Festival de 4 ramblas: Hiedra (Ojillo), Sangonera (Minoturo, Cabeza de Jabalí, caras, ojos y fósiles), Pocico y Pétrea
Comenzamos por el marcado sendero enfrente del eucalipto,
cruzamos el Cordel de los Valencianos por sendero paralelo a un ramblizo, giramos a la derecha para entrar por él; en la bifurcación, seguimos por la derecha a la confluencia con otro ramblizo, donde observar antiguas extracciones de roca.
Tras fuerte repecho,
enlazamos con la Pista de las Cuevas; por la derecha y antes de cruzar el puente,
entramos en la Rambla de la Hiedra para realizar su parte menos salvaje aunque nada humanizada;
se encajona con laterales rocosos de grandes oquedades, lecho plagado de musgo y salpicado de baladres con algunas zarzaparrillas;
la erosión de las areniscas ha provocado el derrumbe de una pared,
nos muestra restos de pequeños fósiles incrustados en la enorme roca al paso;
en la esquina de una bifurcación ramblera, hago fotos a través de un “ojillo de roca”;
más adelante, la abandonamos
elevándonos por traza senderil a la derecha, paralelos a una antigua canalización que sirvió para la extracción de piedra en la cantera bajo el cerro de 302 m.
Enlazamos con la calzada romana, realizamos un atajo por la derecha y pisteamos en ligero descenso hacia Sangonera la Verde;
acabado el arbolado en el principio de las tierras de labor,
descendemos al lecho de la Rambla de Sangonera
para visitar al Minotauro
y la Cabeza de Jabalí
separados por 90 m;
se cierra la rambla
presentando un rostro repetitivo
al igual que un ojo,
nos mantendrán entretenidos tratando de encontrarlos; haremos alguna trepada fácil,
pasaremos bajo una covacha,
paredones erosionados de formas caprichosas
y otros con fósiles incrustados,
árboles caídos que entorpecen nuestro paso.
Con la última cara y cadena,
dejamos la Rambla de Sangonera por la del Pocico, la seguimos un trecho
y atajamos a la calzada romana (no es tal calzada, sino una bonita pista con suelo rocoso que se adentra en la Finca de Las Llanas); la dejamos saliendo por la derecha al Sendero de los Mojones que asciende bajo pinar; cuando coge su máxima altura, pasado un mojón, se inicia una poco visible traza senderil de pronunciada pendiente a la izquierda;
cuando se estabiliza, la dejamos por otra muy poco pisada a la derecha; alcanzamos en el descenso un cruce senderil marcado con un hito encima de una roca; por la derecha, eludimos la Rambla de la Hiedra
por el semisalvaje Sendero del Musgo con zarzaparrillas, madreselvas y cardos, su trazado se pierde en un escarpe rocoso; un poste de hierro con unas piedras en el suelo nos marcan la dirección a seguir.
Entroncamos con el Sendero de los Cardos en descenso; salimos al cruce pistero junto al asfalto; descendemos suavemente por la pista de la izquierda; en el primer cruce cercano al track de la ida que hicimos por la Rambla de la Hiedra, giramos en subida por la derecha, la pista termina en cruce de senderos; continuamos por la izquierda a media ladera;
atajamos por la derecha en una de sus curvas
realizando un corto trecho por la Rambla Pétrea (Ojo que resbala su suelo rocoso si hay humedad o pisamos en zona de sombras).
De nuevo en la pista, a la izquierda en unos metros y ligero ascenso se encuentra el cruce, donde seguir por la derecha en descenso un sendero de unión con el track de la ida;
solo resta cubrir la distancia al aparcamiento, fin de ruta.
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