Senda del Río Vilacoba-Fábrica de Papel de Galiñeira-Monasterio de Toxosoutos-Fervenzas del Rio San Xusto
Accedemos desde la CG-1.5 a la AC-543, aparcamos junto a la pista de entrada a San Justo (42°48'44.61"N 8°48'59.68"W).
Cruzamos la carretera tomando enfrente un carril en descenso,
pasamos por el puente sobre el Río de San Xusto
y ascendemos por un bosque de eucaliptos;
enlazamos con la pista asfaltada que, por la derecha, va perdiendo altura,
atajamos por otra
con una población de castaños
y sus frutos esparcidos por el suelo,
al igual que unos Sclerodermas, hongos a veces denominados bola de tierra ya que carecen de láminas y pie.
Salimos a la pista asfaltada a Villacoba frente a la Iglesia de San Martín de Lesende;
vamos atentos a bajar por una senda poco visible y sin marca alguna que identifique su inicio;
en el margen derecho del Río Vilacoba, tomamos la fruta observando una buena poza con su salto de agua.
Sendeamos orillados
pasando por un viejo molino
y un puente medieval de cantería con un solo arco (Ponte Gaiteira);
a partir del mismo pisteamos rodeando Lesende;
cogemos un carril a la izquierda de un florido huerto,
dejamos la pista por un sendero junto a dos majestuosas encinas;
en el siguiente cruce, giramos a la izquierda por encima de unos troncos que obstaculizan el paso.
A partir de aquí comienza el espectáculo, cruzamos el Río de Vilacoba,
comemos los bocadillos sentados en una roca plana a la orilla del agua, rodeados de exuberante vegetación y verdor por doquier, con el murmullo del río
y observando a los zapateros tomando el sol, mientras flotan apoyando las puntas de sus patas sobre en el agua y utilizando el segundo par como remos para deslizarse.
Apenas se encuentra una zona que despeje de helechos,
sí hallamos distintas pasarelas, contribuyen a disfrutar sin preocuparnos demasiado por las zonas abruptas, eso queda para el final.
Vemos otro molino embutido con trepadoras de la Senda del Río Vilacoba;
la frondosidad del bosque de ribera se come el sendero en un entorno rezumante de mística, magia y misterio;
van apareciendo las ruinas de molinos y de la Fábrica de Papel de Galiñeira, fundada a mediados del XIX, posee dos plantas con arcadas de medio punto en la baja.
Pasamos al lado de O Castro y otro aprovechamiento hidráulico en ruinas con molino, presa y derivación de aguas;
cruzamos por puente el río,
iniciando un ascenso prolongado entre las llamativas hierbas carmín (Phytolacca americana)
hasta una pequeña caseta.
Realizamos un corto trecho por la Carretera de Quintáns,
a la altura del puente, seguimos orillados al Río de San Xusto por sendero matorralero;
aparecen las primeras pasarelas con cartel de peligrosidad si se encontrasen húmedas;
nos aupamos con la ayuda de cuerdas en dos ocasiones;
pasamos al lado de la “Fervenza Secreta”,
un salto de agua con varias pozas.
Salimos a la carretera,
vemos la cartelería informativa
donde se ofrece una ruta por las fábricas de papel
y seguimos
para girar a la izquierda en el cruce por pista de tierra; tuve suerte de ver un lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi)
y un topo ibérico (Talpa occidentalis) aunque recientemente fallecido,
Rosa disfrutó con un ramillete de preciosos brezos;
la pista se hace sendero
terminando en el puente de madera
al antiguo Monasterio de San Xusto, construido sobre una pequeña ermita románica.
Rodeando la ermita nos acercamos entre molinos a la Fervenza de Toxosoutos,
el acondicionado sendero se abre paso entre rocas, vegetación y ruinas de molinos,
para deleitarnos con la última de las cascadas, la preciosa Fervenza San Xusto;
seguimos sendeando un trecho corto,
saliendo a la pista del inicio, muy cerca del aparcamiento.
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