Murcia-Rincón del Merino-Paseo de las Estaciones-Azud de La Contraparada-Rueda de la Ñora-Monasterio de Los Jerónimos
Parto desde el Auditorio Victor Villegas de Murcia,
por el carril bici,
atravieso por la Pasarela Manterola (1997), puente de tirantes sobre el azud del Río Segura; sigo por la mota del río y giro por ancho sendero marcado con postes de madera,
para tomar el Camino Hondo de Barriomar, hago unos metros por dirección prohibida, pues han cambiado el sentido de la circulación; cruzo la carretera Murcia-Alcantarilla por el Camino del Badén, me salgo en Torre Salinas y cruzo Aljucer.
Rodeo completamente el Rincón del Merino,
por los Sisos y Tordillo, alcanzo de nuevo la carretera del Badén o Albadel; tras 450 a la derecha tuerzo por la izquierda siguiendo el Carril Torre del Cura al paso de la Acequia Almohajar.
Por el Camino Hondo salgo a Era Alta, dejo atrás Nonduermas y, entrando en la Raya,
giro a la izquierda por el Carril Seanos enlazando con la Senda Verde Puxmarina/Paseo de las Estaciones
a la coqueta Ermita de San Antón,
pequeño templo fundado en 1765 de estilo barroco popular y escudo nobiliario.
Entro por Puebla de Soto
a los apuntalados restos del histórico Molino Grande, también conocido como Molino de Abades, del Obispo o Molino Caballero, edificación con una antigüedad superior a cien años.
Sigo recto por un sendero huertano,
cruzo la carretera hacia Puebla de Soto, para girar a la izquierda por el Camino de Caravaca
al Paraje del Agua Salá.
Paso frente al puente romano o Acueducto de los Arcos, con acequia restaurada sobre la Rambla de las Zorreras,
formado por tres acueductos adosados entre sí, para albergar los canales de las acequias Alquibla, Turbedal y Dava;
supone un conjunto arquitectónico de gran envergadura y complejidad, reflejo de un tipo de construcción característico de la sociedad agrícola tradicional y uno de los vestigios del sistema de regadío histórico de la huerta de Murcia.
Pedaleo por la mota
rodeando el centro de Visitantes de la Contraparada;
cruzo por el puente su madera
al área de recreo Soto de las Aneas
y el Azud de La Contraparada,
distribuye el agua del Segura por la Vega Media.
Tomo el carril bici
para rodear en parte, la siempre accidentada por incendios o bombardeo, Fábrica de La Pólvora Santa Bárbara,
todo un complejo de talleres ahora reducida de servicios y propiedad de Rheinmetall Expal Munitions; a la altura de su entrada.
Giro por carril de huerta para tomar un sendero matorralero a la derecha,
me saca al carril bici solo por unos metros ya que me introduzco por un estrecho pasillo
hacia la Rueda de la Ñora; la noria actual, es un artefacto completamente metálico construido en 1936, que reemplazó a la antigua noria construida en madera.
Tiene 10,30 m de diámetro y un 1,60 m de ancho.Movida por el agua de la acequia Mayor de la Aljufía, recoge ésta en los cangilones laterales, que a su vez depositan el agua en un canal (Brazal de las Rejicas) y tiene unos cinco metros de altura. El agua que escapa de los cangilones sin ser depositada en el canal vuelve a la acequia. El acueducto que acompaña a la noria tiene una longitud de unos 220 m.
Tomo por un tramo corto de exuberante vegetación
hacia la rotonda para seguir el Carril de los Arcos con vistas al Monasterio de Los Jerónimos; procede de otro anterior fundado en 1579, conocido como monasterio de San Pedro de la Ñora.
El conjunto monástico llamado popularmente el Escorial Murciano, sirvió como morada de enfermos del Manicomio de Murcia durante el cólera de 1855, para los asilados de la Misericordia, hospital de sangre en el período del Cantón Murciano,
sufrió numerosos saqueos y abandonos, incluso funcionó como cuartel de instrucción para nuevos pilotos del ejército republicano. Actualmente acoge las dependencias de la Universidad Católica San Antonio de Murcia (UCAM).
Por los Carriles Cipriana y Silvestres
cruzo la Carretera de la Ñora, cogiendo un ramal del carril bici
al de vuelta,
de nuevo a la Pasarela Manterola primero
y al Auditorio después.
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