Niño de Mula-Ermita del Niño del Balate-Vía verde del Noroeste-Salto del Usero-Balsa de la Luz-El Martinete
Parto desde el Niño de Mula
hacia la Ermita del Niño del Balate, ermita del siglo XVIII y de estilo barroco;
según cuenta la leyenda, en este lugar se le apareció por primera vez Dios Niño a un pastor en el año 1648; se convirtió en Fray Pedro Botía,
y años después, en un viaje a los Santos Lugares, conoció al Conde Lemos que le introdujo en la Corte madrileña, llegando a ser consejero del hermano de Carlos II;
así consiguió que se construyera el Monasterio de La Encarnación en Mula, donde se empezó a rendir culto al Niño.
Enlazo con la Vía verde del Noroeste, una ruta acondicionada para usuarios no motorizados, aprovechando el antiguo trazado ferroviario entre Murcia y Caravaca de la Cruz, de 78 km.
Cuando se proyectó convertir la línea del antiguo trazado ferroviario entre Murcia y Caravaca de la Cruz en vía verde, los técnicos descubrieron que la autovía, carreteras, urbanizaciones y sembrados habían cortado, invadido o apropiado tramos del trazado original, cerrado desde 1971 cuando dejó de funcionar este ferrocarril.
Entro por cuatro túneles y varios puentes
hasta la entrada a Bullas, tierras de vides, almendros y frutales; giro a la derecha en Los Cantos por la Calle Rosalía de Castro a la Avenida Médico Manuel Medina
cortando la MU-503; tras 60 m, tuerzo a la izquierda por calle Casa del Camino;
cambio de dirección hacia el Sur, bordeando La Rafa por el Camino Molino de Enmedio entre grandes extensiones de cultivos;
a la altura de una balsa de riego, veremos las indicaciones para descender al viejo Molino de Enmedio
y el puente de madera que vadea el Río Mula.
Solo que el puente de madera ya no existe, las crecidas del Mula se lo han llevado por delante; no sé desde cuando, la ultima vez que pasé por el fue en diciembre de 2021, pero no hay ningún cartel que lo avise, a eso lo llamo dejadez por parte de los responsables y así se lo hice saber a la pareja que cobra por aparcar.
Vuelvo al cruce y giro a la izquierda,
enlazando con la Calle del Río para entrar en el paraje del Salto del Usero,
donde se encuentran la cascada y poza (que los lugareños llaman vaera); su cauce es rico en rocas sedimentarias, formadas principalmente de carbonato cálcico y originadas hace millones de años por los depósitos del río llamados travertinos.
En este enclave natural, visitado por miles de turistas durante todo el año, en la noche de San Juan se celebra la tradicional «Bajada de la Mora», congregando a cientos de personas que al filo de la media noche, se reúnen en torno a la poza, con el fin de encontrarse con la «reina mora» y poder ser bendecidos por sus milagrosas aguas.
Cruzo a pie por el puente de madera sobre la cascada
y asciendo la rampa de la Calle del Río hacia Bullas; rodeo el aparcamiento por la Calle los Muletos
a la rotonda, viro a la derecha por la Avenida Médico Manuel Medina a la siguiente rotonda (a 200 m del track de la ida). En 280 m hago otra rotonda, rodeando la Piscina Climatizada Municipal, cruzo por el sucio Ecoparque
a la calle Rosa Degrás entroncando por la derecha con el track de vuelta por la Via verde.
Junto a la Balsa de Camarote;
unos metros mas adelante, tuerzo en descenso bordeando la Balsa de la Luz y unas ruinas;
echo un vistazo al conjunto de riego del Barranco de los Canales
y vuelvo a pistear en descenso junto al Río Mula;
enlazo con la local MU-C-6 hacia el Molino y el Martinete,
edificio residencial del siglo XIX, con dos plantas y de estilo barroco popular, su nombre se debe al acueducto del que forma parte. Llego al Niño de Mula, fin de periplo rutero.
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