Mojones del Reino-Norias gemelas-Molino de la Ciudad-Palacete de La Seda-Rincón de San Antón

 

Salimos desde el aparcamiento del Auditorio Victor Villegas, 

por la orilla del río dirección Orihuela; cruzamos por el primer puente y por la mota del río giramos dos veces a la derecha, entramos en el Rincón de Villanueva, el carril nos pasa frente a una vieja construcción de clara tendencia morisca;

 por el Carril Serranos, 

tomamos la carretera que nos conduce al Camino Barca, 

para cruzar el Reguerón por la Machacanta.

Realizamos 800 m paralelos a las vías del tren, torcemos a la izquierda cortando el Camino Viejo de Orihuela;

 atentos a girar por sendero escondido, 

nos saca a la mota del río por el Rincón de Gallego; tras 2,4 km torcemos por pista ganada a un meandro del río Segura, con vistas de la casa torre de los Condes de Almodovar.

Pasamos por Alquerías, 

continuamos por la entubada Azarbe Norte, 

giramos a la izquierda por la Vereda del Reino hacia Beniel, 

cruzamos por Los Mojones del Reino, colocados en 1304 para delimitar la frontera entre las coronas de Castilla y Aragón, ahora marcan el límite entre Región de Murcia y Comunidad Valenciana.

Llegamos a Las Norias; antiguamente la aldea de Las Norias solo eran terrenos cultivables, situados en el antiguo curso del río Segura, que los musulmanes aprovecharon construyendo unas norias. En Las Norias parten dos acequias principales del sistema de riego de la Vega Baja: Alquibla y Molina.

Las Norias Gemelas, Moquita o “noria del apaleado” -situada a la derecha del cauce- y Pando o noria de los Cobos, no funcionan y están separadas por un azud construido en el siglo XIX; estructuras hidráulicas herederas de las existentes en tiempos de dominación musulmana. 

Su empleo en agricultura no fue ajeno a los cristianos; desde la toma del reino de Murcia, Alfonso X el Sabio ordena mantener las infraestructuras y usos de las redes hidráulicas, liberando de diversos impuestos a aquellos que construyesen nuevas norias para un mejor aprovechamiento del agua.

Las norias de tradición islámica se fabricaban en madera, a veces con cangilones (arcaduces) de barro, se movían con cierta dificultad y chirriaban espantosamente, de ahí que la palabra noria viene del árabe ‘naura’ (chirrido o gemido). En la zona de Lorquí/Ceuti los lugareños la denominan “Arte”.

El juez de aguas, hizo entrega de las norias el 5 de septiembre de 1871 a los síndicos de los heredamientos de Moquita, Pando, Alquibla y Molina. Moquita y Pando se pusieron en funcionamiento en su enclave actual el domingo 10 de septiembre de 1871. 

Estas norias eran por primera vez en su historia, de hierro forjado y sus paletas de madera. Se han reconstruido en varias ocasiones, al quedar destrozadas por las riadas de 1986 a 1989.

Enlazamos con la mota dejando atrás el abandonado meandro Soto de las Norias en la Huerta de Orihuela, 

para desviamos y ver una muestra de arqueología industrial en plena huerta: El Molino de La Cuidad,

construido entre 1902 y 1905, posiblemente sobre las ruinas de un molino del siglo XVIII, del cual se conservó el azud o presa y un puente de sillería;

 en la planta baja tuvo tres turbinas de fabricación francesa, dos para la producción de electricidad y otra para las muelas; en la primera planta se hallan las 6 pares de muelas con sus correspondiente tolvas; la planta alta estuvo destinada a la vivienda. 

En 1950 se suprimió la "fabrica de luz", desmontándose dos turbinas, reanudó su actividad en 1963 solamente como molino de cereales y pimientos de bola.

 

Cruzamos la “Carretera de los Tubos” (transportan las aguas de Trasvase Tajo-Segura al "Sifón de Orihuela", 

buscando incorporarnos al carril bici.

Lo dejamos en una bifurcación, cruzando dos puentes para seguir por pista limonera; 

entre los Azarbes de Los Pérez y del Merancho,

 encontramos ni más ni menos que el sorprendente Castillo Alarcón 


con molino incluido.

Nos desplazamos por los carriles huertanos, para ver el magnífico Palacete de La Seda en la Pedanía de Santa Cruz. 

Antiguamente allí se cultivaba la vid, después se constituyó como fábrica de hilado de seda, donde los huertanos de Santa Cruz y las pedanías de alrededor llevaban los capullos del gusano, siendo una parte importante de la economía de la zona. 

La fábrica cerró tras la llegada de sedas industriales en los sesenta. En los años 90 fue restaurado y ahora es una Hostería Rural con restaurante de lujo. 

Se trata de un amplio edificio de cuatro plantas construido en ladrillo, recuerda en estilismo a las masías catalanas, con una torre semejante a la de los palacetes de la Huerta de Murcia y 36 balcones.

Vamos rectos por el Camino del Catalán, cruzamos Santa Cruz hacia el Rincón de San Antón, 

pasamos por su ermita,

 torcemos a la derecha en 115 m, tomamos carril por la izquierda en 90 m, 

para seguir el curso de la Acequia Benetucer (continuidad de la Aljufía); después de regar bancales de las pedanías de Puente Tocinos y Llano de Brujas continúa con el nombre de Acequia Raal Viejo; 

nos conduce al carril bici,

 salimos del mismo en 850 m para pedalear por el Carril Torre, 

arbolado hacia su final; 

desde el carril Trenque de Don Pavo recuperamos el carril bici de vuelta a la salida.

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Comentarios

  1. Antonio consigues con estos reportajes quedar prendados de nuestro maravilloso entorno huertano.

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