Teruel Monumental

 

Partimos desde el Jardíncillo de la Estación o de los Botánicos

 por la Escalinata del Óvalo, 

construida por el ingeniero turolense José Torán de la Rad a comienzo de los años veinte, para salvar el desnivel existente (26 m) entre la «Estación del Ferrocarril Central de Aragón» y el casco antiguo de la ciudad; 

 infraestructura de perfeccionamiento estético y empaque monumental, con el altorrelieve de Aniceto Marinas dedicado a los Amantes de Teruel, 

todo ello inspirado en la arquitectura mudéjar 

(el ladrillo de barro cocido y la piedra tallada, las decoraciones cerámicas coloreadas en verde y blanco) 

y el modernismo (diseños de forja de las farolas).

Continuamos en subida

 desde el Hotel Reina Cristina y el Restaurante Portal de Guadalaviar, donde tomamos su estupendo menú; pasando debajo de la Torre Mudejar del Salvador, 

se erige junto al templo del mismo nombre 

y que pertenece ya a época barroca, pues la primitiva fábrica medieval se hundió en el año 1677, a destacar los grandes paños ornamentales en ladrillo combinando principalmente estrellas de ocho puntas con cruces, las cerámicas se colorearon de verde con óxido de cobre y de blanco con barniz de estaño, al tiempo que se vidriaban con barniz de plomo. 

Se asemeja a la Torre de San Martín y no solo por la estética sino por leyenda también: Abdalá y Omar, dos arquitectos musulmanes que trabajaban en Teruel a principios del siglo XIV. Los cristianos de la villa querían levantar para las iglesias de San Martín y El Salvador sendas torres adosadas, y les encomendaron a los dos alarifes su construcción, quiso el destino que se enamoraran de Zoraida, pero a la muchacha le gustaban ambos y no se decidía; entonces el padre de la joven les propuso que la mano de su hija, sería para quien alzara la torre más bella en menor tiempo. Omar había terminado su obra el primero, pero su victoria duró unos segundos, ya que la torre de San Martín estaba levemente torcida. El enfurecido Omar subió las escaleras a lo más alto y se lanzó al vacío.

Llegamos a la Plaza del Torico, confluencia de ocho calles, antaño denominada Plaza del Mercado o la Plaza Mayor de Teruel,

sin ser plana, circular o cuadrada, ni disponer de un toro a gran escala (mide tan solo 45 cm, aunque pesa 55 kg), 

sin embargo tiene una presencia arquitectónica con distribución de espacios inusuales, la columna de siete metros sobre la fuente coronada por el torico, edificaciones que disponen de estrechas fachadas decoradas y porticadas, destacan los edificios modernistas como Casa Ferrán, la Madrileña o la Casa el Torico.

La burguesía turolense apostó por la renovación arquitectónica, encargando al arquitecto tarraconense Pablo Monguió insufló a sus obras el modernismo catalán. También existe leyenda sobre su ubicación: Durante la Reconquista llevada a cabo por el rey Alfonso II, a la búsqueda de un sitio propicio para levantar un asentamiento, se soltó un toro que acabó deteniéndose justo debajo de una estrella. En ese lugar comenzó a erigirse la actual ciudad a la que se llamó Toruel.

El destino siguiente 

será rodear la cercana Catedral de Santa María de Mediavilla, una de las construcciones más características del mudéjar en España, comenzó a edificarse en estilo románico en 1171 y se concluyó con la erección de la torre mudéjar en 1257. 

En la segunda mitad del siglo XIII, el alarife mudéjar Juzaff, reestructura la antigua obra románica y dota al edificio de tres naves mudéjares de mampostería y ladrillo, que mejoran y elevan la estructura románica del siglo XII. 

Posteriormente, en estilo plateresco-mudéjar, fue construido en 1538 el cimborrio de la nave central; la torre mudéjar, es una de las más antiguas de España, de planta cuadrada con tres cuerpos profusamente decorados con azulejos y cerámica vidriada; remata en una linterna octogonal del siglo XVII.

El arte Mudéjar en Aragón influido por la tradición islámica, refleja también los varios estilos europeos contemporáneos, particularmente el gótico. Presente hasta el inicio del siglo XVII, está caracterizado por un uso extremadamente refinado e inventivo del ladrillo y de azulejos esmaltados en arquitectura, especialmente en los campanarios de iglesias.

Continuamos a la Plaza Pérez Prado

donde se encuentra la Torre mudejar de San Martín, 

edificada entre 1315 y 1316 y reformada entre 1549 y 1551 por Quinto Pierres Vedel, 

eliminó viviendas adosadas para dejar una plaza abierta ante la torre y construyó un refuerzo de sillería en su base para reparar y prevenir la degradación de su parte baja, muy erosionada por las humedades. 

Restaurada en 1926 y 2002/2007 recupero la antigua entrada bajo la torre; con un cuerpo adosado a la iglesia de San Martín, de época barroca. 

La torre imita la estructura del minarete almohade con dos torres cuadradas concéntricas entre las que se sitúan las escaleras. 

