Fábricas de Luz en la Vega Media del Segura (Segunda Parte)

 

Segunda parte de la Ruta homenaje a Las Fábricas de Luz ubicadas en la Vega Alta del Río Segura; a finales del siglo XIX comenzaron a construirse cerca de poblaciones y ribera de ríos y acequias, aprovechando la fuerza motriz del agua y haciendo posible la llegada de la revolución industrial a lugares apartados de la geografía murciana; desde Cieza a la Contraparada

 en el año 1932, figuraban más de quince saltos con sus centrales hidroeléctricas: Hoya García, 

Santo Cristo, El Gallego, La Cebolla, Bolvás, y El Menjú en Cieza. San José, Las Pilas, Los Sagrados Corazones y Soto Damián en Abarán. Piñera-Mase y Blanca en Blanca. El Solvente

 y el Golgo en Ulea y Ojós. Molinos de Segura y Río Muerto en Archena.

Accedo desde la Autovía A-30, salida 110 a la carretera nacional 301 y al cruce hacia las instalaciones de la central de impulsión del Azud de Ojós, perteneciente a la Mancomunidad de Canales del Taibilla, aparco antes de la entrada vallada pero abierta al tráfico de la zona.

Pedaleo por la carretera del pantano, paso junto a “La Favorita”, un palacete rodeado de cultivos; 

rodeando por el embalse 

hasta las plantaciones de Los Toledos, 

enlazo con la calle Alto de Bayna hacia su espectacular mirador.

Tras disfrutar de las vistas sobre el valle y sierras circundantes,

desciendo al Parque de Las Cuevas de Blanca

 y el bonito paseo fluvial; 

echo un vistazo a la primera fábrica de suministro eléctrico que hubo en la Región de Murcia; 

D. Rafael Molina, el alcalde entonces, la inauguró en 1892, la fábrica de San Rafael de suministro eléctrico en un molino harinero, propiedad de la familia. 

Para ello, instaló una turbina que incrementaba la producción de todas las industrias que albergaba el molino (máquina de serrar, molino harinero, fábrica de hielo y fábrica de tejidos).

Al final hay que salir a la carretera de Abarán junto al pintoresco lavadero. 

Dejando atrás la noria de Miguelico Nuñez, 

de mediados del siglo XVIII y su última reconstrucción fue en 2002, 

es de madera de pino y ya no está en uso, posee cangilones en una sola corona. 

Abandono el asfalto en la zona del Pinar; con vistas de Abarán y la Sierra del Oro, aparece la Noria de Félix de Cayetano de principios de siglo XX. Casi destruida en su totalidad, se restauró en 2003. Riega 30 tahúllas y eleva el agua de la Acequia de Blanca. Mide 6 m de diámetro y está construida en hierro y madera.

Sin cruzar el Puente de Nicolás, cojo el sendero acondicionado

a la sorprendente Presa de Los Almadenes en el paraje del Jarral;

avanzo por el paseo fluvial al Parque Municipal de Abarán donde se encuentra El Molino de las Pilas; 

paso a formar parte de la industria Eléctrica Ciezana, arrendada por el Sr. Marín para tratar la fibra del esparto, 

incorporándole una turbina para producir energía eléctrica, utilizando el excedente de fluido para venderlo a los ayuntamientos de Cieza y Abarán en 1922.

Continuo por el SL-MU 28 al Parque de las Norias

donde se encuentra La Noria Grande, 

data de 1805 y tiene fama de ser la mayor de Europa, 

con 11,92 m de diámetro, ancho de 1,20 m, 

eleva 30 l/s, realizada en hierro dulce y madera, alimentaba 155 tahúllas, 128 cangilones, 32 radios y 64 palas. 

Sigo la Acequia de Blanca o Canal de la Noria en el paraje de las Canales; 

donde existía la Acequia Principal de Abarán en la Margen Izquierda. 

Llego a la Noria de la Hoya de D. García, 

data de 1818 con 8,20 m de diámetro, 1,10 m de ancho y 96 cangilones. 

Con sus 42 l/s demuestra su capacidad moviendo aún más agua que su hermana mayor, la Noria Grande, regando unas 233 tahúllas. Fue reconstruida en 1951 y ahora la estaban pintando.

Doy la vuelta 

para cruzar por el puente de hierro, 

retomando la pista de ribera

hacia la finca del Menjú; una antigua y abandonada finca señorial, con jardín botánico incluido. 

