Santuario de la Fuensanta-Seminario Menor-Sendero Umbrías de Santo Ángel-Barranco del Sordo

 

Accedemos al aparcamiento del Santuario de la Fuensanta 

y nos dirigimos hacia la Casa del Cabildo o del Sacristán, edificio construido entre los siglos XVII y XIX, 

cuya fachada se encuentra policromada y realizada en mampostería, posee ventanas coronadas por arcos ojivales de estilo neomudéjar y la puerta de acceso, hecha en madera, la remata un arco ojival;

 en el exterior la escalinata de acceso en ladrillo, nos permite contemplar la Vega Murciana desde un mirador con barandilla de hierro.

Descendemos al Santuario de la Fuensanta cuya construcción empezó en 1694 sobre los restos de una antigua ermita medieval, 

es de estilo barroco, con dos ángeles sosteniendo el escudo del cabildo catedralicio de Murcia en el portal central y, en el centro, la figura de la Virgen de la Fuensanta patrona de Murcia. 

El santuario se encuentra al cuidado de las monjas benedictinas.

Los desprendimientos rocosos han provocado el cierre del Via Crucis hacia la Cueva de la Cómica, cambio la trazada prevista volviendo al aparcamiento; hago fotos a “la abuela de las Harley Davidson”. 

En 1902, William S. Harley y Arthur Davidson, utilizando un chasis de bicicleta con un motor de 400 cc y carburador construido partiendo de una lata de tomate, inician una gesta empresarial y emocional; 

entre 1907 y 1914 la producción se vuelve imparable (De 150 unidades a 16.284); Harley-Davidson fue el proveedor oficial del ejército de EE.UU. para las dos guerras mundiales;

1937 es el año en que marca el primer récord de velocidad del momento: 271,892 km/h; 

tras la guerra nacen las chopper; aunque la reputación de la marca se vio afectada por su aparición en proyectos cinematográficos, asociandose la figura del motero como alguien violento o peligroso; las Harley, intemporales, siguen siendo objeto de admiración o culto.

Junto a la vaguada, encima de la ampliación encementada y elevada sobre el aparcamiento, 

parte el sendero a la Cruz Blanca, junto a él se inicia otro poco pateado y algo escondido entre la vegetación,

 nos interna por una zona muy bonita

a la entrada del Seminario Menor de la Orden de los Benedictinos,

ahora sometido a reformas para recuperar su uso como centro de formación religioso y acoger el centro misionero Redemptoris Mater.

Desde su pista alfaltada de acceso, por la derecha, subimos por escaleras la rampa a un depósito de aguas abandonado;

 descendemos con precaución por traza senderil difuminada

al sendero de piedras blancas del Barranco del Sordo; 

cruzando tanto el barranco como la carretera y barrera de control, subimos la escalinata que nos permite, por la derecha, seguir el Sendero Umbrías de Santo Ángel PR-MU 22.

Vamos a media ladera, caminando plácidamente por un bello paraje de abigarrada vegetación, 

alternando las vistas sobre el Santuario de la Fuensanta, el Seminario y el Ermitorio de La Luz; 

cruzando la carretera a la Balsa del Valle y desde la entrada al Centro de Visitantes de La Luz con sala de audiovisuales, cafetería y espacio expositivo entorno a: "El Valle de los Íberos", "Fortificaciones Medievales y Espiritualidad" y "La Seda en Murcia"; 

nace un sendero que bordea la cerca

con vistas del Ermitorio de La Luz, donde formaron cofradía los hermanos de la Luz, esta agrupación de anacoretas, en principio, se refugiaban en los abrigos rocosos del entorno, subsistían de los productos de sus tierras y de la limosna, más tarde, elaboraban con cacao el “chocolate de La Luz”, pero al aumentar el valor del mismo, lo sustituyeron por las algarrobas, por eso en las terrazas de cultivo externas al convento hay bastantes algarrobos.

Hay un tramo de alambrada caído y se puede acceder a las pasarelas, 

nosotros seguimos el rastro de sendero sobre roca, para comenzar el abrupto descenso

al enlace con el sendero que, por la derecha, nos saca a la carretera que baja del Eremitorio de la Luz; la cruzamos para descender por la Cañada Real de Torreaguera 

al Barranco del Sordo; 

seguimos por la orilla opuesta con algún tramo expuesto a caídas, 

entroncamos con el sendero que bordea unas instalaciones religiosas (Villa Pilar), 

descendemos antes de tiempo al estar cortado el paso por peligro de derrumbes a la Fuente Santa.

El origen del culto a la Virgen de la "Fuente Santa", viene de una leyenda que narra la aparición del milagroso manantial que riega el paraje. 

La Virgen de la Fuensanta viaja en dos ocasiones al año a la Ciudad de Murcia, la más importante, la Romería mayor, en martes de “bajada” tradicional y multitudinaria, en las "Siete Cuestas" que la separan del Santuario, muchos romeros la ascienden en señal de promesa de rodillas o descalzos, nosotros lo hacemos a pie y bien calzados, 

ya que no vamos de ese palo, sino adiestrando a Pitu, con dos sustos en contra por cierto.

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