CV Pedro Pindal-Majada de Belbín, Vega las Mantegas, Poljé de la Comeya y El Escaleru

 

Acceso a los Lagos de Covadonga desde Cangas de Onís, en autobús (Alsa) o taxi (Taxitur) ya que no se puede con vehículo propio (9€, 3/Septiembre/2023).

Salimos desde el aparcamiento de autobuses por los aseos

 hacia el Centro de Visitantes Pedro Pindal, Marqués de Villaviciosa, 

impulsor de la ley de Parques Nacionales de 1916, responsable de que el primer parque fuese el de la Montaña de Covadonga en 1918, antecesor del Parque Nacional de los Picos de Europa. 

Este centro se divide en siete secciones, 

la mas espectacular y aprovechada, trata de una corriente de agua, cuyo recorrido imaginario por la naturaleza en los Picos de Europa incluye cuevas, 

zonas de alta montaña, 

bosques mixtos, hayedos y robledales, aunque lo mas llamativo es ir descubriendo a las distintas especies de fauna. 

A la salida nos espera una cabaña de pastor muselizada.

Seguimos en ascenso 

al Mirador del Principe, donde veremos abajo el poljé de la extensa Vega de Comeya por donde volveremos;

 la pista en su final ascendente 

se bifurca en el desvío al lago de la Ercina, 

donde nos quedamos solos al introducirnos por el Valle del Mosquital 

hacia la Majada de La Llomba y Fuente la Texa, 

donde tomamos el mantente acompañados de las vacas astures, ellas pastando y nosotros sentados en el poyete de una de sus tres cabañas.

Tras un ligero orbayu y el consiguiente ascenso, 

volvemos a descender con moderada pendiente 

hacia la Majada de Belbín,

 pertenece al núcleo rural de Gamoneu, en la parroquia de Bobia, concejo de Onís; 

allí tienen sus cabañas ganaderas, dos de los cuatro queseros que elaboran queso Gamoneu con Denominación de Origen Protegida.

En este entorno bellísimo parece haberse detenido el tiempo, ya que entre la propia naturaleza, la mano del hombre con sus viviendas de piedra, establos y animales, nos ofrezcan tan maravillosa y grandiosa visión. 

Una larga procesión de ovejas, varias de ellas afectadas de cojera, y luego descubriremos porqué, nos hacen detenernos mientras nos adelantan con premura. Atajamos por el GR-202 en la Vega Las Mantegas;

 tras superar un rampón, 

dejamos la pista alejarse a favor de una traza vaquera, mas que un GR, 

comenzando una difícil andadura en descenso; 

sorteando zonas encharcadas o con barro, provenientes de las filtraciones en la falda del Forcadillín de las Quemadas; rocas, escalones y tojos en la Ruta de la Reconquista, nos lo ponen cada vez mas complicado; ahora se entiende tanta oveja coja, no es para menos; Pelayo hace mucho que ya no pasa por aquí.

Uno de los tres mastines que custodian un rebaño caprino, se nos acerca juguetona y departe un trecho con nosotros;

 cruzamos el arroyuelo

 para seguir con la tortura del desaparecido sendero, bajo las pezuñas de las vacas que lo han destrozado, ayudadas, eso si, por las recientes lluvias.

Por fin alcanzamos el amplísimo poljé de la Comeya,

 donde juguetean en la pradería dos jóvenes potrillos, se separan cuando cruzamos las aguas del arroyuelo,

 comenzando una subida entre vacas y terneros

 hacia las paredes del Cueto Los Claveles;

 se va intensificando el esfuerzo por sendero pateado; tras parada de recuperación y disfrute de la excelsa panorámica,

 en una revuelta nos sorprende El Escaleru, 

no, no es un ente de la mitología asturiana al acecho, sino una cavidad 

atravesada por corto túnel y pequeña pasarela,

 donde será suficiente con la iluminación del móvil; esta infraestructura se construyó cuando las minas de Buferrera estaban en explotación. 

 Entroncamos con el track de la ida al cercano aparcamiento, donde esperar que un autobús nos baje a Cangas.

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