Circuito Multidisciplinar por El Valle

Ruta por el Parque Natural de El Valle, concebida y enfocada al conocimiento de varias disciplinas: Históricas (hornos de yeso, eremitas y trincheras), religiosas (Santuario Virgen de la Fuensanta,


 Convento Santa Catalina, Eremitorio de la Luz, Cueva Ermitaña de la Cruz, 


Seminario de Verano y Ermita de San Antonio El Pobre), 

monumentales (Acueducto Mayor y Castillo de la Luz), naturalistas (Arboretum, Centro de Recuperación de Fauna Silvestre 

y Charcas de Anuros), 

recreativas (la Balsa y Albergue) y botánicas (Rambla del Valle y Barranco del Sordo).


Accedo desde la Carretera de La Alberca, RM-302, por la Urbanización del Verdolay, al Convento de Santa Catalina del Monte con aparcamiento para nuestro vehículo (37°56'2.17"N 1° 7'54.84"W). Mandado construir por el Obispo D. Victoriano López Gonzalo entre 1789 y 1805; tuvo una comunidad de legos (los hermanos legos tienen como propósito el apoyo práctico en la gestión de talleres, granjas, cocinas y otras dependencias); ahora acoge a la comunidad franciscana.

Por la derecha entro en el Parque Natural de El Valle, tuerzo en subida a la izquierda por el Sendero Cultural del Valle 

y después por el sendero “A cada paso una Historia”, 

tras recorrer a media ladera un buen tramo, 

me lleva a los antiguos Hornos de Yeso; 

rodeando el Arboretum (jardín botánico con 8 terrazas y especies de los 5 continentes) y echando un vistazo desde el Monumento al Guarda a su interior; 

me acerco al Centro de Recuperación de Fauna Silvestre, en funcionamiento desde el año 1984, desempeña trabajos de investigación, recuperación y rehabilitación de especies de fauna silvestre.

Enfrente del Albergue 

cruzo la Puerta siempre abierta del Centro, dejando el asfalto hacia la Rambla del Valle, veo los refugios artificiales para murciélagos arborícolas y fisurícolas, se colocan cuando una zona carece de refugios naturales; 

aparece la cartelería de la Senda de las Trincheras (SL-MU 29) 

en la curva de la pista, 

junto al chorro de agua proveniente de una balsa en un entorno de trepadoras,

dejo la pista y me interno siguiendo brevemente su curso, 

enlazo de nuevo con el Sendero de las Trincheras 

y realizo un paseo didáctico 

por las charcas, 

para preservar acondicionando y manteniendo puntos de reproducción para los anuros, ya que las amenazas que los diezman son múltiples. 

Acabada la zona de charcas, vuelvo a la pista para seguir en subida por el Sendero de las Trincheras, remontando la balsa en dirección a la Rambla del Valle.

Desciendo y cruzo la rambla orillado por su margen, observo la pasarela Acueducto Mayor, 

el canal

 y la vegetación circundante;

corto a la altura de la valla y Albergue la carretera al Sequén, continuo por pista a la Balsa Redonda del Valle 

y por carretera 

hasta el inicio de una traza senderil por una vaguada, 

asciende pronunciadamente a una pequeña explanada, donde dos ardillas se afanan en comer piñas; 

exploro brevemente por la izquierda

 y vuelvo a la traza; tengo que cortar el ramblizo, subir unos metros monte través para enlaza con el sendero trialero, boscoso y muy deteriorado por la escorrentía del Pinar de La Luz, 

paso junto al diminuto nacimiento

 y después

 voy subiendo por una trazada a los bloques rocosos con plantas rupícolas,

 antesala de la Cueva Ermitaña de la Cruz o Cueva de la Hiedra.

Interesante el mundo espiritual de ermitas, conventos y santuarios que fueron surgiendo en torno a un paraje de cuevas para morada de peregrinos convertidos en ermitaños, en su búsqueda de aislamiento y meditación allá por el S. XV.; más tarde fundarían diversas Congregaciones y Órdenes religiosas en la zona, 

entre ellas la de Los Hermanos de la Luz, cofradía integrada por un grupo de anacoretas que subsistían de los productos de sus tierras y de la limosna. Enlazo con el sendero Umbrías de Santo Ángel PR-MU 22; 

entre olivos y algarrobos vislumbro el Eremitorio de la Luz, El Seminario y el Santuario de la Fuensanta.

Salgo al asfaltado Camino del Apóstol, 

por la izquierda cruzo barrera y carretera

 descendiendo al Barranco del Sordo, al atravesarlo continuo por el sendero de piedras, 

atento a subir por traza senderil difuminada, a lo alto de un cerro 

con depósito de aguas abandonado; 

desciendo a la entrada del Seminario de Verano o Centro de Espiritualidad, abandonado y expoliado a pesar de su privilegiada posición y las posibilidades que ofrece; desciendo por su fachada

 internándome en una zona muy bonita de exuberante vegetación; 

sin perder altura 

salgo a la explanada aparcamiento del Santuario de la Fuensanta, patrona de Murcia; su santuario es de estilo barroco, se encuentra al cuidado de las monjas benedictinas y está rodeado de diferentes construcciones religiosas que iré visitando: el monasterio de las monjas benedictinas junto al santuario, 

la casa del Cabildo

 con un mirador sobre la Vega Murciana 

y descendiendo 

por el via crucis, 

la Fuente Santa con un frente de estilo renacentista, 

el origen del culto a la Virgen de la "Fuente Santa", viene de una leyenda que narra la aparición del milagroso manantial que riega el paraje. La Virgen de la Fuensanta viaja en dos ocasiones al año a la Ciudad de Murcia, la más importante, la Romería mayor, en martes de “bajada” tradicional y multitudinaria, en las "Siete Cuestas" que la separan del Santuario, muchos romeros la ascienden en señal de promesa de rodillas o descalzos.

Por encima de la fuente, el sendero bordea unas instalaciones religiosas (Villa Pilar), 

girando por la izquierda a media ladera del Barranco del Sordo; 

al final hay que bajar y cruzarlo por el sendero de la Cañada Real de Torreagüera

 al Eremitorio de la Luz, 

rodeando los muros del monasterio; 

destaca en su fachada el frontón clásico con la hornacina de la Virgen con el Niño y dos figuras infantiles a sus pies; 

sobre la puerta de acceso, hay un relieve con el corazón de Cristo coronado de espinas y un corazón de la Virgen traspasado por un puñal (recordatorio de los pasos del vía-crucis); en su interior la nave central con capillas y crucero rematado por cúpula.

Salvando unos metros por carretera, desde el Centro de Visitantes de la Luz, cojo el Sendero Cultural El Valle; 

sigo paralelo a la carretera 

hasta iniciar el ascenso al Castillo de La Luz, 

construido en la dominación islámica (siglos VIII-IX), se comunicaba visualmente con los del Puerto de la Cadena, la Asomada del Puerto y el de Algezares. 

Tras recuperar el resuello y disfrutar de las vistas 

paso por su aljibe

 y vuelvo al sendero señalizado, dirigido y acondicionado;

 en los metros finales 

a la Ermita de San Antonio El Pobre 

con su centro de información; su aspecto actual data del siglo XVIII, según los cánones del barroco popular murciano;

se trata de un edificio que consta de iglesia y dependencias para albergue del ermitaño y una cueva excavada en la montaña. 

Solo me queda un corto trayecto al aparcamiento.


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