Llana: Punta de Algas, Playas Barraca Quemada y Las Salinas. 

Salimos de la playa

 al Puerto deportivo por las Casas de Cotorrillo en ruinas junto a las Salinas de Coterillo; 

en el siglo XVIII se construye un muelle de la sal, en 1879 la sal deja de ser monopolio del Estado y salen a la venta, en 1880; 

el empresario gallego Manuel García Coterillo las compra (salinas de Coterillo). 

En 1905 una Mancomunidad las adquiere y amplía sus instalaciones, construyendo los dos molinos de viento: el de Quintín y el de la Calcetera (o Ezequiela), así como el camino que los comunicaba. 

Desde 1920 la compañía mallorquina Salinera Española S.A. es la actual propietaria.

Tras disfrutar de las tonalidades rosáceas de las charcas cristalizadoras, pasamos por la Curva de la Culebra y el aparcamiento de El Salero; 

vemos a nuestra derecha la Torre del Coto (observatorio), 

poco más adelante a los flamencos alimentándose antes llegar al aparcamiento.

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