El Volcán de Barqueros

 

Accedemos desde la carretera a Barqueros RM-C1, aparcando en la zona de picnic con mesas y bancos metálicos del Lavadero Charco Moñigo, 

en él brota un nacimiento de agua que se utiliza para abrevar el ganado y el agua sobrante discurre por una pequeña acequia para el riego de unas huertas. Las ranas lo disfrutan

 y un agricultor carga su cisterna, 

mientras comenzamos a caminar entre risas por la pista derecha cercana a la carretera.

Dejamos a la izquierda las ruinas de una casa; 

en los cruces, vamos rectos rodeados de almendros; la pista entra en el ramblizo donde se encuentra el Salto de las Herrerías,

 un chorro de agua que se despeña desde una tubería; 

seguimos por la derecha en la bifurcación hacia una pinada,

 donde se encuentra uno de los eucaliptos mas grandes de la Región Murciana, 

me acerco al muro contenedor

 por donde transcurre el agua hacia un canal con setas en su orilla; 

aunque veo un enorme sapo muy negro, salta cuando intento hacerle la foto.

Seguimos pisteando, observamos una ooteca

 y alcanzamos el canal de la Cañada de la Zarza; 

a la vista del Acueducto de la zarza 

y de las casas de la finca,

 giramos a la izquierda en ascenso, entroncamos con la pista de la zarza hacia la cantera de áridos; 

pasamos por el Cabezo de las Conquetas

 salvando un ramblizo

y llegando a un collado, donde Rosa y Fina se quedan tomando el mantente, el resto iniciamos el sendero de subida al Volcán de Barqueros o Cabezo del Morrón (397 m).

Catalogado como Lugar de Importancia Geológica, son los restos de un cono volcánico de hace aproximadamente 7 millones de años, colapsado con restos del cráter del volcán a modo de sumidero; 

pisamos por las coladas de lavas, restos piroclásticos y ceniza volcánica en un terreno compuesto de margas, 

aunque su roca más abundante es la rara lamproita. 

Las vistas desde su cumbre 

abarcan las sierras circundantes del Parque Natural de El Valle Y Carrascoy, Ricote, La Pila, Pedro Ponce con la Selva y Sierra Espuña.

Descendemos con precaución un tramo de aguda pendiente

 y nos reunimos todos para continuar pista abajo; 

observamos en la falda del volcán unas curiosas formaciones rocosas erosionadas

 y nos dirigimos a explorarlas; 

contienen varias oquedades y alguna covachuela pero no vimos ningún arco de roca; 

de vuelta a la pista, 

pasamos por las ruinas de la casa del Charco

 al aparcamiento.

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