Pedaleando por las Playas de Isla Plana y Azohía a la Torre Santa Elena por el GR-92

 Salgo desde la Playa del Alamillo en Puerto de Mazarrón, 

rodeo Playa Negra por el GR-92 hacia el Cabezo del Mojón, cruzo la Rambla de Valdelentisco, el IEO (Instituto Español Oceanográfico) Planta Experimental de Cultivos Marinos, dedicado al estudio del ciclo biológico del atún rojo en cautividad; 

rodeo desde la Playa del Mojón 

una urbanización 

y sigo por asfalto pasando por la famosa Cueva del Agua 

hacia la Ermita de Nuestra Señora del Carmen, 

donde están las pasarelas 

a los Baños de la Marrana 

y el Yacimiento romano de Los Tinteros en Isla Plana; 

ruedo por la arena de la Playa de Isla Plana; empujo la bici por las escaleras al camino del GR-92; el Itinerario ecoturístico es peatonal y ciclista.

A la altura de la Playa de la Calera, perduran los soportes de las torres del cable elevado, transportaba por gravedad el mineral que colgaban en volquetes, salvaba dos kilómetros y medio, partía de las Minas de La Calera hasta un embarcadero; desde allí, en barcazas se llevaba a barcos de gran calado. 

Bordeo una gran extensión de invernaderos, propiedad de una empresa tomatera alicantina, aunque destruyen las llanuras litorales agrícolas de la Sierra de La Muela-Cabo Tiñoso, me encuentro en una zona que aún contiene restos de mineral de hierro, procedentes de las cercanas y extintas minas del Rincón de Morales (Minas de La Calera).

Pasado el palmeral de San Ginés, 

entro en cuidada Playa de San Ginés, caminando entre postes y maromas del paseo marítimo de La Azohía; a lo lejos aparece la silueta de la torre de Santa Elena (Torre de La Azohía) a la que me dirijo. 

En la Playa de la Chapineta pedaleo junto a una larga hilera de palmeras Phoenix dactylífera; con ramificación basal, palmeras horquetadas multicaules; desde un mismo sistema radicular, prosperan distintas yemas de crecimiento.

Era el símbolo del dios de la vegetación para los egipcios, sus dátiles servían como alimento, su tronco se usaba para fabricar muebles y techados, las palmas para hacer escobas, esteras, etc.; uno de los actos más vengativos era talar los árboles del enemigo; para los griegos, era el símbolo de la victoria; sus hojas dieron la bienvenida a Jesucristo en Jerusalén. Muchas palmeras han, casi desaparecido, por el ataque del picudo.

Tras varios chiringuitos con nombres sugerentes, entro por la plaza Juan Paredes, bordeando la Iglesia de la Inmaculada Concepción o "Ermita de La Azohía", 

construida a 10 m de la orilla del mar junto al espigón portuario;

 las aguas transparentes invitan al buceo y los barcos anclados, a un paseo por Cabo Tiñoso con baño en Cala Cerrada; 

un cartel nos recuerda, que ya en tiempo de los romanos, se practicaba la pesca con almadraba, arte pesquero del atún, consiste en situar dos barcos entre los que se cala una red somera, sujetada con un palangre en la que se recogen los peces.

Desde el espigón creado en 1931, como desembarcadero de las grandes piezas Vickers, para armar la batería del Jorel; 

asciendo por las calles de este pueblecito de pescadores, a la pista vallada de la Torre de Santa Elena (Torre de La Azohía),

proyectada en el siglo XVI dentro del sistema de vigilancia costera, era una de las atalayas realizadas para evitar los ataques de los piratas berberiscos desde el norte de África. 

La torre se levantó entre los años 1556 y 1598, su artífice fue el ingeniero italiano Juan Bautista Antonelli, bajo el reinado de Felipe II. 

Fue reformada en el siglo XVIII, permaneció en activo hasta principios del siglo XIX, fecha en la que perdió valor militar. 

Declarada Monumento Histórico Artístico, restaurada durante la década de 1990, cuenta en sus almenas con un cañón de gran alcance del 1742 fabricado en Italia. 

Está construida en mampostería y tiene forma hexagonal; consta de dos plantas, comunicadas por una escalera de caracol, con techo abovedado y aljibe. Se encuentra mirando hacia el golfo de Mazarrón y a casi 100 metros sobre el nivel del mar.

De vuelta 

me hago un trecho por la rambla de la Azohía 

y me dirijo paralelo desde la Rambla del Cañar, proveniente de Tallante, 

a la abandonada venta El Mirador; avanzo por la carretera hacia la Azohia, giro hacia la zona norte del Mojón e Isla Plana, por Montemar y Los Agueros en la falda del Cabezo del Horno, cambio el asfalto por pista y sendero 

pasando por la Urbanización El Limonar

 hacia la Desalinizadora de Valdelentisco, inaugurada en enero de 2008 con una capacidad de producción actual de 27 hm3/año, es una de las mayores del mundo, suministrando agua a través de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, a los regadíos y núcleos urbanos del Campo de Cartagena.

Cambio de sentido dejando la pista por el paso de la rambla, muy incómoda por los arrastres y piedras pero es un tramo corto;

 vuelvo a la carretera de vuelta al aparcamiento, cumpliendo con el poco tiempo que tenia asignado.

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