Garachico
Accedemos a Garachico (del árabe gar + ac + chiq con el significado “ha venido tu cueva a ti “), desde la TF-5 por la TF-42, aparcamos junto a la Ermita de San Roque, posee una sola nave con tejado a cuatro aguas con dos espadañas situadas a sendos lados del hastial, fue levantada por los devotos al santo de los apestados, San Roque, a principios del siglo XVII fecha en que la peste bubónica castigó la Villa de Garachico. Cada año, el 16 de Agosto, se celebra la fiesta de San Roque santo patrón protector de Garachico.
Partimos caminando por el estrecho paseo marítimo con vistas de un islote, Monumento Natural del Roque de Garachico, roque costero con 77 m de altura y 5 has;
se ubica a unos 300 m de la costa, frecuentado por diversas especies de aves con diferentes grados de protección medioambiental como la pardela chica, el paiño de Madeira o el petrel de Bulwer, y suelen hacer escala él aves migratorias,
Nos detenemos en la escultura del Pez,
expresa el agradecimiento del pueblo de Garachico a los abnegados hombres del mar y como símbolo de la gastronomía de la zona. Obra en acero inoxidable de Pascual González Regalado que se inauguró el 12 de marzo de 2003.
Los efectos de la salinidad en el aire maritimo se hacen notar en la barandilla del paseo, la oxidación que presentan no da confianza en su cometido;
abajo vemos los rompeolas de hormigón hechos de moldes encofrados acrópodos formando una escollera protectora
muy necesaria debido a las tormentas que baten la costa del municipio; el 19/11/2018 hubo que evacuar algunos edificios ante la furia del oleaje.
Pasamos delante de las pistas deportivas
y la piscina
para aventurarnos en El Caletón;
el puerto de Garachico de Tenerife fue el más importante de la isla en los primeros siglos de la colonia, desde donde se embarcaban para Inglaterra los famosos vinos "canary", hasta que el volcán Trevejo/Arenas Negras el 5 de mayo de 1706, provocó que la lava sepultara el antiguo puerto y formara las pozas naturales conocidas como el Caletón,
el lugar está adaptado para los visitantes, cuenta con varias escaleras de acceso al mar y a las diferentes piscinas,
así como un chiringuito. La zona costera se hallaba cerrada ya que el puente que la une con el interior estaba destruido.
Junto a las piscinas se encuentra el Castillo de San Miguel,
construido en el S. XVI como protección contra los ataques piratas y corsarios, debido a la incesante actividad portuaria, la mayor de la isla;
piratas como el famoso Francis Drake, atacaban la isla de Tenerife con el propósito de robar vino y así endulzar sus viajes al estrecho de Magallanes y las costas de Perú.
en 1589 contaba con "siete piezas de artillería de hierro...cinco piezas de hierro colado y tres cañones de campaña…";
de planta cuadrada, una sola puerta de entrada y pretil almenado rematado con dos garitones;
la rada cuya entrada custodiaba el castillo, fue tapada por la lava y perdió su carácter defensivo esta pequeña fortaleza, visitable como museo previo pago.
Sobre su puerta central encontramos varias heráldicas siendo la mejor conservada la del emperador Carlos I de España y V de Alemania.
Entramos primero en un centro de artesanía
y después tomamos un café en el restaurante de al lado con un patio interior muy interesante;
dejamos el paseo costero y entramos por la Plaza de Juan González de la Torre
al interior del Parque Puerta de Tierra por pequeño jardín con especies exóticas,
el altorelieve en bronce de Cristóbal de Ponte
por su gran aportación económica en la conquista de Tenerife,
el viejo lagar de la Hacienda de San Juan Degollado
y la puerta que delimitaba el puerto de la Villa, a través de la que debían pasar personas y mercancías que entraban o salían de Garachico;
también encontramos el busto a Rafael Alberti, poeta español que visitó Garachico en el año 1991; en su honor se creó el “Rincón de los poetas”.
Continuamos por la Calle Pérez Zamora hacia la Plaza de la Libertad pasando junto a la Iglesia Matriz de Santa Ana, templo fundado en 1520 por Cristóbal de Ponte sufrió graves daños en la erupción de 1706, luego fue reconstruida siguiendo los planos originales.
Dispone de planta de cruz latina, las figuras de Santa Ana y San Joaquín, el artesonado mudéjar en madera de pino canario que cubre el interior de la iglesia
y lo más destacado, el Santísimo Cristo de la Misericordia, realizado por indígenas mexicanos a finales del siglo XVI, un "Cristo de maíz"
o representación de Jesucristo mediante una técnica utilizando la médula de la caña del maíz para crear a sus dioses o ídolos los indios tarascos de Michoacán en México, resultando la obra un peso ligero que podían cargar a hombros sin gran esfuerzo. La entrada cuesta 2€.
A la derecha de la plaza
se encuentra la Casa Palacio de los Condes de la Gomera se la conoce como la Casa de Piedra y acoge diferentes exposiciones artísticas y culturales; seguidamente el Ayuntamiento con su fachada neoclásica;
enfrente la iglesia de Nuestra Señora de Los Ángeles y el Antiguo Convento de San Francisco de Asís,
en 1.524 Cristóbal de Ponte cedió terrenos a la Orden Seráfica junto a la ermita de su propiedad, con el tiempo se transformaría en la capilla conventual y lugar de enterramiento del citado fundador y de su esposa.
Dispone una planta de cruz latina con capilla mayor, en la que se puede contemplar un artístico artesonado mudéjar ochavado;
otra de las capillas recibe el nombre de La Vera Cruz, construida a principios del siglo XVII por esta cofradía, ya que contaba con miembros pertenecientes a las familias distinguidas de Garachico.
Alberga la Biblioteca Municipal, el Archivo Municipal, el Museo de Ciencias Naturales, el Museo de la Historia Local y sala de exposiciones.
Antes de dejar la plaza pasamos junto a la Casa del Marqués de la Quinta Roja, con muestras propias de la arquitectura doméstica canaria,
en la que aparecen los tradicionales trabajos de tea labrada que cubren todos sus vanos y techan las habitaciones más nobles; una artística escalera de piedra y un mirador inspirado en los balcones de madera con celosía, muy utilizados en la arquitectura nazarí. Actualmente es un hotel.
Volvemos por la Calle San Diego, donde encontramos el edificio de grandes dimensiones correspondiente al Convento Concepcionistas Franciscanas, habitado por religiosas de clausura de la Orden de San Francisco de Asís;
actualmente y previa reserva, las monjas de clausura realizan pasteles típicos (pañuelos de cabello de ángel, rosquetes y magdalenas) para la venta.
Salimos a la carretera de entrada al pueblo presidida por El Monumento al Motín del Vino, representa la lucha de los cosecheros canarios contra el monopolio inglés sobre la producción vinícola canaria, acabó en 1666 con el asalto a las bodegas del puerto de Garachico destrozando las barricas.
Los historiadores cuentan que ríos de vino corrían por las calles teniendo lugar una de las inundaciones más extrañas y curiosas del mundo apodada como el “Derrame del vino”. La escultura de 5 m de alto, está modelada en mármol blanco de Carrara y para rematar el conjunto, el escultor utilizó lava de las coladas volcánicas de la zona; nos muestra a un cosechero de gesto enojado con una barrica de vino en sus brazos, mientras su pie derecho pisotea otra barrica de vino rota.
Debajo de la figura se aprecia la proa de un barco y bajo ella se lee “Una noche de 1666 torrentes de vino corrieron por Garachico”. Solo nos resta cubrir los metros restantes al aparcamiento.
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