Burgos Monumental

Fue la capital del Reino de Castilla y de forma intermitente de la Corona de Castilla, desde 1230 hasta el reinado de los Reyes Católicos; capital provisional de la comunidad autónoma de Castilla y León y del bando sublevado en la Guerra Civil. Cuenta con un anillo verde periférico, dos parques lineales en torno a los dos principales ríos que lo atraviesan,  un amplio conjunto monumental de origen medieval, el Camino de Santiago y a menos de 15 km del yacimiento de Atapuerca, el Museo de la Evolución Humana, que expone sus fósiles más importantes.

Comenzamos cruzando el puente 

por la Avenida Conde de Guadalhorce a la Plaza de Castilla, 

tomamos la Calle Barrantes 

pasando junto al monasterio de la Visitación de Santa María,

un cenobio de monjas salesas, donde reparar las ofensas que se hacían al Corazón de Jesús, sobre todo por parte de religiosos y religiosas poco devotos.

Giramos a la izquierda por la Calle Eduardo  donde encontramos enfrentados la Delegación Diocesana

 y el Palacio Arzobispal, 

mandado construido en 1916 por el arzobispo José Cadena Eleta en estilo neo renacentista, 

tras haber derribado el primitivo medieval; destacan sus balcones en las esquinas, las vidrieras y el Salón del Trono.

Torcemos por la izquierda

 a la Plaza Rey San Fernando para disfrutar con la visión de la Portada de Santa María de la Catedral de Burgos, 

con abundancia de detalles escultóricos curiosos jalonan las dos torres y sus chapiteles, 

(al igual que en los pies de la nave mayor, un autómata del siglo XVIII que recibe el nombre de Papamoscas, a todas las horas en punto, mueve un brazo con el que da un campanazo y abre al tiempo la boca). 

Su construcción comenzó en 1222, siguiendo patrones góticos franceses; los elementos decorativos y el mobiliario litúrgico del interior pertenecen a variados estilos artísticos, desde el Gótico, Renacimiento o Barroco.

Ascendemos por la escalinata de la Plaza de Santa María donde vemos la Iglesia de San Nicolás de Bari, 

levantada en 1408 sobre otro templo románico; la preside uno de los retablos más impresionantes del arte del Renacimiento Castellano; 

al lado el Palacio de Castilfalé (siglo XV). Sobre el solar la casa de Los Colonia se inició la construcción de un palacio adquirido en 1565 por Andrés de Maluenda.

 Aunque el edificio, hecho de piedra y ladrillo, como era habitual en la arquitectura doméstica burgalesa, fue transformado por sus sucesivos propietarios; el último, en el siglo XX, fue el conde de Castilfalé. Residencia ocasional de personalidades como el rey Fernando VII y  Napoleón Bonaparte. Cedido por sus últimos propietarios, los condes de Castilfalé, al Ayuntamiento de Burgos en 1969, fue restaurado y rehabilitado como Archivo Municipal, en 1985.

Rodeamos la Iglesia de San Esteban, 

construcción gótica levantada entre finales del siglo XIII y principios del XIV, 

sustituyó un templo románico. Alberga el Museo del Retablo.

Descendiendo por la Calle Valentín Palencia

 admiramos el Cimborrio de la Catedral, 

entramos en Rincón de la Llana 

cruzando bajo su arco 

a la Plaza Huerto del Rey 

y la escultura de la diosa Flora, madre de la naturaleza,

 sentada sobre un pez, vertiendo agua sobre un cántaro;

 a su final tuerzo dos veces a la izquierda, para ver la casona y palacio de los nobles Rodríguez de Salamanca y Gil Delgado, condes de Berberana. Se trata del Hotel Rice Palacio de los Blasones, un hotel de 4 estrellas.

Vuelvo sobre mis pasos para caminar hacia la izquierda, atajando a la Iglesia de San Gil Abad, 

sin pasar bajo el arco de Texada, lugar de paso de grandes carros con mercancías provenientes de los puertos del Cantábrico; 

este templo gótico de austero aspecto exterior, 

fue debido a que estuvo incluido en la muralla de la ciudad.

Desde la Calle Trinidad alcanzamos la Plaza Alonso Martínez el Palacio de Capitanía General; sirvió de base militar durante el levantamiento de la guerra civil y Franco fue declarado jefe superior de los Ejércitos de España. Alberga el Museo Regional Militar.

Desde la Calle Laín Calvo 

pasamos a la de San Lorenzo donde además de la zona de tapeo se encuentra la Iglesia de San Lorenzo el Real, templo cristiano de estilo barroco construido entre 1684 y 1694. Tras la expulsión de los jesuitas a finales del siglo XVIII, la iglesia se convirtió en parroquia.

Desembocamos en la Plaza Mayor (1221), conocida como plaza del Mercado Menor, concedida por los reyes Fernando el Católico y Carlos I, se convirtió en el mayor centro de actividad comercial de Burgos. En un lateral, el Ayuntamiento construido en 1230, tiene en su Puerta de entrada, uno de los mejores grupos escultóricos de España.

Rodeamos la estatua homenaje a Carlos I, 

nos abastecemos en la confitería y pasamos por la Calle Entremercados a la Plaza de Santo Domingo de Guzmán, 

para observar el Palacio de los Condestables de Castilla 

-Casa del Cordón- un antiguo palacio renacentista originario del siglo XV. 

Su promotor fue Pedro Fernández de Velasco, condestable de Castilla. El diseño inicial es atribuible a Juan de Colonia y a su hijo Simón; en el edificio recibieron los Reyes Católicos a Cristóbal Colón después de su segundo viaje a las Indias. También murió en él Felipe I el Hermoso.

Cruzamos por la Plaza de la Libertad a la Calle Vitoria; por la derecha cruzamos la Plaza del Cid Campeador, con la estatua ecuestre del Cid Campeador sobre el caballo Babieca, fundida en bronce e instalada allí en 1955. Rodrigo Díaz de Vivar, fue un líder militar castellano, llegó a dominar, al frente de su propia mesnada, el Levante de la península ibérica a finales del siglo XI.

Continuamos por la esquina del Teatro Principal, de estilo isabelino, inaugurado en 1858, hasta 1956 albergó gran número de conciertos y espectáculos. En el mismo edificio se encontraba el llamado Salón de Recreo, que aún se conserva. Tras la reforma de 1997, el edificio ha recuperado su función cultural original.

Recorremos el Paseo del Espolón arbolado y ajardinado, fue creado a finales del siglo XVIII; por él discurría la carretera de Madrid a Bayona, cuyo paso de carruajes atraía al paseo de los ciudadanos; numerosas estatuas y arbolado jalonan su recorrido, 

ahora podemos ver la entrada a la Plaza Mayor desde el Ayuntamiento por la Puerta de Santa María; 

continuamos hasta el inicio rutero siguiendo el Paseo de la Audiencia, paralelos al Río Arlanzón.

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