Mirador secreto del Acantilado de Los Gigantes

Accedemos desde la TF-1 y TF-47 a la TF-454, pasaremos en plena curva a izquierdas por el aparcamiento del Mirador Archipenque, lugar tradicional para observar el Acantilado de Los Gigantes; sin embargo si queremos disfrutar de vistas sobrecogedoras, poco mas abajo en la siguiente curva a izquierdas, siguiendo recto y por dirección única sin descender al centro urbano de Los Gigantes, en fuerte subida llegaremos a una curva donde hay una pista con vallado y espacio para dar la vuelta, aparcando en cualquier hueco, que los hay.

Solo tuvimos que caminar cuesta arriba 60 m para sobrepasar la valla, 

un cartel del Ayuntamiento del Teide nos advierte al inicio pistero, que no debemos descuidarnos si caminamos demasiado pegados al borde y que pueden haber desprendimientos, 

sin embargo nos pareció bastante seguro, salvo para personas con vértigo, hacer el corto tramo pistero para disfrutar de la magnificencia y grandiosidad del Acantilado de Los Gigantes, sus inmensas paredes de roca volcánica se emplazan dentro del Parque Rural de Teno, conformando uno de los paisajes más famosos de Tenerife y una visita imprescindible en la isla.

En tiempos de los guanches eran conocidos como la «Muralla del Infierno» o «Muralla del Diablo», ya que su geografía de lavas oscuras resulta prácticamente infranqueable hacia el interior isleño. Las verticales paredes en algunos puntos superan los 600 m de caída, son el lugar elegido para realizar varias actividades tales como el paseo en barco, avistamiento de cetáceos, snorkel, kayak y submarinismo ya que los fondos marinos de esta zona tienen apenas unos 30 m de profundidad y debido a su difícil acceso albergan una riqueza natural

Al final de la pista en solo 120 m, disfrutaremos en solitario o casi, ademas de la vistas sobre el puerto deportivo de Los Gigantes y, si la visibilidad lo permite, de la isla de La Gomera.

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