Conoce al Indio, el Orejas, el Durmiente o al Asustao en la Nueva Ruta de Las Caras

 

Accedemos desde la RM-603 del Palmar a Mazarrón cruzando Mercamurcia, aparcamos en el cortijo de la Finca de Mayayo (37°55'16.63"N 1°11'22.77"W).

Comenzamos por el marcado sendero enfrente del eucalipto,

cruzamos el Cordel de los Valencianos, vía pecuaria por la que los rebaños venían desde la Meseta, hacia el campo de Cartagena ejercitando la trashumancia, seguimos enfrente por sendero paralelo a un ramblizo; aparece la primera cara esculpida en la arenisca “El Indio”.

Ascendemos una rampa alcanzando el cruce con una finca vallada, la rodeamos a la derecha por la Pista de las Cuevas salvando una rambla; 

descendemos unos metros describiendo un arco; hacia su final encontramos la segunda cara, “El Orejas”.

Enlazamos con pista y cruzamos el puente sobre la Rambla de la Hiedra, 

paralelos a la misma en una pared vemos la “Figura Bicéfala” y, 

13 m mas adelante, el dúo

 formado por “El Durmiente”

 y “El Asustao”.

Hacemos una paradita para examinar la “Roca del Corazón” 

y la antigua canalización que sirvió para la extracción de piedra en la cantera bajo el cerro de 302 m; 

dejamos el sendero principal por otro en peor estado a la izquierda, 

vamos subiendo cuando vemos una “ooteca” (del griego óon, "huevo" y theke, "depósito") es una masa de huevos rodeados por una proteína espumosa que se endurece al contacto con el aire a modo de protección, 

la forman diferentes animales principalmente moluscos e insectos (arañas, cucarachas y mantis religiosas), la ooteca de mantis es la más corriente, 

puede unirse a una superficie plana, 

envolverse alrededor de una planta o incluso depositarse en el suelo. 

Cada saco puede albergar entre 200 y 300 huevos, entre ellos impera el canibalismo y los más adelantados se comen a sus congéneres tardones.

Seguimos a la izquierda en un cruce por traza senderil; 

eludimos la Rambla de la Hiedra 

por el semisalvaje Sendero del Musgo con zarzaparrillas, madreselvas y cardos, su trazado se pierde en un escarpe rocoso; un poste de hierro con unas piedras en el suelo nos marcan la dirección a seguir.

Entroncamos con el Sendero de los Cardos en descenso; 

salimos al cruce pistero junto al asfalto; cortamos la pista por sendero pateado en subida al collado (281 m) 

para ir descendiendo largamente por sendero con tramos erosionados 

hacia la zona del Pino y su caserón en ruinas.

Entroncamos con la Pista de Las Cuevas y el Cordel de Los Valencianos, enlazando con el track de la ida; solo resta cubrir unos metros finales, para acceder de nuevo al aparcamiento del Cortijo Mayayo con vistas sobre su famoso eucalipto, el mayor de la Región, 

aunque hay otro semienterrado en la ruta del Volcán de Barqueros que le hace competencia.

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