La Aljorra-Ramblas de Los Barbastres,Peñas Blancas y Benipila-Molinos Harineros y Vía Verde del Campo de Cartagena
a la vista de un cebadero giro hacia la derecha atajando por las Casas de lo Montero a la Colada de Fuente Alamo;
corono el Puerto del Saladillo (181 m),
realizando otro atajo pistero
a la Manchica, tras 950 m, desde su plaza
tuerzo a la izquierda por camino agrícola en desuso para cruzar por encima de la Autovía del Mediterráneo
siguiendo el Sendero de Tallante PR MU-107
en los Escabeas.
Realizo unos metros por la RM E-17 para tomar después de la rotonda dirección a Las Grajas
con vistas del privado Molino de Molero Pérez;
paso por las Casas de Tallante
y asciendo al Rincón de Sumiedo;
en el Collado de la Cruz,
tomo pista a la izquierda, ahora en la cadena han puesto el cartel de prohibido el paso propiedad privada, vuelvo unos metros arriba donde otro cartel prohíbe el uso a las motos de trial, motocross y enduro; empujando la bici un corto trecho eludo la zona privada, aunque un trozo del sendero lo han labrado, plantando almendros casi en la cuerda lomera. A medida que subo al Morro del Palmeral,
la pendiente y falta de tracción puede obligarnos a empujar las bicis;
el panorama circundante entorno a Peñas Blancas resulta espectacular;
hago una breve parada en el Mirador del Palmeral (470 m)
por donde transcurre el PR-MU 115 (Sendero del Agua de Perín).
Desciendo por el sendero de la izquierda, atento a tomar un desvío a la derecha
para dejarme caer hacia la formidable Rambla de Los Barbastres,
preciosa en su recorrido,
con cartelería incluida relacionada con la arquitectura de la zona
y el aprovechamiento del agua.
Hago unos metros por la carretera de Perín para seguir por la Rambla de Peñas Blancas;
paso cerca de la Casa del Inglés,
construcción de 1890 y anterior residencia de verano del cónsul británico, Guillermo Leverkus, propietario de la compañía inglesa de agua que abastecía a Cartagena, antes que llegarán las aguas del Taibilla;
paso bajo el Acueducto de Perín,
construido por la Mancomunidad de los Canales del Taibilla en 1945,
para transportar el agua a Cartagena;
salgo por su derecha de la rambla, en busca de la carretera RM-E22 para transitar solo 550 m.
Giro a la izquierda desde la Casa Cuesta Galifa al Molino Zabala;
en el año 1986 arrió sus velas por última vez; a veces su dueño lo pone en marcha, quizás para mantener viva tradición de seis generaciones de molineros;
su productividad máxima con buen viento y moliendo de noche era de 500 kg diarios.
Junto al molino se halla un aljibe rebajado de planta circular, con cúpula de casquete y brocal de planta cuadrada; los brocales se cerraban con puertas ciegas, al agua se le añadía frecuentemente una pequeña adición de cal, para impedir que se desarrollen larvas de mosquito. La capacidad de los aljibes del Campo de Cartagena, rara vez superan los 50 m³ y su sistema de extracción consta de una garrucha metálica y roldana de madera.
Atajo a la pista de Los Agüeras,
rodeando de bajada otro aljibe,
cruzo la Rambla de Peñas Blancas del Ladrillar, llaneo por una enorme plantación de algarrobos,
muy resistentes a la sequía, con sus semillas se obtienen derivados empleados por la industria alimentaria como aditivos naturales.
Sin pisar la rotonda, cambio de dirección por la derecha, cruzando lo más recto posible la segunda rotonda de Cuesta Blanca de Abajo, entro a ver el Molino del Tío Jarapa;
se encuentra en muy buen estado de conservación.
Es uno de los cuatro (Zabala, Perín y Corona), que Juan Antonio Madrid Agüera construyó para cada uno de sus hijos.
La falta de corrientes de agua obliga al uso del viento para moler el grano. Su característica principal, y lo que los diferencia de otros molinos de viento en España, es la utilización de la vela latina en vez de aspas rectangulares.
Vuelvo a la carretera pasando Cuesta Blanca de Abajo y giro en la de Arriba, cruzando bajo la Autopista del Mediterráneo, para disfrutar de unas estampas de otro tiempo, que representan la visión de una pequeña noria y su estanque
junto al Molino del León y su entorno agrícola.
El tipo harinero cuya finalidad es la molienda de cereales, situado en espacios elevados y diáfanos de edificaciones; su altura oscila entre 6/8 m, alberga tres plantas unidas por escalera de caracol adosada al muro interior, en la superior se ubican dos grandes piedras de moler y la maquinaria.
En el siglo XVIII por el incremento de la población cartagenera, ligada a la creación de numerosas estructuras civiles y militares, hubo demanda de molinos; ya por el año 1755, Cartagena contaba con 74 molinos de viento. Desde el último tercio del siglo XIX hasta la segunda década del siglo XX, se popularizó el molino de arcaduces y hubo un resurgimiento debido al auge de la minería.
Retomo la pista asfaltada a Los Diaz, realizando un tramo roto a la Rambla de Benipila,
por la que transito hasta enlazar con la carretera a San Isidro
y su Iglesia parroquial de San Isidro Labrador;
dejo la RM-E16 a la altura de su cementerio, derivando hacia Los Roses para enlazar con la Vía Verde de Cartagena
de vuelta a la Aljorra.
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