Trialeras de Barranco Blanco, Fuente del Perro, Hiedra y Rambla del Cigarrón
Accedo desde la Autovía A-30 Murcia-Cartagena, pasando por la zona Sur de la Cuidad Sanitaria Virgen de la Arrixaca, cortando la N-301 y aparcando junto a la carretera a la Paloma, donde me espera Pedro. Pedaleamos por el Cordel de los Valencianos o Vereda Real,
cruzamos la carretera de Torre Guil a la altura del Club Hípico,
giramos en ligero ascenso por el primer cruce a la izquierda y descendemos al ramblizo,
por donde subiremos pisteando hacia la urbanización;
a la altura de la cadena y asfalto, torcemos a la derecha salvando un rampón a la pista que nos aupa a las ruinas de la Casa de la Perdiz,
para realizar un bonito descenso trialero de escasa dificultad,
muy divertido y rápido;
acabado el descenso, queda el coqueto sendero en la Cañada de las Oliveras, lecho del Barranco Blanco; el nombre de "Barranco Blanco" se debe al color gris claro de la roca que lo constituye: las margas, rocas de permeabilidad muy baja, de poca consistencia y fácilmente disgregables;
Giramos a la derecha en el cruce pistero hacia la urbanización de Torre Guil; la carretera bordea el Majal Blanco, finca forestal situada en los límites del Parque Regional El Valle y Carrascoy, serpenteando en el Barranco de los Cañones, pasamos por la Plaza de las Moreras,
y el antiguo Cemacam.
Nos salimos por pista y descendemos por el sendero tortuoso paralelo a la urbanización de la Fuente del Perro;
cortamos la rambla subsidiaria de la Rambla de Sangonera y pisteamos en ligero ascenso, vemos una Argiope lobata;
pasamos por la era destinada a la trilla mayormente de las Casas Altas de Torre Guil en el Majal Blanco, ahora en ruinas. Estas casas de labranza, servían como residencia de verano de los propietarios. En conjunto coexistía el duro trabajo agrícola desempeñado en sus bancales, con la apartada vida de los caseros y el interés económico de los dueños.
Cruzamos la Rambla de Sangonera por pista en subida al olivar de la Finca de las Llanas
y sus casas del Campo y de la Huerta (privadas);
enlazamos con su pista asfaltada en ligero ascenso durante 1200 m;
torcemos a la izquierda por el Sendero de los Mojones para tirarnos por el técnico Sendero de la Hiedra.
Entroncamos con la falsa calzada romana, debido a las rodadas en la roca de los carros que bajaban cargados de la cantera; por la derecha alcanzamos el cruce con la rambla de la Hiedra, la cruzamos en ascenso por la derecha
rodeando el Cerro de la Cantera, llegados al asfalto, sin tocarlo ascendemos a su collado;
vamos atentos a tomar un sendero escondido en medio de los otros dos, se trata de un antiguo camino de firme rocoso con roderas y piedra suelta, acompañado de un pequeño canal, servicio de la cantera abandonada;
torcemos a la izquierda para explorar un sendero en descenso trialero, trás alcanzar un saliente, vemos que no hay trialera y tenemos que descender a patita; esto se podía haber evitado, pero a veces la exploración tiene sus riesgos.
Enlazamos con el sendero a pista. El gps hace un recto y lo repite después; en el cercano cruce con la Rambla de la Hiedra seguimos rectos hacia la zona del Pino; bordeando la Casa del Pino,
tomamos en ligero ascenso la pista de las Llanas hasta el cruce desde donde subimos al Cerro de la Cantera, para tomar el sendero a la derecha que desciende suavemente hasta el fondo de la entretenida Rambla del Cigarrón;
se caracteriza por el color marrón oscuro de la arenisca y los fósiles marinos encontrados en las proximidades.
Su trazado alterna piedras, raíces y arena, erosionado por los escurrimientos del agua, favorecidos por las pendientes del irregular terreno; a pesar de los desplomes del terreno y algún árbol caído,
no presenta gran dificultad, solo un par de pasos en los que habrá que bajarse de la bici y otro par delicados según la pericia y bici que portemos.
Vamos dejando atrás las figuras talladas en la arenisca que van apareciendo; en el centro del camino encontramos el relieve de una cabeza de equino y el perfil de un Dios-Sol/Apolo,
la cabeza de un dragón al modo occidental, con dientes y mirada perversa;
la cabeza esculpida posiblemente de Júpiter, el padre de la luz y principal dios de la mitología romana
y la escultura de la cabeza del Dragón Chino.
Salimos de la rambla para atravesar las calles de San Jose de la Montaña y lanzarnos a tumba abierta por el “Huerto de los Olivos”;
entroncamos con la pista asfaltada pasando bajo la autovía y volviendo por el Depósito de La Paloma.
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