Bronchales Micológico

 

Acceso desde la Autovía Mudejar (Teruel) por Santa Eulalia y Pozohondón A-1511 a Bronchales, o desde Noguera de Albarracín TE-V-9031. Desde la entrada/salida a Bronchales, en la báscula concretamente, 

parto en ascenso por la carretera TE-V-9031; 

en la Plaza de la Fuente me esperan los acompañantes, bajo el pedestal con la figura en bronce de un pequeño ciervo, como símbolo de la localidad de Bronchales, 

situada en la Sierra de Albarracín (Montes Universales) con medio millar de habitantes, medio centenar de fuentes y manantiales, una considerable masa de pinares y a 1.569 msnm; en periodo vacacional suele estar muy concurrido por aragoneses y valencianos, pero durante el periodo COVID, los vecinos observaron varios ciervos de paseo por sus silenciosas calles.

Continuamos a la primera curva cerrada, pasada la la Plaza del Chorrillo, seguimos por pista unos metros paralelos a la carretera, pasando una zona con aparatos deportivos (Fuente del Chorrillo); vemos el cartel del Trail Bronchales, cuenta con trepidantes alternativas, aunque nosotros siguiendo el recorrido Micológico coincidimos en gran parte con el trail.

El primer cartel con referencias a la ruta es del Proyecto Amico, cuya finalidad es regular la recolección de setas y hongos con fines de consumo o comercialización, para el aprovechamiento mayormente de las gentes del pueblo, ante el aumento de los recolectores de setas foráneos.

En dirección a Sierra Alta

aparece el frondoso pinar con un pino infectado por el muérdago, las aves defecan en los árboles depositando las semillas, que al germinar parasitan al huésped. 

Comenzamos a pasar por los 14 paneles y reproducciones de las diferentes setas y especies que abundan en esta zona, 

siendo el primero en referencia al Marasmius Oreades o Senderuela, comestible apreciado y muy frecuente, crecen varios ejemplares en forma de corro, arcos o formando un círculo, al que se suele llamar corro de brujas; 

y Pleurotus Eringii o seta de cardo, de las mas conocidas en España, muy apreciada por su sabor y recolectada como alimento.

En la bifurcación pistera, seguimos por la izquierda donde se encuentran la Tricholoma terreum o Negrilla, 

destaca su cutícula aterciopelada, el color gris oscuro del carpóforo, su fragilidad y excelencia comestible;

 y la Calocybe gambosa o Sanjuanera; su etimología Calocybe significa “con un bello sombrero o cabeza” y gambosa viene a ser “pierna de los cuadrúpedos”, por tener el pie macizo, bien desarrollado en anchura, pero corto en diámetro. 

Curiosamente su micelio emite calor cuando se encuentra en plena producción, fácilmente detectable poniendo la mano encima.

La pista curvea pasando por la colorida Peña Cervero, 

para encontrarnos con el panel de las Trompetillas y Rebozuelos;

los rebozuelos tienen un ligero aroma y sabor a albaricoque, buen rendimiento culinario tanto guisada como en conserva o seca.

Caminamos disfrutando de los colores otoñales y el fresco del atardecer, 

pasando junto al Área Recreativa Fuente del Pilar

 y la cartelería sobre la Macrolepiota Procera o parasol, 

debido a su sombrero marrón pálido, cerrado de joven, con el tiempo se abre, alcanzando un diámetro de hasta 30 cm; presenta anillo móvil y un abultamiento, a modo de lomo, de la parte central del sombrero; es una seta muy apreciada.

Dejando atrás la Fuente del Tio Pelús y, 

a la derecha, el depósito municipal de agua potable para Bronchales, comenzamos un suave ascenso

 hacia la siguiente baliza informativa, 

esta vez le toca el turno al Coprinus comatus (comatus significa que "posee mechones", debido a sus escamas), 

en España se la conoce como matacandil o barbuda, se la considera comestible, aunque debe consumirse en el día debido a que se pudre con facilidad.

Llegamos a mi preferida, al igual que muchos, el Lactarius deliciosus, níscalo o rebollón, 

de carne compacta, con olor suave y dulzón, al corte desprende un látex de color naranja; se oxida rápidamente; como curiosidad, uno de sus colorantes se elimina por el riñón, saliendo la orina rojiza, asustando si al que no sabe la causa; se consume asada, guisada, en conserva (escabeche) o como complemento de los guisos de carne.

