Raiguero Levante a Peña Orihuela/Leja Millamón y vuelta por Barranco Tres dedos
El topónimo Raiguero corresponde a un canal natural que se origina en la ladera de una elevación y por el cual discurren las aguas de lluvia.
Enfrente me espera la Sierra de Orihuela, comarca del Bajo Segura, incluida en los términos municipales de Orihuela y Santomera; para coronar su cota mas elevada; la Peña Orihuela o Leja Millamón;
parto por pista a la derecha cruzando el Barranco de los Tres Dedos (por el que volveré);
alcanzo el primer cruce y final pistero,
para continuar por la Senda Amarilla al Barranco de los Calderones (PR-CV 59).
Cuando el sendero se bifurca,
corto el Barranco de los Calderones (según Mapa de la Comunidad Valenciana, que no en otros), da comienzo un prolongado y duro ascenso que,
solo da tregua, en el tramo de paso por bosquete de pinos,
muy cerca al cruce con el de las Yeseras;
sigue la subida pronunciada
hasta en cercano cruce con la Senda de San Cristóbal;
por la izquierda inicio el ascenso zigzagueante al muy próximo cruce con la Senda de la Muela por el que volveré.
A la derecha se prolonga el fuerte y quebrado ascenso
hasta el Collado del Cabezo Lodroño;
por su izquierda salvando un murete rocoso, accedo al relajado sendero que transcurre por la otra vertiente, con vistas de los campos de La Matanza y Benferri, las lejanas Sierras de Abanilla, Barinas, Cantón y del Puerto.
Hago un corto descenso al inicio del Barranco de Miguel, con vistas del sinuoso sendero que aún me falta para llegar a la cima;
el tramo final, poco a poco, se vuelve mas abrupto,
teniendo que apoyar manos, antes de culminar el ascenso al vértice geodésico de la Peña Orihuela (634 m);
la panorámica a 360º en un día tan luminoso, despejado, con buena temperatura y casi sin viento, resulta sencillamente espectacular.
Retorno
destrepando un trecho corto, recorriendo parte de la ida
hasta el cruce por donde subí; ahora continuo por el sendero principal (PR-CV 59), semiaéreo, bajo los imponentes paredones rocosos de las calizas dolomíticas,
con una serpenteante bajada,
un canchal e incluso algún desprendimiento,
hasta el cruce Boca del Puerto,
donde comienzo a descender al Barranco de los Tres Dedos, con tramos exigentes hacia el final debido a su inclinación; la fragmentación del suelo rocoso que caracteriza este lugar y predomina en buena parte de la ruta, la desaconsejan en caso de lluvias recientes, fuertes vientos o amenaza de tormenta.
El PR-CV 59 pasa por el mismísimo lecho rocoso del barranco, ralentizando la marcha y obligándome a situar la trazada correcta, afortunadamente cuento con las marcas amarilla y blancas además del track,
ya que la salida barranquera acarrea, para salvar un ramblizo, auparse a una traza rocosa y rota por la escorrentía,
por la que continuar al entronque con el primer cruce de la ida; solo me quedan ya 450 m al aparcamiento.
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