Bco. del Castillo-Cueva y Castillo de la Asomada-Cueva Gragón-Petroglifos de Los Cerillares-Rambla de las Cabezas

Accedo desde Murcia al Puerto de la Cadena tomando la salida 155 a Corvera, hago dos rotondas, para coger la pista asfaltada en dirección contraria a la gasolinera y Venta II; pasado el túnel bajo la autovía, fin del asfalto, sigo la pista de tierra hasta la verja donde aparco.

Cruzo bajo la autovía por el Barranco del Castillo, 

con tramos empinados rocosos, 

arbustivos y encharcados, 


me obligan a ir eludiendo obstáculos; 

lo dejo en ascenso matorralero

 monte través

 a la pista principal; 

en el Collado Mosqueras, subo por el sendero de la izquierda directo a la Cueva de la Asomada, 

conecto con la subida oficial por la dura rampa del Cabezo del Puerto, con un tramo rocoso donde tomar precauciones.

Termino de ascender y rodeo las ruinas del Castillo de La Asomada, 

construido hacia mediados del siglo XII, recinto rectangular con muros flanqueados por tres torres y torreones en las esquinas, diseñado como edificio estratégico para el control del espacio y comunicaciones entre la costa y el interior, nunca llegó a terminarse aunque fue declarado Bien de Interés Cultural en 1985.

Su construcción se le atribuye a Muhámmad Ibn Mardanish, apodado por los cristianos como el rey Lobo, 

emir de la segunda taifa murciana; militar andalusí, se opuso a la invasión de los almohades, que a pesar de su poderoso imperio, no pudieron conquistar por completo sus dominios hasta que murió; 

como la tipología del edificio no parecía ajustarse a la de un castillo o edificio militar, sino a un edificio civil, las sucesivas prospecciones arqueológicas en el “Castillo de la Asomada”, han permitido identificarlo como el panteón de los emires murcianos. Abu Bakr b. Hud, último emir efectivo de Murcia, desmontó y destruyó el panteón en 1266, llevándose los restos de sus antepasados al exilio.

Toca descender por sendero rocoso de piedra suelta y zigzagueante trazado; 

me acerco, entre setas que están surgiendo gracias a esta primavera tan lluviosa, 

a la segunda cueva o cuevas, la Cueva Gragón;

retomo el sendero en abrupto descenso bajo pinar, enlazando con el sendero 

que, por la izquierda a media ladera, me coloca en el sendero bajo pinar de bajada a la Rambla del Puerto, 

paso junto a su cascada 

y salto la alambrada 

antes de cruzar bajo el túnel de la Autovía Murcia-Cartagena, 

con restos de las antiguas dependencias de una cantera.

Asciendo pisteando 

progresando convertida en sendero con vistas del Castillo de la Asomada y la vega murciana, hasta un cruce con otra muy empinada

 enlaza con la pista del Sendero de las Columnas por la que continúo; 

enfrente de la Senda del Ismael, se hallan los Petroglifos de Los Cerillares, el conjunto está constituido por dos rocas planas. 

La palabra petroglifo deriva del griego pétra que significa piedra y glýphein que significa tallar, grabar o cincelar, su diseño simbólico grabado en roca desgastando su capa superficial provienen del período Neolítico; se le atribuyen valores mágicos o sagrados, al igual que sean marcas de vías de comunicación transitadas desde antiguo y utilizadas, como balizas o jalones, por cazadores o por pastores trashumantes.

Llego al Collado de la Piedra

 para tomar el Camino del Apóstol o Pista de las Canteras; 

voy atento al track para descender monte través por una cuerda lomera 

al cauce de la Rambla de las Cabezas, para disfrutar del rinconcito rocoso rampero, 

espectacular con agua; 

el paso por la rambla se encuentra obstaculizado por los numerosos árboles caídos, 

la constante vegetación a base de pino y matorral; 

enlazo con la Senda Perdida, 

pasando por las ruinas de la casa de la federación murciana de scout, 

vadeo la Rambla del Puerto

 y desde la Venta del Civil 

alcanzo el cercano aparcamiento en una hermosa ruta variada y completa.

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