Al igual que el resto de este tipo de torres se ajusta al criterio de selección de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad) por ser un ejemplo excepcional de un tipo de edificio, conjunto arquitectónico o tecnológico o paisaje que ilustra un periodo significativo en la historia humana.

Echamos un vistazo al Portal de entrada a la zona amurallada

 y nos desplazamos 

hacia la iglesia de San Miguel y la Muralla de Teruel 

para ver el Acueducto de los Arcos, una de las obras de ingeniería más relevantes del Renacimiento español. 

Su construcción obedeció a la necesidad de mejorar el suministro de agua a la ciudad, que hasta ese momento dependía de los grandes aljibes construidos en el último cuarto del siglo XIV.

En 1551 el Concejo de Teruel encargó el reinicio de la construcción de la Traída de Aguas a Quinto Pierres Bedel, arquitecto de origen francés que había concluido con éxito el complicado recalce de la torre mudéjar de San Martín.

Cruzando dos barrancos mediante arquerías de dos niveles, el superior de seis arcos y el inferior de dos, es a la vez un viaducto ya que los pilares del segundo cuerpo están abiertos al tráfico peatonal con el fin de facilitar el tránsito sobre el gran barranco que separa a la ciudad del arrabal;

 se tendió una conducción de 4450 m realizada con unos 12 000 arcaduces de cerámica; contaba con 140 arquetas y dos minas subterráneas (unos 190 m de longitud). La traída de las aguas a Teruel supuso la construcción de varias fuentes para su distribución y canalización del agua dentro de la ciudad.

Continuamos rodeando la plaza de la Bombardera cuya restauración de la muralla de tapial 

ha llevado a los arqueólogos a hacer dos importantes hallazgos: datar el tapial compuesto principalmente de tierra apisonada con trazas de morteros de yeso (entorno al 1130) y los restos de la cimentación de mampostería de una torre semicircular de la misma época; de esta torre no se tenía constancia, porque la torre de la Bombardera arrancaba directamente de sus escasos restos y la obras de la traída de agua en el siglo XVI, desvirtuaron lo que poco que quedaba visible. 

Pasamos cerca del Museo Provincial de Teruel, de entrada libre y gratuita, cuya área de exposición permanente ocupa la mayor parte de la Casa de la Comunidad. En ella se ofrecen interesantes muestras de Arqueología, con una amplia visión de los vestigios localizados en el territorio provincial desde la Prehistoria hasta la Edad Media; y Etnografía, alberga numerosas manifestaciones relacionadas con la cultura tradicional turolense. Seguimos callejeando para ver El Torreón de Ambeles, 

integrado en el Alcázar Real, es obra genuina, original y de simetría perfecta, construida a partir del 1475 por mejor ingeniero de los Reyes Católicos, el maestro Ramiro López, tiene forma de estrella con el fin de abarcar todos los ángulos.

Pasamos por la Plaza de la Judería, barrio con calles estrechas que denotan su origen medieval, aunque el rey Pedro III de Aragón apoyó directamente la instalación de nuevos pobladores judíos y musulmanes en la ciudad de Teruel, hacia 1460 el barrio inicia un rápido declive debido a la emigración, consecuencia de la política antijudía de Fernando II de Aragón, que culminará con la expulsión en 1492. Las excavaciones arqueológicas realizadas en las últimas décadas en varios puntos de la antigua Judería, han recuperado numerosas piezas cerámicas que formaron parte de vida doméstica de los judíos en la Edad Media.

Al lado de la Plaza del Torico se encuentra la Torre e iglesia de San Pedro

 y el Mausoleo de los Amantes de Teruel, 

dispone de diferentes salas expositivas que pretenden acercar la Historia de los Amantes al visitante. La organización del recorrido expositivo se articula en torno a cuatro sectores. 

Una historia que circula entre otras es esta: En los primeros años del siglo XIII, Juan Diego de Marcilla e Isabel de Segura se enamoran, pero Juan Diego es rechazado por la familia, al carecer de bienes de fortuna al no ser primogénito; consigue un plazo de cinco años volver enriquecido. 

Parte a la guerra y regresa a Teruel cuando expira el plazo, sin embargo Isabel está casada con un hermano del señor de Albarracín. 

Juan Diego al entrevistarse con ella en su casa y le pide un beso, Isabel se lo niega y el joven muere de dolor. 

Al día siguiente se celebran los funerales en la Iglesia de San Pedro; se acerca al féretro Isabel a dar al difunto el beso que le negó en vida, cuando lo besa muere repentinamente junto a él.

 Juan de Ávalos esculpió las estatuas yacentes bajo las que reposan ahora las momias, cuyas manos no llegan a juntarse. (Visita de 1 h Mausoleo+ Conjunto Mudéjar: 7,5 € para jubilados).

De vuelta

 recorremos la Plaza de San Juan, donde ahora se alza el edificio de la Diputación Provincial estuvo, hasta la guerra civil, el Hospital de la Asunción, 

pasamos por la zona ajardinada de Torico Plaza 

hacia el Viaducto Federico Hué, 

construido en 1929 para facilitar la expansión urbanística de Teruel hacia el Sur.

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