Sendero del Agua R3-Cabañas de la Toma del Agua-Cortijo de los Grillos-Central Hidroeléctrica del Gollizo-Embalse del Molino
Accedemos desde Elche de la Sierra a Riopar Nuevo por el puerto del Peralejo, cruzamos la población hacia el Norte, aparcando arriba y final de la calle del Hotel Riopar (38°30'5.28"N 2°24'51.85"W).
Tomamos el corto atajo a la pista asfaltada hacia el Gollizo, en el segundo cruce, torcemos a la derecha siguiendo el Acueducto del Gollizo (Sendero del Agua R-3). La floración
salpica el paisaje de cromatismos que lo embellecen a cada paso;
tras rodear el Gollizo, enlazamos con su pista hasta la entrada a una casa rural en el Guitrón; por la izquierda continuamos por sendero bajo la atenta mirada de dos burritos.
El precioso sendero nos hace avanzar en ligero ascenso disfrutando del entorno boscoso;
un cartel nos invita a visitar el merendero, donde indica que hay una fuente y Cueva de Pastores,
pero al parecer es una pequeña covachuela;
de retorno al sendero,
pasamos por Prado Largo sobre las Cabañas del Ojico,
siguiendo un canal hasta el puente sobre un ramblizo bajo el Cerro del Manco.
Continuamos
hasta la entrada a las Cabañas de la Toma del Agua, en excelente estado de conservación
con muchos rincones donde el agua resulta protagonista;
tras amigable charla con el encargado del complejo, marchamos por donde vinimos.
De vuelta
al puente sobre el ramblizo bajo el Cerro del Manco, giramos a la derecha en ascenso, curveando de sorpresa en sorpresa, primero pasamos por un tramo de abigarrado encinar
y después las ruinas del Cortijo de los Grillos
ubicado en una excelente atayala;
echamos un vistazo a lo poco que queda en pie
y continuamos por el sendero
enlazando con la ancha pista bajo las Laderas del Gallinero.
Transcurre en ligero descenso, adaptándose a la orografía rodeando el Cerro de la Piedra de la Torre; rodeamos el Cortijo del Barranco Ontur/el Tun;
pasamos junto al cercado de una reses,
antes de entroncar con la pista asfaltada del Gollizo. Unos metros arriba, tomamos el atajo por la izquierda enlazando con la pista hacia un caserío, en una curva, torcemos a la izquierda por sendero pateado.
Un cartel nos avisa que, mas adelante, por la derecha este sendero acaba en una propiedad privada, nosotros seguimos por la izquierda, bordearemos una alambrada
y nos abrimos paso con cierta dificultad
para cruzar el Arroyo del Gollizo;
pasamos por la Central Hidroeléctrica del Gollizo.
Las Fábricas utilizaron el agua de la cuenca del Río Mundo para dar movimiento a toda la maquinaria, desde sus inicios hasta la década de 1970, su pionero fue el Ingeniero industrial Graubner al idear el Caz hidráulico:
un sistema de canalizaciones, balsas escalonadas y compuertas adaptado a los desniveles del terreno que daba movimiento a ruedas y martinetes.
Cuatro saltos de agua encadenados, reutilizaban el agua usada por el anterior, para volver finalmente al río. El sistema se mejora a principios del siglo XIX, incorporando las aguas de la montaña norte para evitar cortes productivos en las épocas de sequía, con José Agustín de Larramendi.
Los saltos de agua se transformaron, entre 1955 y 1960, en seis mini-centrales hidroeléctricas, permitían la autonomía energética de Fábricas de Riópar (como se denominó el pueblo hasta el cierre de la industria), proporcionando también luz a las viviendas obreras.
El Caz regaba así mismo los huertos obreros, cuando la Fábrica cesaba su actividad, usándose también como lavadero por las mujeres, todo un ejemplo de sostenibilidad energética y eficacia en el uso de los recursos.
Salimos por su espectacular camino arbolado de entrada,
rodeando la Balsa del Gollizo/Embalse del Molino
en la antigua finca de la Ponderosa, ahora denominada Club Hípico del Bronce,
seguimos brevemente el PR AB-23 Riopar-Paterna del Madera,
siguiendo el acueducto
a la derruida Central de San Rafael,
antigua Trefilería (fábrica de alambre y alfileres) en el siglo XVIII, y fundición de grandes piezas de hierro para maquinaria en el XIX y XX.
Todo se movía con el agua proporcionada por las balsas de San Rafael, hoy colmatadas, ubicadas al otro lado del camino; existiendo los canales y el depósito elevado del martinete; y donde estuvo la turbina instalada en el siglo XX.
Solo resta volver con vistas de la Iglesia parroquial del Espíritu Santo,
del siglo XV y de estilo gótico es la más antigua de la Sierra del Segura;
al cercano aparcamiento.
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