El Torreón-Los Rebollares-Laguna de Agüezo-Valle de Celorno-Sendero del Cantarín-Iglesia de San Vicente (Puebla de Lillo)
Accedemos por el Embalse del Porma donde hemos pernoctado (Mirador los Fontanales)
a Puebla de Lillo, aparcamos enfrente de la fuente en la Calle la Parada, realizando 70 metros por la carretera, giramos a la derecha, cruzamos el puente sobre el Río de Silván; en 90 m, torcemos por la derecha a la sombra del Pico Susarón rodeando por escaleras El Torreón;
torre cilíndrica, de 8 m de diámetro interior, muro de caliza con 1,90 m de grosor hecho de mampostería; tuvo tres pisos y remata en andén con almenas; su puerta es un arco semicircular; ha sido ademas de torre de vigilancia, cárcel, ayuntamiento y, después de un incendio, Casa del Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre.
Desde esta zona Oeste en Puebla de Lillo, torcemos por la Calle El Reguero pasando junto a un abrevadero;
la pista ganadera bordea las faldas del Torreón (1203 m). Ascendemos entre manzanos
a la bifurcación pistera de Los Rebollares
remontando por bosque de robles el Valle de Celorno,
la pista se hace sendero
y transcurre por la cornisa sobre Peña Redonda, con grandes vistas y unos estrechos pasadizos rocosos muy chulos.
Dejamos el sendero principal en la bifurcación, tomando el de la derecha por un helechar,
hacia la loma
donde se halla la Laguna de Agüezo,
al ser estacional no suele haber agua en verano, aunque merecen la pena sus vistas.
Comemos la fruta bajo la sombre de los majuelos que rodean la laguna, e iniciamos el descenso al cruce,
siguiendo el Sendero del Cantarín,
con escalones primero
y bajo el Hayedo después;
acompañamos al rugiente Río del Celorno, disfrutando de la umbría y frescor de sus aguas,
mientras Rosa va canturreando a Violeta Parra:
Gracias a la vida que me ha dado tanto
Me ha dado la marcha de mis pies cansados
Con ellos anduve, ciudades y charcos
Playas y desiertos, montañas y llanos
Pasamos por un sector de escalada; el sendero se aproxima a la ribera del Río del Celorno afluente del Silván,
hacemos una paradita en el banco junto a un salto de agua;
cruzamos por unos pontones metálicos
y pasarelas,
donde se agolpan las mariposas bajo la atenta mirada de una mosca,
evitando el contacto con el agua del río; cercana la salida del valle, cruzamos un portillo,
con el accesible Sendero del Celorno y su reducida área recreativa; permite que personas con movilidad reducida o con discapacidad visual, puedan realizar su recorrido de forma autónoma, mediante el empleo de una silla de ruedas o bastón.
Vemos praderas de pasto llegando al km 6 de la ruta,
enlazamos con la pista de la Cervatina (PR LE-28 ) y volvemos a entrar en la población por la Fuente del Obispo.
El municipio de Puebla de Lillo, ubicado en el valle del Porma,
al norte de la provincia de León, en la Montaña Oriental Leonesa e interior del antiguo Parque Regional de Picos de Europa, ahora denominado Parque Regional Montaña de Riaño y Mampodre
(Mampodre, en latín, man podare: “manos cortadas”. Los romanos para someter a los cántabros y astures les cortaban las manos para que no pudiesen empuñar más las armas contra ellos), posee un alto potencial turístico gracias a la influencia de la Estación Invernal y de Montaña San Isidro; para nosotros supone este territorio leonés, un inmenso placer por sus espacios naturales y rutas muy atractivas,
al igual que una bendición por sus atemperadas temperaturas veraniegas, muy alejadas de los calores de nuestra Región Murciana en estas fechas. Volvemos a cruzar por las calles del pueblo, nos desviamos a la derecha en la carretera, para ver el reloj de sol de la Iglesia de San Vicente,
del cantero Fernando Compostizo, cántabro transmerano, natural de Rubayo; fue maestro de obra de la catedral de León; la nave se divide en cuatro tramos cubiertos por bóvedas de cañón separados por arcos de medio punto, que apoyan en pilastras toscanas renacentistas;
la pequeña capilla nobiliaria de planta cuadrada, con escudos en la parte alta, se cubre con bóveda de crucería hispano flamenca de ocho nervios, cruzados en el centro en una clave.
Arriba de su espadaña contamos hasta tres cigüeñas en el nido.
Retornamos por calle paralela a la carretera y la plaza
con mercadillo al punto de salida.
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