Puente de Vadillos-La Ceja-Pobedilla-Herrería de Santa Cristina-CE del Infiernillo-Cañizares

Accedemos a Puente de Vadillos desde la CM-201; aparcamos junto al Hotel Caserío de Vadillos; salgo pedaleando por la acera unos metros en subida, para tomar a la izquierda una pista monótona que no da tregua hasta pasados cerca de 7 km; 

tras pasar un aprisco, 

giro a la izquierda en La Ceja por el primer cruce, veo una cierva que huye espantada, 

cruzo el cortafuegos a Carrascosa 

y sigo al enlace con el Camino de Santa Cristina PR- 93; 

en el descenso desde Pobedilla (1265 m) se cruzan dos cabras montesas; la altitud de las muelas y riscos, 

me permite divisar desde estas alturas, el espectacular paisaje que conforma la angosta Hoz del Guadiela o de Tragavivos con el Embalse de la Chincha;

 me acerco al Mirador de la Peña del Águila, 

para divisar entre altos farallones rocosos y escarpadas laderas cubiertas por espesos pinares, el Barranco de la Hoz Somera.

Desciendo raudo 

al Mirador de la Hoz de Tragavivos, donde se encajona la pista, 

cruzo el Puente de las Tobillas 

y asciendo una rampa bordeando Cabeza Romeral, 

para enlazar con el Camino del Cerro a las Cercas de Ganga

 y entrar en la aldea Herrería de Santa Cristina: 

En la época romana se construiría la Herrería de Santa Cristina y numerosas vías de comunicación, para poder explotar los yacimientos ferruginosos de Cueva del Hierro. 

Entre los años 1608 hasta 1611 los restos muy deteriorados de esta antigua herrería, pasarían en contrato de arrendamiento a Luis de Molina y su esposa Isabel de Cervantes, hija bastarda de Miguel de Cervantes Saavedra. La estancia del escritor en este lugar queda plasmada en el viaje de El Quijote y Sancho a Barcelona, desde la llanura manchega pasando por Molina de Aragón y de aquí a Beteta.

Cruzo la rústica población con casonas rehabilitadas, 

desciendo por pista encementada 

para entrar por el puente sobre el Guadiela

 y rodear la Central Eléctrica del Infiernillo; 

la pista plagada de exuberante vegetación, 

permite observar una cascada seca

 y las formaciones tobáceas; 

continuo recto por el Camino de Valdelafuente

 hasta el cruce con el puente para hacer foto; 

retomo la pista dejando atrás Casa la Escrita,

a la unión de los arroyos que dan lugar al Rio Palomares; 

el camino continua junto al Arroyo de la Vega, 

dejando el caserío de Palomares a mi izquierda.

La pista maderera denota que el motor económico principal de la comarca fue la madera. 

La figura del ganchero resuena por los bosques de pinos, cuyos troncos fueron antaño transportados por los ríos, hasta la gran ciudad para la construcción de importantes edificios como el Monasterio del Escorial.

 También la resina, fue importante en la zona. 

La pervivencia de formas de vida tradicionales, así como los usos ligados al territorio, como la artesanía de mimbre, la recogida de setas y de plantas aromáticas o la elaboración de embutidos de carne de caza, nos hablan de la íntima conexión humana con el territorio, del equilibrio y sintonía de nuestras actividades con los ritmos y bienes de la naturaleza.

Paso junto a una finca donde veo los típicos chozos de mimbre, 

una variedad de sauce que destacan por su flexibilidad y su resistencia a las bajas temperaturas; este cultivo atesora los saberes de un oficio, la cestería, que nace en la Edad Media y se convierte en una de las actividades profesionales principales del noroeste de la provincia de Cuenca. 

Durante la época de cosecha, el mimbre se recoge y seca en manojos colocados en posición vertical formando chozos o carboneras. 

Una vez seco, las ramas son descortezadas o cocidas con los restos de su propia corteza, si se quiere teñir el mimbre de diferentes colores. Manos expertas lo trenzarán, dando forma a cestas, canastos, sillas, etc.

Salgo a la CM-210 

llaneando por la zona donde hubo una fábrica resinera, solo queda su chimenea para atestiguarlo en la finca del campamento nazaret; 

la resina se usaba para la producción de colofonia (agente de encolado en masa del papel), alcanfor y aguarrás. 

Cruzo Cañizares emprendiendo una subida pronunciada, 

mientras los buitres acechan sobre los frailes de roca; 

tras el consiguiente descenso frenético a Puente de Vadillos, junto al puente sobre el Río Cuervo, veo la planta perteneciente a Navarro SiC de fabricación de carburo de silicio, un material utilizado en la industria para generar materiales abrasivos, refractarios, metalúrgicos y aplicaciones especiales;

 esta factoría es uno de los principales motores económicos de la Serranía de Cuenca, junto con la embotelladora de Solán de Cabras, propiedad del grupo Mahou-San Miguel. Finalmente paso frente a la Hidroeléctrica del Guadiela SA 

llegando a mi destino.

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