Sendero de El Coterillo (SL-MU 9)-Playa de La Torre Derribada
Desde la parte trasera del edificio de información, se inicia el Sendero de El Coterillo, SL-MU 9,
paralelo a la carretera en cuyo extremo se halla el carril bici; la delimitación con barreras y vallas es para no salirse de los recorridos disponibles entre dunas y arenales costeros,
sin molestar o perturbar a las aves acuáticas que anidan y se alimentan en la Charca de El Coterillo (única zona de las salinas que no se dedica a la producción de sal).
Llegamos al mirador de aves,
nos encontramos en El Parque Regional de Las Salinas de San Pedro del Pinatar, contiene una gran variedad de ecosistemas diferentes: playa, dunas litorales, pinar, saladar, charcas o estanques salineros, carrizal, dunas y golas o encañizadas.
En 1998 fue designado como ZEPA y es Lugar de Importancia Comunitaria, formando parte de la Red Natura 2000.
Las Salinas de San Pedro del Pinatar, son un humedal con arenales situado en la parte norte del Mar Menor y espacio protegido de la Región de Murcia. Tiene una extensión de 837 hectáreas.
Transitamos por la pasarela de madera al Salero,
giramos por la derecha hacia la Playa de La Torre Derribada,
comprobamos la escasa fertilidad de los suelos arenosos, las pequeñas gotas de agua cargadas de sal y arrastradas por el viento, hacen solo posible la adaptación de las plantas halófitas, bien por su tolerancia o excretando el exceso de sal. Los pinos carrascos se muestran tumbados por este motivo.
Giramos a la derecha antes de iniciar la pasarela a la orilla de la playa realizando 360 m rectos,
la vegetación destacable se compone de Suaeda Vera (Almajo, salao, sosa), Sarcocornia (Sus tallos se vuelven rojizos a medida que se llenan de sal. Se ha usado para obtener sosa caústica y en la fabricación de vidrio y jabón),
Limonium Cossonianum (Lechuga de mar)
y Salvio (Inula Crithmoides).
Torcemos a la izquierda
caminando por la pasarela de madera
a la orilla de la Playa de la Torre Derribada,
vamos observando el romper de las olas y masas de Posidonia Oceánica. Una de sus utilidades protectoras era la de envolver con sus hojas los vidrios, cerámicas e incluso pescado, en ocasiones de hambrunas se las daban de comer a los camellos.
Otro gran uso de la hoja seca de posidonia era la de insecticida o desinfectante, también para hacer adobe en las poblaciones costeras donde falte la paja.
La restauración de las praderas de posidonia enriquece el carbono atmosférico y frena el cambio climático.
Dejamos la orilla del mar, para tomar las pasarelas
que bordean la Estación de Acuicultura Marina. Las especies actualmente cultivadas en nuestro litoral en jaulas flotantes son la dorada (Sparus aurata), la lubina (Dicentrarchus labrax) y el atún rojo (Thunnus Thynnus), sin embargo, sólo se ha conseguido la obtención de huevos a partir de reproductores criados en cautividad y su posterior engorde, en el caso de la dorada y la lubina.
Nos vamos a tomar una fritura al Venécora, como remate de este minipaseo.
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