Ocupa una extensión de 5 Ha, que se extiende desde la ribera del río hasta el borde de La Atalaya; 

cuenta con tres edificaciones en ruinas: casa de El Menjú donde residía sus propietarios, la fábrica de la luz que daba servicio a la Central Hidroeléctrica

y la casa del servicio. Había plantas exóticas, un paseo con columnas de mármol, estatuillas, varias placetas, un reloj de sol que estaba construido en el suelo con azulejos; debido a la reglamentación existente para la concesión de saltos de agua, era necesario ser propietario de las tierras donde se iba a ejecutar la presa. 

Por ello, es frecuente encontrar que las fábricas de luz se encuentran ubicadas en fincas que se utilizaban como lugar de veraneo por empresarios o políticos y cuyas edificaciones respondían al gusto ecléctico de la época, 

como ocurrió con la Fábrica de Luz del Menjú, aprovechando el salto de agua vinculado a la acequia Charrara; antes conocida como San Antonio, fue adquirida en 1905, por la Compañía Anónima de Industria y Comercio, propietaria además de La fábrica San Rafael en Blanca. 

En 1909, son adquiridas por la Eléctrica del Segura, cuyo gerente era D. Joaquín Payá, miembro del Partido Liberal y Diputado a Cortes, junto con las fábricas de el Golgo (Ulea), Solvente (Ojós), Cañaverosa (Calasparra) y Molino del Marqués (Murcia).



Tras rodear pasando por el azud asciendo

a la balsa con la estatuilla denominada la Diosa del Amor (Aretusa), 

decapitada por los vándalos, 

continuo por traza senderil herbosa, rodeando por lo alto la balsa, 

para volver a la pista de vuelta, 

echo un vistazo a la Noria de Candelón, 

metálica con 6 metros de diámetro en la acequia Charrara, da agua a una balsa que riega 15 tahúllas; fue construida en 1850 y remodelada en 1968, respetando la estructura original. 

Cruzo por la ribera del Soto Campuzano denominado El Caño

donde se encuentran unos pollinos; 

bordeando la población Virgen del Oro, vadeo la Rambla de Benito poco antes de su incorporación al Segura; me desvío por la zona de huertos en el Soto de Damián a la Presa del Jarral.

Continuo paralelo a la acequia de la Central Hidroeléctrica de Don Nicolás Gómez Tornero 

empresario industrial local, fundador de la industria conservera Hero. personaje con visión empresarial y gran sensibilidad social en el ámbito laboral y municipal, fue responsable de las construcciones del asilo, alcantarillado y ermita de los Santos Médicos de Abarán. 

En 1920, comienza la construcción de la fábrica del Jarral, motivado por aumentar la superficie de regadío de las tierras pertenecientes a la Comunidad de Regantes Motor Resurrección a la que pertenecía. Anterior a esta existió el molino espartero conocido como los Sagrados Corazones, reconvertido en fábrica de energía eléctrica en la primera década del siglo XX.

Hago una parada en el Acueducto de la Noria de Corona, 

pedaleo hacia Darrax 

y vadeo la Rambla de las Multas, 

paso por Runes y Alto Palomo 

bordeando el Embalse de Ojós, 

construido el año 1978 con motivo de la finalización del trasvase Tajo-Segura, desde aquí parte dos canales, uno hasta la provincia de Almería, y otro hacia Alicante. Esta zona se encuentra rodeada e inundada un espacio agrícola tradicional heredero del mundo morisco.

Asciendo la fuerte pendiente para descender un tanto a las instalaciones de la Fábrica de Luz del Solvente. 

Joaquín Payá propietario de la empresa La Eléctrica del Segura, adquirió en 1912 la Fábrica de Luz del Solvente en Ojós; motor fundamental para el desarrollo industrial del Valle de Ricote, favoreciendo la construcción de fábricas de hielo, esparto o harina en una zona destinada a la agricultura tradicional. 

En apenas diez años cambió de dueño en tres ocasiones (Hidroeléctrica del Chorro, Sevillana de Electricidad e Hidroeléctrica Española). Desde 1913 suministraba energía eléctrica a la ciudad de Murcia y su central de tranvías. 

Solo me resta retroceder y cruzar por la coronación de la presa

y el túnel de vuelta al aparcamiento.

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