La Iglesia de Cristal y el Museo Arqueológico Etnológico y Numismático de la Porciúncula

 

La popularmente conocida con el sobrenombre de Iglesia de Cristal, es en realidad la Iglesia de la Madre de Dios de los Ángeles o Iglesia de la Porciúncula, uno de los conventos que la Orden Franciscana tiene en Mallorca. 

Edificado en unos terrenos adquiridos en 1914, albergó desde sus inicios una pequeña comunidad de frailes; 

iniciaron la construcción de una capilla de iguales dimensiones a las de la Porziuncola de Sancta Maria degli Angeli de Asís. 

Toma el convento por nombre el lugar donde San Francisco fundó la orden de frailes menores.

De planta ovoide y cerramiento en todo su perímetro de vitrales, forma parte del circuito de visita junto al Museo; 

como llegamos por la tarde y anochece pronto, nos dirigimos primero a la iglesia y después al museo, pasando por la Portería donde se encuentra la taquilla. 

En nuestro caso formaba parte de una excursión conjunta con el Palma Acuarium y nos salió por unos 40€ por cabeza.

Aparcamos el coche de alquiler bajo la pinada; desde el exterior no se aprecia el ambiente creado a base de luces y colores, ya que la vista exterior de la iglesia, proporciona una idea muy conservadora del tipo de construcción, dando la impresión de ser una iglesia tradicional.

Se trata de una obra de belleza deslumbrante, erguida sobre nervaduras de hormigón y hierro,

donde encajan 39 grandes vitrales policromados que ocupan 600 m² de vidrios coloreados, dotando al edificio con un aura mística sobrenatural; 

fueron diseñados por Juan Bautista Castro, 

reflejando los principios de naturaleza cósmica que caracterizan el pensamiento de la orden franciscana;

 imágenes combinadas con escenas bíblicas y representaciones de la vida de San Francisco.

Tras la visita a la iglesia, retornamos entrando en las distintas salas del Museo Arqueológico Etnológico y Numismático; 

a través de las mismas podemos observar desde la evolución del turismo en la isla, a todo tipo de objetos, piezas y enseres, 

que fueron de utilidad en el pasado mas o menos reciente en diversos campos de la ciencia, agricultura, comercio, religión, arqueología, prehistoria, numismática, historia, etc.

La cantidad y la calidad de las piezas que conforman esta abrumadora colección, 

reflejan el incansable trabajo de recolección e investigación que realizó Fray Joan Llabrés Ramis y del interés por conservarla y ampliarla para la comunidad de frailes franciscanos de la Tercera Orden Regular de La Porciúncula.

Su procedencia se corresponde con donaciones, compras y de intervenciones arqueológicas realizadas por el mismo director, siendo las que presentan mayor interés científico. 

Existe una secuenciación cronológica desde la prehistoria y la Historia Antigua de la isla, mediante un muestreo de objetos representativos.


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