La Culebra Bastarda, los pequeños Anuros, el Galápago de Florida y los Peces Koi

Accedemos desde la Autovía de Cartagena A-30 por la salida 148 dirección la Alberca, aparcamos al lado del cementerio en la Calle Carretas (37°56'1.16"N 1° 8'35.13"W). Partimos bordeando el cementerio por su parte alta; el sendero cruza un ramblizo hacia la urbanización Montevida; 

se cruza en nuestro camino una culebra bastarda o de Montpellier (Malpolon monspessulanus), su mordedura puede ser venenosa, aunque no es peligrosa para el hombre, ya que sólo inoculan el veneno cuando la presa está muy dentro de su boca, por la disposición atrasada de sus colmillos.

Torcemos en subida pasando por dos refugios subterráneos en la Cañada Real de Torreagüera, posiblemente funcionaron como polvorines, una muestra de la arquitectura militar de la Guerra Civil en la Comunidad Murciana.

Cuando ya iniciada la guerra se consolidan los frentes, se hace necesario crear fortificaciones de hormigón y acero, empleados por la tecnología militar de entonces: las casamatas. Se priorizó la defensa naval con las baterías del Monte Cenizas y Castillitos, cubriendo un área costera muy amplia debido a su potencia de fuego (35 km de alcance). 

Cortamos la linea de trincheras en dos ocasiones, 

alcanzando una cota con vistas del Parque Regional de El Valle y Carrascoy, 

descendemos al Valle Perdido y su área recreativa.

Las trincheras, casamatas y nidos de ametralladoras, suponían una economía de soldados para su mantenimiento y defensa, debido a la privilegiada posición dominadora, que ostentaban por su ubicación en alto y con vistas; 

las trincheras obedecían a un plan de defensa estratégico, que abarcaba desde Águilas a Guardamar (Tebar, Purias -donde hemos visitado su línea defensiva, el agobiante bunker con tres nidos de ametralladoras-,

Paretón y Cantareros, Los Guiraos y el Puerto de La Cadena en la Sierra de Carrascoy construcción esta última que comenzó en el verano del 1937 y terminó en la primavera del 1938), 

pero sin un orden continuo de defensa estática, aunque disponía de más de tres km de longitud en la zona del Puerto de la Cadena al Valle Perdido, su función era la de evitar ataques por tierra a la otra línea de defensa naval con puesto de mando en Cartagena, inconquistable por mar y, con los antiaéreos que defendían sus cielos, solo quedaba proteger la ciudad de una posible invasión terrestre.


A la altura del Kiosko giramos a la derecha en ligera subida, salvamos una loma, descendemos por la izquierda para girar a la derecha, 

hacia la pista asfaltada del Centro Ecuestre, por la que transitamos 200 m, torcemos por traza senderil a la derecha para ver otra trinchera a nuestra izquierda. 

En el diseño de la trinchera se curvaba cada cierta distancia, para que el enemigo no pudiera enfilar la trinchera completa si lograba penetrar, también por si explotaba una bomba, para que la metralla y onda expansiva no causase estragos; los laterales se recubrían con sacos de arena, astillas, trozos de madera y alambre. 

En el suelo se colocaban planchas de madera y se abrían canales a modo de desagüe; el lado de la trinchera que miraba al enemigo se le llama el parapeto (del italiano "-petto", que significa "pecho"), y tenía un escalón de fuego o de tirador; el lado trasero se denomina el parados (del francés "-dos", que significa "espalda").

Continuamos por sendero a la derecha, pasamos por un refugio

 y una zona con marcadas roderas de carros en la roca, fruto de la explotación de canteras para hacer ruedas de molinos y otros menesteres; 

conectamos 

entre espinos negros con el Sendero de las Columnas, 

de vuelta a la pista del Relojero 

que nos conduce a la balsa Redonda de El Valle; 

donde nadan un galápago penínsular (Pseudemys peninsularis), es una tortuga de agua dulce nativa de la península de Florida que ha sido introducida en otros países a través del comercio de mascotas

 y los peces de colores o Carpas koi (Kohaku)

Descendemos por las escaleras donde se hallan los aseos

bordeando el arboretum (jardín botánico con 8 terrazas y especies de los 5 continentes) 

con el Monumento al Guarda, 

para cruzar la carretera 

al vallado del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre. en funcionamiento desde el año 1984, desempeña trabajos de investigación, recuperación y rehabilitación de especies de fauna silvestre. 

El equipo atiende cada año una media de 1.500 animales, ingresados por muy diversas causas (heridas, enfermedades, expolio, electrocución, atropellos, etc.). Muchos de ellos sanan pronto y son devueltos a su medio natural y algunos de los que no consiguen recuperarse totalmente, son acogidos en el Área de Educación Ambiental.

Cruzamos la Puerta siempre abierta del Centro, dejando el asfalto hacia la Rambla del Valle, vemos los refugios artificiales para murciélagos arborícolas y fisurícolas, se colocan cuando una zona carece de refugios naturales; 

 sin embargo no son útiles para las especies cavernícolas; cada especie de murciélago tiene unos requerimientos particulares, de forma que distintas especies prefieren utilizar diferentes modelos de cajas; habiendo de colocarlas a una altura mínima de 4 m, orientarlas hacia zonas abiertas donde los murciélagos puedan acceder volando, sin tener que esquivar ramas u hojas, también es importante ponerlas junto a zonas húmedas en altitudes medias o bajas, donde la temperatura es más cálida y hay más insectos.

Cortando la Rambla del Valle

 y pasando por una covachuela, 

aparece la cartelería de la Senda de las Trincheras (SL-MU 29) que hemos seguido en buena parte; 

en la curva de la pista, junto al chorro de agua proveniente de una balsa 

en un entorno de trepadoras, 

dejamos la pista y nos internamos siguiendo brevemente su curso, 

enlazamos de nuevo con el Sendero de las Trincheras, 

realizando un paseo didáctico por las charcas, 

para preservar acondicionando y manteniendo puntos de reproducción de los anuros, ya que las amenazas que los diezman son múltiples:pérdida de hábitat por la desecación de zonas húmedas, contaminación del agua, aumento de los incendios, atropellos y obstáculos artificiales; 

encima en la cultura popular y la literatura, los han asociado con la brujería o el Demonio.

Abandonamos Territorio Anuro 

cruzando la carretera al Valle Perdido 

y bordeando el Vivero Forestal, productor anual de 2.500 árboles de navidad del Pino de Calabria (Pinus eldarica), Pino Carrasco (Pinus halepensis) y Ciprés Común; 

cruzamos el ramblizo para seguir un sendero a media ladera

 que nos conduce de vuelta al aparcamiento.

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