Senda Costera de Los Miradores

 

Accedemos desde Muros de Nalón por la AS-317 a Playa Aguilar donde aparcamos.

Caminamos junto al Bar Club Naútico  bajo Pico Castiello (56 m), 

para tomar la Senda Costera de Los Miradores, 

desde el Mirador sobre la playa de Veneiro (por una mina de cobre) o Xilo; 

subimos por cuidada rampa empedrada primero y por escaleras después; 

torcemos a la izquierda en la zona del Miradoiro, adentrándonos por sendero matorralero en la Punta del Campón, 

con restos preromanos de un castro y vistas de las playas de Rabadugo y Xan Du.

El sendero arbolado con eucaliptos

 nos devuelve a la senda principal; 

giramos a la izquierda en la pista asfaltada del caserío de la Carcabina a la aldea de Reboiro,

entrando al área recreativa con fuente, bancos y contenedores del Mirador Alto de Las Llanas;

 iniciamos un corto descenso vertiginoso al desvío donde se encuentra un cobertizo, protector en días de lluvia, 

para descender a la Playa de las Llanas 

desde el Mirador de los Glayos, 

donde se observa hasta el Cabo Vidio.

Sin bajar a la playa retomo el sendero principal, 

cruzando el puente que salva un ramblizo en la Cobertoria, 

entre castaños y eucaliptos, 

caminamos por la sombra hasta alcanzar un cruce con San Esteban de Pravia en zona de prados; 

pasado un pino monumental

 junto a un coqueto mirador,

 encuentro el sendero oficial cortado por desprendimientos; 

atajo saliendo a la carretera durante 240 m, para entrar por el área de descanso

 previa al Mirador de la Atalaya, 

con magníficas vistas sobre las playas de la Cazonera, Atalaya, Conchiquina e Islotes El Paso.

Tras 850 m, 

paso por el merendero

 y aparcamiento para evitar las escaleras, 

donde se encuentra la Ermita del Espíritu Santo, 

da nombre al último mirador del recorrido

 donde pueden verse, solo de noche, los barcos pesqueros alentando a las angulas con luces a salir a la superficie, donde se pescan bien desde lancha o bien a pie, con finos cedazos que se mueven contracorriente, para así capturar al animal en su retorno de primeros de noviembre a finales de marzo.

Desde aquí se desciende hasta San Esteban de Pravia (o de Bocamar como se le denominada antiguamente), 

final de la ruta; pero no hace falta bajar escaleras si tengo que dar la vuelta,

 

además, el día antes, estuve explorando por Arenas de San Juan, la desembocadura del Río Nalón

 y la playa de los Quebrantos.

 

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