 En Murcia le decimos guíscano. Precisamente la tomamos con garbanzos en el Soguero de Gea de Albarracín, cuando visitamos el acueducto romano; aunque no había en los restaurantes de la zona como plato principal, ni puestos de venta aún, solo el rebozuelo en guiso de alubias que también catamos.

Otro que también esta rico, rico es el champiñón, 

su cultivo nació en Francia a principios del siglo XX (de ahí su nombre Seta de París). 

Los campesinos franceses cultivaron con éxito los micelios de este hongo, sembrándolos encima de estiércol de caballo, en cavas, sótanos, bodegas, etc.; lugares oscuros y húmedos a una temperatura entre 12/18ºC. Aporta poca energía, es de bajo contenido calórico, fuente de fibra y minerales (potasio, fósforo, selenio, hierro, niacina y riboflavina).

Y ahora toca ver “el lado oscuro de las setas”, las tóxicas y venenosas, 

de ahí el dicho: “Todas las setas pueden consumirse al menos una vez”; 

el hongo más peligroso de los que podemos encontrar y sin duda el que más envenenamiento causa temporada tras temporada, es la Amanita phalloides, una clásica Amanita con volva, de color verde grisáceo en el sombrero; su pie con láminas y anillo de un blanco puro.

Alcanzamos un cruce pistero, 

cambiando de dirección por la izquierda 

y entrando por denso pinar; de nuevo, un cartel hace referencia a los hábitats que favorecen el crecimiento de las setas, atendiendo a la riqueza mineral de los suelos de jardín, prado y pastizal, así como los pinares frescos y húmedos.

Seguimos por la derecha en una bifurcación, 

haciendo una paradita junto a los Boletus, 

género de hongos que incluye aproximadamente 300 especies, muchas de ellas son comestibles y apreciados en gastronomía,

 siendo la más conocida Boletus edulis, crece en bosques de hojas caducas, bosques de coníferas y plantaciones de árboles, formando asociaciones simbióticas ectomicorrizas con árboles vivos, envolviendo las raíces subterráneas del árbol con vainas de tejido fúngico.

Sendeamos por pasillo entre pinos de alto porte, paralelos a la pista asfaltada

 hacia la próxima exposición; la maqueta presenta dos morchellas de buen tamaño, especie reticulada, de aroma delicado y gran presencia en la cocina francesa; 

saltó a la fama cuando murió una mujer tras consumirla con arroz en un restaurante de Valencia. Los expertos insisten en que no hay peligro, si se toman unas mínimas precauciones al cocinarlas: En crudo resulta tóxica, por lo que hay que dejarla secar, posteriormente rehidratarla y finalmente someterla a cocción; 

alrededor de un 35% de las setas existentes son tóxicas, muchas de ellas no son comestibles porque tienen mal olor y sabor. “De las que no siéndolo parecen comestibles, tan solo un 12% puede ser mortal”. Entre las tóxicas, las más peligrosas son las que tienen latencia larga, apareciendo los síntomas a partir de 6 horas después del consumo. “Para cuando te das cuenta, el efecto en el hígado es irreversible” y estas sentenciado.

Pasamos por una pequeña explanada, 

donde los tableros nos instruyen sobre las dudas que nos plantean las setas a distintos niveles; 

la siguiente en la palestra es el Marzuelo, Hygrophorus marzuolus, seta de ardilla o seta de corzo, 

esta especie es sin duda la seta buscada con más ansia de todas; es la primera especie en aparecer después del invierno, 

muy difícil de encontrar, por algo se la conoce como la reina del camuflaje, crece semienterrada, muchas veces incluso completamente oculta por el musgo.

Al entrar en la zona del Camping las Corralizas, el camping más alto de España (1.727 m), por donde transcurre el track, nos salimos brevemente a la carretera, porque pensábamos que habría algún otro paso para no interferir, pero lo cierto es que el sendero coincide con el Trail Sierra de Albarracín, 

cruzándolo por uno de sus extremos; 

seguimos rectos en descenso al cortar la pista campista,

 cruzando Bronchales a la salida.

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