Carmona-La Selva-La Perdiz-Senderos Ricardo Codorníu, Cejo Negro y Cueva Arpía-Abuznel

 

Accedemos desde Alhama de Murcia por la carretera a Pliego, desde el restaurante Jarro de Oro, encaramos una larga recta en cuyo final por la izquierda, la carretera de Fuente Alta, asciende hacia Sierra Espuña; aparcamos en el paraje de Moriana junto al trasvase Tajo-Segura (37°51'10.62"N 1°28'8.46"W).

Partimos hacia el Noreste pedaleando junto al Canal del Trasvase Tajo-Segura, 

cruzamos el puente sobre la Rambla del Molino, llegamos a Carmona; 

zona donde convergen el Río y Caño Espuña y los Canales del Taibilla y Trasvase Tajo-Segura, a poca distancia la Central Eléctrica del Rápido de Los Molinos (1961), 

que aprovecha un salto de 162 m. de tubería, por donde desde Carmona, se desploman las aguas del Canal del Taibilla para producir 1.500 kilovatios por hora. También se halla al lado la Fábrica de Electricidad (1904) -en desuso- de la Sociedad Eléctrica de Alhama que utilizaba la caída de casi 200 m. del Caño Espuña.

Ascendemos por el Sendero de la Umbría del Barranco del Rio Espuña,

 enlazamos con la Senda del Agua (o del Rápido)

 donde existe un pequeño estanque y acueducto con canal del Caño Espuña; 

por el camino Forestal del Turullón, vamos atentos a tomar un atajo trialero a la pista al Refugio de Fuente Bermeja; 

esta pista del bosque de ribera del Río Espuña o Senda del Agua, 

nos ofrece cerca de 91 km para atravesar Sierra Espuña, repartidos en cuatro tramos desde Totana hasta Casas Nuevas, y tres ramales, el de Aledo, el de Alhama y el de Pliego-Mula. A lo largo de la misma se recorre una parte del Canal del Taibilla, concretamente el Canal de Espuña.

Entramos en el tramo de “La Selva”, 

zona boscosa del Barranco Leyva, 

paraíso de las plantas trepadoras con desbordante vegetación; 

en el cruce pistero, cambiamos de dirección en fuerte ascenso hacia el cruce; seguimos en descenso por la derecha, 

pasando bajo un sombrío bosque de altos y viejos cipreses; 

el sendero por el Barranco de Leyva, 

conduce por una zona encharcada a la zona de Las Cuevas/Los Mataos.

Rodeando Casa Leyva, 

cortamos la carretera para subir por la Senda del Berro

 bajo un denso pinar con sotobosque de jaras; dejamos atrás el Albergue (antiguo Sanatorio Antituberculoso ligado a apariciones fantasmales)

 y accedemos a la zona recreativa de La Perdiz; 

por asfalto continuamos en ascenso, para, desde una de las curvas cerradas, tomar un largo sendero bajo pinar; 

enlaza con el Sendero de Los Siete Hermanos.

Cruzamos por su Collado con restauración mampostera

 y en la bifurcación con el Sendero de la Solana de Los Corrales, seguimos a la izquierda; 

pasamos junto a una calera; 

cruzamos el lecho del Río Espuña; en unos metros, torcemos a la derecha en subida pronunciada, remontando por los antiguos viveros destinados a las repoblaciones forestales; 

tras empujar un corto trecho las bicis, salimos a la Fuente del Hilo.

Desde el aparcamiento reservado a minusválidos, enfrente del bar, 

parte el Sendero Ricardo Codorníu, 

paralelo al Caño de Espuña, 

a nuestra izquierda quedan las cabañas+

 y la Casa de La Marina; en los años setenta era utilizado por la Armada como centro de vacaciones;

 pasado el mirador, cruzamos la carretera junto a la casa Forestal Huerta Espuña pasando junto al monumento a Ricardo Codorníu “El apóstol del Árbol”,

Pedaleamos por pasarelas de madera 

bordeando el Centro de Interpretación y visitantes Ricardo Codorniu, 

en su entorno vemos la estatua en piedra, sobre un pedestal; Rubeos es objeto de la “leyenda del Durmiente de Sierra Espuña”. 

Pasamos junto a la Casa de Rubeos (1926) edificada por el arquitecto y vicepresidente de Tropa de los Exploradores de Murcia (Rafael Castillo), simula un chalet suizo de montaña, 

dejamos a la izquierda también Fuente Rubeos -pequeño manantial (S. XIV) con forma de media concha y bancos de piedra (1915) traída de la famosa cueva de La Matea- 

y nos dirigimos a las rehabilitadas instalaciones militares

 (como desde el aire el perímetro de su silueta se asemeja a un avión, ha pasado de llamarse La Cabaña al Avión).

Sin entrar en las instalaciones, a nuestra derecha, unas escaleras nos aúpan al transformador

donde parte el Sendero de Cejo Negro 

que nos eleva entre jaras, coscojas, lentiscos y madroños; 

desde su unión y algo arañados, 

descendemos disfrutando de la trialera 

a la pista que rodea la finca de Campis, tras solventar una avería mecánica que nos retrasa.

Pedaleamos en descenso por la pista de Campix, 

tras un tramo en subida alcanzamos el primer cruce, 

giramos a la derecha buscando un sendero trialero muy roto que ataja de nuevo a la pista; 

en una curva aérea de la pista hay que fijarse bien en un hito, desde el que parte un sendero en pronunciado descenso con curvas cerradas,

 en el primer cruce seguimos rectos (por la izquierda transcurre la Senda de Fuente Alta); ascendiendo progresivamente eludiendo ramblizos alcanzamos el collado (687 m) con un comedero a la izquierda, 

continuamos a la derecha unos metros atentos a tomar el Sendero Cueva de la Arpía, 

de tramos mamposteros 

y curvas cerradas

 con abundantes pedruscos, 

permite acercarse a pie a los cenajos donde se encuentra la Cueva de la Arpía.

El sendero acaba en las ruinas de la vivienda de Abuznel,

 ya por la la Pista Forestal del Abuznel, aprovechamos un atajo trialero

 evitando pistear mas de lo necesario, 

como al final que hacemos otro eludiendo el paso por la verja; cruzamos el puente sobre el trasvase

 al aparcamiento, fin de ruta endurera.

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