Sóller
Sóller, populosa villa, situada en el noroeste de la isla donde se agrupan siete núcleos de población; accedemos desde Palma por la Ma-20 a la Ma-11, aparcamos a la orilla de la carretera,
en el cruce con el Cami de Son Pons. por donde comenzar a caminar
hasta el cruce con el Centro Concertado de Enseñanza Sagrados Corazones.
Continuamos el descenso por la izquierda,
el Camí des Dragonar
pasa junto a una finca consultora informática,
y nos adentra en el casco de Soller;
atravesando por la Calle del Capitán Angelats, observamos que algunas edificaciones de piedra, mantienen el encanto de su distribución cuando se hacia necesaria la puerta de caballerías.
Siguiendo a las personas del pueblo con carrito hacia la Plaza de la Constitución, entramos de lleno en el Mercado de los Sábados,
para comprar sobrasada y longaniza de payés;
echamos un vistazo al edificio de un banco, al Ayuntamiento
y a la iglesia de San Bartolomé,
destaca su atrio coronado por un gran arco apuntado con dos arcos ojivales y un rosetón,
mezclando el modernista Art Nouveau con el historicismo gótico.
Mientras nos dirigimos hacia la Estación de Soller, uno de los tres automotores de tranvía numerados (3) nos pide paso; son los originales de 1913 que fueron encargados a la casa zaragozana Carde & Escoriaza.
El 4 de octubre de 1913 se inauguró la línea del primer tranvía eléctrico.
El horario del tranvía en temporada baja es cada hora, se pagan los 8€ en el interior del mismo.
Mientras esperamos la salida del próximo,
entro a visitar las salas del Museo Can Prunera, que la Fundación Tren de l’Art mantiene abiertas;
de entrada gratuita dedicadas están dedicadas a dos grandes artistas contemporáneos: Pablo Picasso y Joan Miró:
contiene 70 piezas de ambos artistas con manifestaciones de respeto y admiración entre ellos;
las dedicaciones de dibujos, fotografías y postales,
constatan la amistad de una relación a pesar de los doce años de diferencia, y personalidades contrapuestas, Picasso era extrovertido, orgulloso y de fuerte carácter; en cambio Miró, era tímido y callado.
Comentarios
Publicar un comentario