Puerto de la Cadena-Sendas de la Vagoneta, Gato, Buho y Perros-Ramblas de Los Tres Cabezos

Accedo al aparcamiento de la gasolinera del Puerto de la Cadena, 

parto pedaleando con un fuerte viento lateral, por la pista asfaltada por detrás de la misma (Vereda de Torre-Pacheco), en dirección al Caserío de Lo Pareja 

y la Finca Constancia; 

tras superar una corta cuesta encementada voy atento a virar por la derecha buscando un sendero pateado por los caballos de la Finca Constancia que , por la izquierda, me saca al aljibe de un viejo caserío.

Bordeo pisteando la Casa del Estrecho de Abajo; 

giro a la izquierda salvando una barrera amarilla, para transitar por el talud de un olivar hacia la Senda de la Vagoneta; 

faldeando la Sierra de Los Villares; 

la abundancia de conejo y perdiz, además de las migratorias paloma torcaz y tórtola, son presas de la zona dotada con diversos cotos de caza menor, 

pero si buscamos salamanquesas, dentro del vagón 

siempre encuentro alguna de buen tamaño.

Acabado el sendero, enlazo con la pista al Collado de Las Zorras y las Casas del Collado en la Venta del Garruchal; 

cruzo la carretera y desciendo unos metros a la derecha para tomar el Sendero del Gato; coge altura con vistas del Cabezo del Buitre a la izquierda, al fondo el Puntarrón y a la derecha el pico de Columbares; 

pedaleo bajo pinar por este sendero aéreo, arbolado y entretenido a media ladera; 

me aboca al Camino de Los Militares, lo sigo por la derecha, continuando junto al vallado de una finca dedicada a la producción de colmenas. En un cruce con aljibe en las ruinas de la Casa de los Pareja,

giro por la izquierda, enseguida enfrento varios toboganes contundentes, accediendo a la carretera del Cabezo de la Plata, RM-F56 y al Collado de Los Ginovinos, entre las Sierras de Columbares y Altaona. En el Collado de los Ginovinos, junto a la puerta de entrada, comienzo el ascenso pistero; a medida que tomo altura, las vistas corresponden al Campo de Cartagena y el Mar Menor.

Voy atento a girar a la izquierda por pista forestal, tras el cartel y cadena,

desciendo lento por terreno incómodo (roto y rocoso) abajo veo la Casa de los Ginovinos, la finca tiene 115,90 has y desde el 2010, la Concejalía de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Murcia, viene realizando trabajos de recuperación, mantenimiento y repoblación de pino carrasco, así como poda, refaldeo y entresaca de madera; antaño las labores agrícolas propias de la finca fueron cultivos de olivos, algarrobos y almendros; 

alcanzo el cruce del Aljibe; 

un cartel nos recuerda los superpoderes del Búho Real: potente oído, excelente visión nocturna, majestuosamente silencioso, aterrador con su poderoso pico y afiladas garras. Un depredador especializado que se alimenta de conejos, roedores, insectos, ardillas, liebres, erizos, otras aves como palomas, mirlos, urracas, perdices, córvidos, lechuzas y grajillas.

Comienza una traza senderil atochera al Castelar, PR-MU 94; 

encuentro paredones erosionados 

y un gran desplome; 

tras una subida desciendo 

cruzando la Rambla de Herradores y ya por pista 

asciendo a la casa de aperos; 

sigo a la puerta, para evitar el acceso de vehículos no autorizados a la finca municipal, 

con el cartel de designación como ZEPA, relativa a la conservación de las aves silvestres, por cumplir los criterios numéricos para la especie Búho real (Bubo bubo). 

En 1,2 km por pista en buen estado, con miradores en alguna de sus curvas del Paisaje Lunar, 

de las cercanas Sierras de Columbares, Cañisola y Mamellones; a lo lejos la Sierra de la Muela y el Parque Regional de la Sierra de la Pila, 

entronco con la Carretera del Cabezo de la Plata al Collado de Los Ginovinos de vuelta. Rehago parte del trazado de la ida hasta una explanada, que distribuye a dos pistas, por la de arriba, desciendo por estrecho sendero

 al Camino de Los Militares; lo sigo un corto trecho,

 muy atento a girar por pista en desuso marcada con un hito; a la derecha se encuentra la balsa en la zona de Los Pareja y su derruido canal de asistencia. Al final se convierte en la divertida Senda de los Perros; 

cruzo varios ramblizos con algún repecho corto. Estamos en la Sierra de Los Villares, aunque esta senda faldea la de Columbares por la cara sur.

Salgo nuevamente a la Pista de los Militares, me deja en la carretera que sube a la Venta del Garruchal; 

y eso hago para descender unos metros, girar a la derecha por la Pista de Los Cazadores, veo uno de los Resort 

y pasadas las columnas de entrada a la zona voy preparado para girar en subida por una pista en desuso con tramos rocosos; 

desciende al enlace pistero de la ida cercano a la casa del estrecho de Abajo; asciendo una dura rampa hasta alcanzar el próximo caserío en restauración; 

tuerzo desde su aljibe, hacia la Solana del Cerrillar por pista rodeando los Badlands de Los Estrechos, tipo de paisaje de características áridas, debido al clima semidesértico y erosionado por las avenidas de agua de lluvia, al precipitarse en pendiente sin cobertura vegetal que la frene,

Me dirijo hacia Los 3 Cabezos, de escarpe rocoso con buenas vistas desde su cumbre sobre El Estrecho y la Sierra de Los Villares (su nombre lo debe a la necrópolis de una “villae” romana en Baños y Mendigo) 

sus ramblizos son trialeras que ponen a prueba las suspensiones de la Rise; como la segunda Rambla de Los Cabezos, cuajada de grandes pedruscos erosionados, aflorantes del antaño fondo marino; 

le sigue una zona aterrazada

 y la tercera rambla siempre con suelo de piedra.

Enlazo con la pista

 que me acerca por la derecha a las ruinas de la ermita de Lo Pareja, 

donde estuvo celebrando misas el cura que vivía junto a la familia de la casa, hasta el inicio de la Guerra Civil Española; en el año 1968 la familia se trasladó a Baños y Mendigo, al no disponer de los servicios más elementales en este desolado paraje. 

Solo me resta terminar el pisteo en ligero ascenso al aparcamiento.

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