Festival de 7 sendas: Teatinos, Amarilla, Ascensor, Barrancos, Umbría de Los Sánchez, Ermitaño y Cárcavas.

Aparco en la explanada, donde se bifurca la carretera de subida a La Cresta del Gallo pasados Los Teatinos.

Cruzo la valla de entrada al parque y sigo el sendero orillado al asfalto, paso la cadena

hacia una construcción circular vallada semejante a un depósito de agua;

tras 240 m, continuo a la derecha en el cruce de sendas (volveré por la otra).

Se me une otro sendero por la derecha antes de remontar un buen desnivel,

entronco con el Sendero PR-MU 22 de subida (Senda Amarilla) abrupto, muy erosionado, con tramos de grandes piedras y raíces;

entro a ver una covacha

y continuo el fuerte ascenso

al Mirador de la Naveta,

con vistas espectaculares de la ciudad de Murcia a un lado, y de la Cresta del Gallo, el paisaje Lunar, La Naveta y Murallas de King-kong al otro.

Tras el mirador, parte una pista con dos senderos a su izquierda, sigo por el segundo ya que la pista aburre, pero lo tengo que dejar pronto y realizar un tramo por el matorral

al Sendero del Ascensor;

por la derecha, continuo al cruce y sigo a la izquierda hasta que la pista se bifurca,

entonces lo hago a la derecha por el Sendero de Los Barrancos, con vistas de La Cresta del Gallo (El Quijar de La Vieja y La Panocha);

desciende primeramente, estrechándose al coincidir un tramo con un ramblizo,

para subir hasta un cruce de sendas, continuo ahora por la izquierda en descenso, con un paso complicado antes de cruzar la Rambla de Los Serranos.

Las procesionarias han colonizado esta zona,

incluso se pasean impunes

por La Casa de La Oración (Casa los Vigueras)

conjunto de construcciones enfocadas al recogimiento

y la meditación;

dejo la pista de acceso

por el Sendero Umbría de Los Sánchez, transcurre sombrío paralelo al Camino de Los Puros;

paso por una zona de viejos olivos,

un campo de jaras

y salgo a una pista en buen estado;

por la izquierda, en una zona abancalada, transcurre el Sendero del Ermitaño,

su nombre se debe al habitáculo reducido, con los accesorios necesarios para pernoctar el ermitaño que lo tiene acondicionado.

A partir de aquí, la senda se difumina descendiendo por varios taludes; desemboca en la que asciende de la Rambla de Los Serranos, hacia la que me dirijo, pasando por un bosquete de cipreses salpicado de eucaliptos;

llegado a la rambla, tengo que acometer la pronunciada subida por el aéreo Sendero de las Cárcavas (hay dos, es el que se inicia llano por el ramblizo de la izquierda),